El cuello de botella que estrangula la carrera m¨¦dica en M¨¦xico
Decenas de miles de egresados son rechazados cada a?o para especializarse en hospitales en un pa¨ªs en el que faltan 123.000 profesionales, seg¨²n el Gobierno
M¨¢s de 40.000 m¨¦dicos se presentar¨¢n a un examen que puede cambiar sus vidas para siempre. La diferencia entre aprobar o no implica poder estudiar una especialidad m¨¦dica y seguir aspirando a la promesa de una exitosa carrera profesional, bien pagada y con relativa seguridad laboral. Ocho de cada diez sustentantes son rechazados. Detr¨¢s del cuello de botella y sus deficiencias, de las obsesiones y las frustraciones de quienes lo presentan, se desnudan las carencias formativas y del sistema de salud de M¨¦xico, un pa¨ªs que acusa la falta de doctores y de recursos para atender a la poblaci¨®n y al mismo tiempo le cierra las puertas a miles de egresados que en la mayor¨ªa de los casos abandonan el pa¨ªs en busca de oportunidades, est¨¢n en empleos precarios, o se estrellan una y otra vez con el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias M¨¦dicas (ENARM) hasta pasarlo.
El sistema de salud ha estado en el centro del debate p¨²blico en los ¨²ltimos meses. Casi un millar de m¨¦dicos de hospitales p¨²blicos march¨® en junio pasado para exigir mejores condiciones laborales e impago de sus salarios. Despu¨¦s, la pol¨¦mica se centr¨® en el desabasto de medicinas. La oposici¨®n acus¨® al presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, de comprometer la salud de miles de pacientes por malas gestiones. El Gobierno defendi¨® que la corrupci¨®n era la norma en la compra de medicinas y que el saneamiento era necesario m¨¢s all¨¢ de "politiquer¨ªas".
En el episodio m¨¢s reciente, L¨®pez Obrador ha dicho que M¨¦xico tiene un d¨¦ficit de m¨¢s de 123.000 m¨¦dicos, en comparaci¨®n con los est¨¢ndares internacionales. Hay oferta y hay demanda de profesionales de la Salud, pero las brechas de atenci¨®n se ampl¨ªan cada vez m¨¢s. "La paradoja es que faltan m¨¦dicos generales y especialistas, pero no hay dinero ni infraestructura para formarlos, no hay cabida en el sistema", comenta el doctor Manuel Ramiro, profesor de posgrado en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico. El pa¨ªs tiene 2,2 m¨¦dicos por cada 1.000 habitantes, pr¨¢cticamente en el promedio del continente, pero lejos de pa¨ªses como Cuba (7,5), Argentina (3,9) o Espa?a (3,8), seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
"Desde el primer a?o de la carrera, el mensaje es que si no pasas el examen, eres un fracaso", cuenta Ana Victoria Guerra, de 30 a?os, que present¨® dos veces el ENARM. "Te sientes derrotada, es como si defraudaras a tu escuela, a tu familia, a todo mundo", lamenta la egresada de la Universidad Panamericana, que tiene uno de los ¨ªndices de aprobaci¨®n m¨¢s altos.
"Las universidades y facultades de medicina se han convertido en cursos proped¨¦uticos para pasar el ENARM", critica el doctor Manuel Mill¨¢n, acad¨¦mico de la UNAM. "Casi todos los planes de estudios se concentran en formar a personas que puedan contestar el examen y no a m¨¦dicos generales", agrega. Mill¨¢n cuestiona que las escuelas han entrado en una competencia en la que lo m¨¢s importante es ver qui¨¦n tiene m¨¢s estudiantes aceptados en la especialidad. "Nunca te dicen que hay otras opciones, es igual en casi todos lados", resume Ang¨¦lica Rodr¨ªguez, de 26 a?os, que se gradu¨® de la UNAM y ha preferido continuar su carrera en Alemania, tras un intento en el ENARM, porque tiene m¨¢s facilidades para especializarse y los salarios son m¨¢s altos.
La parte econ¨®mica pesa. Muchos de los estudiantes que no aprueban el examen se colocan como ayudantes de especialistas. "Es igual o m¨¢s carga de trabajo, pero si no tienes un papel, tus ingresos son mucho m¨¢s bajos", explica Dante V., de 29 a?os, que gana hasta 25 veces menos al mes que el m¨¦dico que apoya. Como ayudante gana m¨¢s que como m¨¦dico general y por eso present¨® el examen por cuarta vez. "Es il¨®gico que sea pasar el examen o nada", lamenta el graduado de la Universidad La Salle, que presentar¨¢ la prueba por cuarta vez.
El examen, que se aplic¨® del 24 al 28 de septiembre, se presenta como un proceso "equitativo y transparente" de selecci¨®n, pero la l¨®gica meritocr¨¢tica choca con la realidad de puntos de partida desiguales en la poblaci¨®n. Estudiar Medicina en universidades privadas, que tienden a tener un porcentaje de aceptaci¨®n ligeramente mayor, cuesta en promedio m¨¢s de 1,3 millones de pesos (unos 66.600 d¨®lares), mientras que hacer la carrera en una p¨²blica vale unos 50.000 pesos (2.600 d¨®lares), seg¨²n el Instituto Mexicano de la Competitividad. Se ofrecen al paralelo cursos especializados, que oscilan entre los 20.000 y 50.000 pesos, y tomar la decisi¨®n de intentarlo en el extranjero tampoco es una opci¨®n al alcance de todos los bolsillos. "Hay un problema de clasismo", opina Mill¨¢n. Tambi¨¦n hay dudas sobre el dise?o del examen ¡ªque tiene 450 reactivos y se desarrolla en una jornada marat¨®nica de ocho horas seguidas¡ª, la subjetividad en el grado de dificultad y los ajustes estad¨ªsticos necesarios para que sea equitativo. EL PA?S ha buscado a los encargados de la prueba para conocer su opini¨®n, pero no recibi¨® respuesta.
N¨²cleos urbanos
Los problemas no acaban ah¨ª. La mayor¨ªa de los especialistas se concentran en los principales n¨²cleos urbanos: Ciudad de M¨¦xico, Monterrey y Guadalajara. La capital tiene 31 veces m¨¢s especialistas, pero solo tres veces m¨¢s poblaci¨®n que Guerrero, uno de los Estados m¨¢s pobres del pa¨ªs. Y la demanda de las especialidades m¨¢s saturadas no coincide con las principales enfermedades que afectan al pa¨ªs, seg¨²n informes oficiales. La lejan¨ªa, la falta de recursos y la inseguridad dejan vacantes muchas plazas en ciertos territorios. "Hay muchas diferencias formativas, tenemos doctores al nivel de los mejores del mundo, pero tambi¨¦n alumnos que no debieron haber estudiado Medicina", agrega el doctor Sergio Prieto, que form¨® a m¨¢s de 10.000 profesionales en Guadalajara.
"Se rechazaron a tantos m¨¦dicos que ahora no tenemos los que necesita el pa¨ªs", reclam¨® L¨®pez Obrador, que anunci¨® el 24 de septiembre un aumento de 40.000 millones de pesos (2.000 millones de d¨®lares) para el presupuesto de salud, as¨ª como empleos asegurados y mejores sueldos a doctores y enfermeras que est¨¦n dispuestos a ir a las comunidades m¨¢s alejadas y violentas. El presidente dijo que en una semana se presentar¨ªa la nueva estrategia. Dos semanas despu¨¦s, no se ha detallado cu¨¢les ser¨¢n las pol¨ªticas concretas. EL PA?S busc¨® a la Secretar¨ªa de Salud y al Instituto Mexicano del Seguro Social para ampliar la informaci¨®n, pero ninguna dependencia concedi¨® una entrevista. Finalmente, el presidente pidi¨® el pasado fin de semana una pr¨®rroga de 15 d¨ªas antes de presentar el nuevo Plan Nacional de Salud.?
No es un problema nuevo ni exclusivo de M¨¦xico. Pero las zonas m¨¢s alejadas de M¨¦xico tienen una capacidad de cobertura similar a la de algunos pa¨ªses asi¨¢ticos y africanos, y la sangr¨ªa de m¨¦dicos aumenta a?o con a?o. El n¨²mero de sustentantes del ENARM casi se ha duplicado en 10 a?os, al pasar de 21.386 en 2008 a 40.081 una d¨¦cada despu¨¦s. Y el n¨²mero de plazas solo ha crecido un 33% en el mismo periodo, seg¨²n datos oficiales. El reparto de responsabilidades se salda con la falta cr¨®nica de inversi¨®n del Gobierno, el papel formativo de las universidades y las condiciones laborales del sector de la salud.
"Le dediqu¨¦ dos a?os de vida a esto hasta que me di cuenta de que no era para m¨ª", cuenta Guerra, que ahora es doctora y da clases en un colegio. Sin embargo, las opciones para decenas de miles de m¨¦dicos mexicanos no est¨¢n tan claras, el filtro est¨¢ cada vez m¨¢s cuestionado y el acceso a la salud de calidad a¨²n es, en muchos casos, un privilegio.
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