La Amazonia pone a prueba la apertura de la Iglesia
El s¨ªnodo que empieza el domingo seguir¨¢ sin permitir votar a las mujeres y debatir¨¢ sobre la ordenaci¨®n de hombres casados
Las cuestiones m¨¢s espinosas se debaten a veces a trav¨¦s de argumentos perif¨¦ricos. Hace unos meses era dif¨ªcil pensar que el s¨ªnodo de la Amazon¨ªa, que comenzar¨¢ el pr¨®ximo domingo en el Vaticano y se celebrar¨¢ hasta el 26 de octubre, pudiese convertirse en una de las asambleas de obispos m¨¢s importantes para definir el papel de la Iglesia en el siglo XXI. La reuni¨®n, pensada como un debate sobre los nuevos caminos de evangelizaci¨®n en el pulm¨®n del mundo, se ha convertido en un foro tan crucial como inc¨®modo para la Iglesia, que tocar¨¢ asuntos como el celibato o los derechos de los ind¨ªgenas. Adem¨¢s, retratar¨¢ de nuevo el irrelevante papel de la mujer en la toma de decisiones.
El germen de este s¨ªnodo surgi¨® hace casi dos a?os en Puerto Maldonado, cuando el Papa viaj¨® a Chile y Per¨². La Amazonia se encuentra hoy, de forma completamente imprevista entonces, en el centro del debate pol¨ªtico, social y medioambiental del mundo. Pero el inter¨¦s por la ecolog¨ªa de Francisco ha atravesado todo su Pontificado y tom¨® cuerpo teol¨®gico a trav¨¦s de la enc¨ªclica Laudato Si. Una reivindicaci¨®n de la ecolog¨ªa integral que ayer record¨® el cardenal y secretario del s¨ªnodo, Lorenzo Baldiseri. ¡°Una ecolog¨ªa que no trate las cuestiones solo mirando al ambiente, sino que comprenda la dimensi¨®n humana y social. Una ecolog¨ªa que tenga presente la esencia del hombre¡±.
El s¨ªnodo, en el que se ha escuchado la voz de 80.000 personas para recoger la informaci¨®n preliminar, discutir¨¢ sobre una zona geogr¨¢fica que afecta a siete naciones. El planteamiento, sin embargo, molesta especialmente al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que lo considera una injerencia nacional. ¡°Respetamos la soberan¨ªa de Brasil. Pero la Iglesia tambi¨¦n est¨¢ en la Amazonia¡±, advirti¨® el cardenal Cl¨¢udio Hummes, presidente de la Red Eclesial de la Panamazonia (REPAM) y participante en el encuentro.
La participaci¨®n de la mujer, con 35 invitadas, aumenta: dos invitadas especiales, cuatro expertas (dos son religiosas) y veintinueve auditoras, de las que dieciocho son monjas. Pero ninguna de ellas tendr¨¢ la influencia de los 185 ¡°padres sinodales¡± que podr¨¢n votar el documento final. Ese fue uno de los temas fundamentales de la reuni¨®n, convocada por Voices of Faith, que se celebraba mientras tres cardenales presentaban en el Vaticano el s¨ªnodo. La monja sueca Madeleine Fredell critic¨® en un discurso contundente que ¡°en la Iglesia se producen abusos de todo tipo, sexuales, econ¨®micos, de poder¡± y tambi¨¦n ¡°de silencio a las mujeres¡±. ¡°No se nos permite compartir nuestras interpretaciones de fe, estamos silenciadas (...). No suplicamos poder, el poder siempre corrompe, solo pedimos ser respetadas¡±.
La presentaci¨®n del S¨ªnodo, sin embargo, solo confirm¨® que la ola se acerca hacia una Iglesia que todav¨ªa se considera impermeable a determinados cambios sociales. Baldiseri, subray¨® que esta vez se ha cuatriplicado el n¨²mero de mujeres que participan en la reuni¨®n. Pero fue incapaz de dar una explicaci¨®n convincente, m¨¢ all¨¢ de las normas establecidas, al motivo de que sigan siendo intrascendentes a la hora de tomar decisiones. ¡°El s¨ªnodo es un organismo, no un derecho divino. As¨ª que hay que ce?irse a la norma establecida. Un c¨®digo de derecho can¨®nico firmado por el Papa¡±. Es as¨ª, nada m¨¢s.
Las fricciones internas, en una Iglesia actualmente fracturada por las embestidas del sector ultraconservador, llegar¨¢n al s¨ªnodo a trav¨¦s del debate sobre la ordenaci¨®n de hombres casados y con familias para poder paliar la falta de vocaciones en lugares remotos del mundo (conocidos como viri probati).
La discusi¨®n, nadie lo esconde ya, est¨¢ sobre la mesa. Aunque afecte solo colateralmente al asunto del celibato. Baldiseri trag¨® saliva un par de veces ayer cuando se le record¨® que figuras de peso como el purpurado Gerhard M¨¹ller, ex prefecto para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, hab¨ªa tachado de herej¨ªa el tratamiento que se estaba llevando a cabo. ¡°No es un documento pontificio¡±, excus¨® en referencia al instrumento de trabajo sobre el que se debatir¨¢ teniendo en cuenta que ¡°el celibato es un don de la Iglesia¡±. La Amazonia, sin embargo, servir¨¢ como laboratorio para una serie de debates tanto tiempo aplazados y de consecuencias todav¨ªa imprevisibles.
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