¡°Ahora sigo siendo madre. Pero no tengo hijas¡±
Hace justo un a?o, el exmarido de Itziar Prats mat¨® a sus ni?as. Ha pasado por un infierno y trata de aliviar su dolor tejiendo mariposas que simbolizan la igualdad y el respeto
El 25 de septiembre de 2018, la llamada de un polic¨ªa despert¨® a Itziar Prats de madrugada. Le ped¨ªa que identificase a su exmarido, que se acababa de suicidar. Antes de hacerlo, el hombre mat¨® a sus dos hijas, Nerea y Martina, de seis y dos a?os. Ha pasado un a?o, y cada d¨ªa, Prats se ha acordado de ellas. Gracias a alguien que conoci¨® por casualidad, ha conseguido que parte de su sufrimiento sirva para inspirar y ayudar a otras personas. Y decidi¨® poner tambi¨¦n? su grano de arena. As¨ª lo cuenta ella:
"Soy Itziar, madre de Nerea y Martina. De un d¨ªa para otro, me quitaron lo que m¨¢s quer¨ªa.?Denunci¨¦ y ped¨ª ayuda, pero su padre las mat¨®. Ten¨ªan seis y dos a?os. Mi vida cambi¨® bruscamente hace justo un a?o.
Te levantas por la ma?ana, las vistes, preparas el desayuno, sales corriendo al cole. Despu¨¦s el trabajo, hacer la comida, todo¡ Y de repente, un d¨ªa, en vez de eso, te despierta la polic¨ªa diciendo que tienes que ir a identificar a alguien que creen que es tu marido. Y adem¨¢s de ¨¦l son mis hijas. Entonces ya no tengo que levantar a nadie, no tengo que llevar a nadie al cole. Nadie me demanda nada. Es todo lo contrario. Todo el mundo est¨¢ encima de m¨ª queriendo ayudarme... Pero yo ya no estaba en el mundo. No era consciente de nada. No lo pod¨ªa entender. Y esperaba que en cualquier momento mis hijas entraran por la puerta...
Era normal que pasaran con su padre algunos d¨ªas, pero volv¨ªan. Y eso me repet¨ªa yo: ¡®En cualquier momento van a entrar por la puerta¡¯. Durante meses las segu¨ª esperando.
Algunos d¨ªas no me hubiera levantado de la cama, mareada por la tensi¨®n constante y sin ganas de hablar con nadie. Solo quer¨ªa llorar. Triste, siempre pensando en ellas. Desde el sufrimiento que pudieron haber pasado a repasar todos los momentos que vivimos juntas.
En octubre, una amiga me present¨® a alguien que me ha ayudado a dar sentido a todo este sufrimiento. Se llama Isa, vio en televisi¨®n lo que hab¨ªa pasado con mis hijas. Pens¨®: ¡®Tengo que hacer algo¡¯. Y vaya si lo est¨¢ haciendo.
Investig¨® sobre el origen de la violencia de g¨¦nero, sobre las hermanas Mirabal [cuyo asesinato en 1960 dio lugar a la fecha reivindicativa del 25-N, D¨ªa Internacional por la Eliminaci¨®n de la Violencia de G¨¦nero], lo uni¨® al s¨ªmbolo de la mariposa y a la idea de cambio, del efecto mariposa. As¨ª naci¨® su proyecto, centrado en la educaci¨®n. Nuestra actitud y valores se forman desde peque?os y es entonces cuando hay que actuar. Ella me cont¨® todo lo que quer¨ªa hacer. Recuerdo que nos emocionamos las dos. Me dec¨ªa: ¡®Jol¨ªn, estoy llorando yo m¨¢s que t¨². No me puedo aguantar¡¯. Y as¨ª empec¨¦ a tejer mariposas.
Y eso me repet¨ªa yo: ¡®En cualquier momento van a entrar por la puerta¡¯. Durante meses las segu¨ª esperando
Y ahora ese proyecto es una parte importante de mi vida. Isa ha conseguido llevarlo a distintos colegios. La primera mariposa la hice despu¨¦s de la manifestaci¨®n del 25-N. Son de dos tama?os. La grande representa a Nerea. La m¨¢s peque?a es Martina. Tardo 10 minutos en hacer una. No es dif¨ªcil si sabes hacer ganchillo. Recuerdo que hubo un d¨ªa que me puse sin parar e hice 40. Llevo la cuenta de las que he tejido con mi madre: 1.462.
Para m¨ª son el s¨ªmbolo contra la violencia de g¨¦nero y defienden la igualdad y el respeto. Y que me dan fuerza para seguir adelante.
Me gusta que se compartan y ver que cada vez llegan a m¨¢s gente. Me han mandado fotos de muchos sitios con las mariposas. Pero la verdad es que tambi¨¦n siento impotencia. Porque hay cosas que siguen igual, no se notan los cambios. Siguen matando a mujeres. Siguen matando a ni?os. No los protegen.
Mi vida ahora es otra, claro. Cuando pas¨® todo me mud¨¦ lo m¨¢s r¨¢pido que pude. Toda mi idea era vaciar la casa, irme de Castell¨®n donde no pod¨ªa estar ni un minuto m¨¢s. Era como una aut¨®mata. Me vine a Madrid, a mi casa y a mi habitaci¨®n de siempre. Al principio, era como si no hubiera formado una familia. Volv¨ªa a ser una adolescente que vive con sus padres, como si no hubiera tenido hijas, como si esto no hubiera existido. Todo me parec¨ªa muy confuso.
Estoy al principio de un largo camino. Me costar¨¢ seguir mi vida sola con mis recuerdos. Pero no voy a dejar de intentarlo
Entonces miraba cada d¨ªa las fotos de mis ni?as para sentirlas m¨¢s cerca. Ahora me provoca mucha tristeza. A¨²n no he asumido que Nerea y Martina solo est¨¢n conmigo a trav¨¦s de mis recuerdos.
Elena, mi psic¨®loga en el centro de la mujer de Castell¨®n, estuvo a mi lado desde el principio y fue un gran apoyo para m¨ª. Ya en Madrid tard¨¦ un poco de tiempo en reaccionar y volver a terapia con otra psic¨®loga, adem¨¢s de al psiquiatra y a una fisioterapeuta. La psic¨®loga me pregunt¨® un d¨ªa: ¡®?Qu¨¦ ha cambiado en tu vida?¡¯ Y yo le dije: ¡®Yo antes era madre. Ahora sigo siendo madre, pero no tengo hijas¡¯.
El psiquiatra fue quien me puso el tratamiento que me ayud¨® a no recordar muchas cosas. Antes de dormirme, lo repasaba todo: ¡®La polic¨ªa me llama a casa, bajo¡¡±. La fisioterapeuta tambi¨¦n me ha ayudado mucho. No te puedo decir una sola parte del cuerpo que no tenga tensa. Es inconsciente.
Siento impotencia. Hay cosas que siguen igual. Siguen matando a mujeres. Siguen matando a ni?os. No les protegen
Con los tratamientos he ido mejorando. Empec¨¦ a hacer cosas, como ejercicio, estudiar, pasear, quedar con amigos¡ Durante este a?o he tenido la necesidad de visitar a toda mi familia, en varias ciudades de Espa?a. Su apoyo y el de mis amigos son muy importantes para seguir levant¨¢ndome. Tambi¨¦n agradezco mucho a todo el personal de la oficina del Defensor del Pueblo que por propia iniciativa se implic¨® en aclarar lo sucedido y que nos atiende tan bien cada vez que les llamamos.
Las mariposas est¨¢n llegando muy lejos, han volado a lugares que ni me imaginaba: Italia, Francia, Inglaterra... En Holanda han estado de vacaciones.
Siento que estoy al principio de un largo camino. Que me costar¨¢ mucho seguir mi vida sola con mis recuerdos. Pero no voy a dejar de intentarlo, aunque haya d¨ªas muy duros. Sobre todo por intentar que mejore la situaci¨®n de muchas familias que est¨¢n sufriendo igual que yo. Que abramos los ojos a lo que pasa a nuestro alrededor, sobre todo los que tienen la obligaci¨®n de aplicar las leyes. Si estamos consiguiendo cambios las personas an¨®nimas, ellos pueden lograr un cambio mayor y m¨¢s r¨¢pido. Todo depende de nuestra actitud".
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