¡°Tengo miedo. L¨¦eme un cuento¡±
Mar¨ªa Docavo Alberti, kinesi¨®loga, sostiene que el miedo es un mecanismo de defensa celular que nos hace encontrar nuestros talentos
Por la noche, en la semioscuridad, el ni?o dice:?
¡ªTengo miedo. L¨¦eme un cuento.
La fantas¨ªa lo lleva a otro mundo, y luego al sue?o. ¡°Pero el miedo no desaparece, se agazapa. Tenemos miedo hasta el ¨²ltimo suspiro. Est¨¢ en nuestro cuerpo, en el alma, en nuestra salud. Todo lo que nos pasa tiene que ver con el miedo¡±.
Lo dice Mar¨ªa Docavo Alberti, 58 a?os, kinesi¨®loga. Se ocupa del miedo como factor ¡°rabiosamente humano¡± de la vida. ¡°Es un mecanismo de defensa celular que nos hace encontrar nuestros talentos. Darle la vuelta al miedo es extraer de ¨¦l lo que nos est¨¢ ense?ando¡±.
Marian Labrada, 37 a?os. Polit¨®loga y psic¨®loga, afirma: ¡°El miedo nos afecta en todo. La c¨¦lula de la que parte tiene un n¨²cleo y una membrana, que est¨¢ en el feto, en contacto con el exterior. La membrana recibe toda la informaci¨®n, se cierra, se destruye, se enferma. Desde el feto el miedo juega ese papel. Hasta que llegamos al mundo. El miedo causa dolor: un 20% de la poblaci¨®n mundial tiene dolor cr¨®nico sin base biol¨®gica¡±.
El miedo es el sufrimiento de la humanidad. Dice Labrada: ¡°Incluso hay dolores cuando no hay da?o. Dolor que duele de verdad¡±. El miedo duele. Un ni?o puede decir que le duele la tripa y por eso no quiere ir al colegio. ¡°No le pasa nada, pero el dolor existe. Y su base es el miedo¡±.
Paula Florit, 28 a?os, natur¨®pata, cuenta: ¡°De peque?a ten¨ªa dos clases seguidas. Una de flamenco, otra de ballet. En ballet siempre me dol¨ªa la tripa y nunca pod¨ªa participar. En flamenco, que ven¨ªa despu¨¦s, nunca me dol¨ªa y bailaba encantada. Con el paso de los a?os me he dado cuenta de que en ballet hab¨ªa una ni?a que me daba miedo porque maltrataba a todas las dem¨¢s. Me quedaba en un rinc¨®n, estaba fuera de peligro: me dol¨ªa la tripa para no participar. En flamenco no estaba la ni?a y yo no ten¨ªa miedo¡±.
De ni?o haces las cosas bien para que te quieran, dice Docavo. ¡°Tienes miedo de hacerlo mal, y lo haces bien para que tus padres te quieran. Has creado tu defensa desde tu miedo... El ni?o que tiene miedo de que no le quieran va a hacer lo que sea para que le quieran y desarrollar¨¢ una capacidad de amor que va a ser su talento¡±.
?Cu¨¢l ha sido tu miedo? ¡°No valer¡±, dice Marian Labrada. ¡°No s¨¦ si me he curado. Cuando fallo en algo me pongo mala o me entra rabia¡±. ?Y el suyo, Paula? ¡°La inseguridad. Pensar que si no hay alguien que me apoye yo no voy a poder, cuando en realidad llevo toda la vida haci¨¦ndolo todo sola¡±. ?C¨®mo se soluciona el miedo? ¡°Con la consciencia¡±, dice Mar¨ªa. ¡°Por eso es tan importante una educaci¨®n del miedo, en escuelas, en colegios, en empresas. Hay que hablar siempre de ello a los ni?os¡±.
El miedo puede venir cuando tu madre o tu padre no te miraron, o t¨² no los viste mirarte. Florit: ¡°Jug¨¢bamos al domin¨® de ni?os, con mi padre, despu¨¦s de comer. Un d¨ªa me dijo: ¡®Ya eres mayor. Ya no jugamos despu¨¦s de comer¡¯. Yo tendr¨ªa siete u ocho a?os y lo recuerdo como un dolor¡±. Igual que el dolor que se siente si, en la semioscuridad, el ni?o pide que le leas un cuento y t¨² ya te has dormido.
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