El bamb¨² emerge como herramienta de desarrollo sostenible
Crecen las iniciativas por extenderlo dada su capacidad de absorci¨®n de di¨®xido de carbono
El bamb¨² es mucho m¨¢s que comida para osos panda. Borja De la Pe?a, responsable de las pol¨ªticas globales de la Organizaci¨®n Internacional para el Bamb¨² y el Rat¨¢n (OIBR), una instituci¨®n que agrupa a 45 pa¨ªses y que ¡°promueve el uso del bamb¨² para el desarrollo ambientalmente sostenible y el crecimiento verde¡±. Lo defiende como arma muy efectiva para combatir tanto la crisis clim¨¢tica que sufre el planeta como la pobreza que afecta a gran parte de su poblaci¨®n. En su plan estrat¨¦gico 2015-2030, la organizaci¨®n se ha propuesto popularizarlo en todo tipo de ¨¢mbitos: material para andamios, sustituto del pl¨¢stico en cuberter¨ªa de un solo uso, papel o tela, e incluso carb¨®n vegetal.
¡°Hay 1.642 especies catalogadas, crece en casi todo el mundo, y, aunque puede alcanzar 35 metros de altura y un di¨¢metro de 30 cent¨ªmetros, es una hierba. No un ¨¢rbol. Eso quiere decir que, si lo cortas, vuelve a crecer muy r¨¢pido. En algunos casos, incluso hasta 91 cent¨ªmetros al d¨ªa. Y sus usos son muy variados: se puede convertir en material de construcci¨®n o en textil, y tambi¨¦n en sistema para tratar aguas residuales o controlar la erosi¨®n del territorio¡±, explica De la Pe?a.
Como observadora permanente de la ONU, la OIBR est¨¢ alineada con siete de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos: ¡°erradicar la pobreza¡± (el n¨²mero 1), ¡°proporcionar acceso a una vivienda adecuada y sostenible¡± (el objetivo 11?), o ¡°proteger y restaurar los ecosistemas terrestres¡± (el 15?).
¡°El bamb¨² no solo no emite CO2, sino que lo absorbe. Concretamente, se estima que entre 200 y 400 toneladas por hect¨¢rea. Tambi¨¦n ayuda a la recuperaci¨®n de tierras degradadas por actividades como la miner¨ªa o la industria. Una plantaci¨®n madura en solo cuatro o cinco a?os, de forma que resulta muy efectiva¡±, apunta De la Pe?a. ¡°Por eso, proponemos el bamb¨² no como la panacea, sino como uno de los elementos a nuestro alcance para combatir el cambio clim¨¢tico y alcanzar los objetivos fijados en la Cumbre del Clima de Par¨ªs¡±, apostilla.
Algunos pa¨ªses latinoamericanos han comenzado a utilizarlo en la construcci¨®n, sobre todo tras el terremoto de Ecuador, subraya De la Pe?a. Esas viviendas de bamb¨² no solo son muy resistentes a los se¨ªsmos, tambi¨¦n son econ¨®micas de construir. Por eso, se han puesto en marcha proyectos como Bamb¨² Social, que ha dise?ado viviendas sociales para Nicaragua. En Espa?a, arquitectos como Alejandro Zaera tambi¨¦n han utilizado el material en viviendas de protecci¨®n oficial en localidades como Carabanchel. Y tambi¨¦n de bamb¨² dise?¨® el arquitecto espa?ol la fachada del pabell¨®n con el que Madrid se luci¨® en el espacio de Mejores Pr¨¢cticas Urbanas de la Exposici¨®n Universal de 2010, en Shangh¨¢i. ¡°Es necesaria la intervenci¨®n de los Gobiernos, para que obliguen a los constructores a que la eficiencia energ¨¦tica y la sostenibilidad no sean extras, sino que est¨¦n recogidas en los est¨¢ndares de construcci¨®n¡±, explic¨® Zaera en aquella ocasi¨®n.
Si hay un pa¨ªs que sabe sacar todo el partido que ofrece el bamb¨² es China. De los 70.000 millones de d¨®lares que mueve la producci¨®n de este material en el mundo, 35.000 millones cambian de manos en el gigante asi¨¢tico. De bamb¨² son barcas, sillas, esterillas, instrumentos musicales, jarrones, toallas, servilletas, e incluso almohadas que tienen muy buena acogida entre la poblaci¨®n de m¨¢s edad. Y s¨ª, los osos panda se nutren de bamb¨², pero tambi¨¦n lo hacen los propios chinos. Sus brotes son una delicia culinaria.
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