¡°Esto es Pozoblanco y esto es La Manada¡±
Cuatro miembros del grupo van a juicio en C¨®rdoba por abuso sexual y delito contra la intimidad a una joven dos meses antes de violar a otra chica en Sanfermines
La joven de Madrid que el 7 de julio de 2016 fue agredida sexualmente por La Manada en el rellano de un portal de Pamplona durante los Sanfermines no fue su ¨²nica v¨ªctima. Dos meses antes, el 1 de mayo, cuatro de sus integrantes abusaron presuntamente de otra joven, con 21 a?os entonces, en el interior de un coche mientras estaba inconsciente. Fue en Pozoblanco (C¨®rdoba). Como en el caso de Navarra, los hechos fueron grabados con un m¨®vil y compartidos en dos grupos de WhatsApp. La Fiscal¨ªa pide para cada uno tres a?os de c¨¢rcel por un delito de abuso sexual, cuatro a?os m¨¢s por otro delito contra la intimidad y para uno de ellos, Antonio Jes¨²s Cabezuelo, una multa de 12 euros diarios durante dos meses por lesiones leves, por haber pegado una bofetada a la v¨ªctima tras negarse a realizarle una felaci¨®n. El lunes comienza el juicio. Ellos han sido trasladados a C¨®rdoba desde las distintas prisiones en las que est¨¢n esta semana.
La cordobesa solo tuvo noci¨®n de lo sucedido cuando, dos meses despu¨¦s, la Polic¨ªa Foral de Navarra le mostr¨® el v¨ªdeo al que se accedi¨® durante la investigaci¨®n de la agresi¨®n sexual de los Sanfermines. Hasta entonces, solo recordaba que hab¨ªa conocido a un chico sevillano. Por eso no denunci¨®, aunque se tom¨® fotos de los moratones y del vestido rasgado con los que se encontr¨® cuando entr¨® en su casa.
Todo sucedi¨® en la madrugada del 1 de mayo de 2016, durante la feria de Torrecampo (C¨®rdoba). Ella denunci¨® tras ver el v¨ªdeo y las diligencias se abrieron en octubre de 2016. De acuerdo con los hechos relatados en el auto de procesamiento dictado el 19 de septiembre de 2018, la chica, que hab¨ªa acudido con unos amigos desde Pozoblanco, conoci¨® en una de las casetas a Alfonso Jes¨²s Cabezuelo, el militar de La Manada, a Jes¨²s Escudero, el peluquero, a Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil, y a Jos¨¦ ?ngel Prenda, que estaba en paro. A la salida, la chica "decide volver a Pozoblanco con los investigados mont¨¢ndose en su coche", seg¨²n el auto de procesamiento de la juez.?
A los mandos del veh¨ªculo se coloc¨® Guerrero, su due?o. Prenda iba a su lado, como copiloto. La joven se sent¨® en la parte trasera, entre Cabezuelo y Escudero. Tras entrar en el coche, la chica cay¨® ¡°en un estado de profunda inconsciencia¡±, seg¨²n describe la juez de instrucci¨®n. En su escrito de acusaci¨®n, la Fiscal¨ªa es m¨¢s expl¨ªcita y se?ala: ¡°Debido probablemente a la cantidad de alcohol ingerida, sin que haya podido determinarse si, adem¨¢s de ello, tom¨® de forma deliberada o sin saberlo, alguna otra sustancia estupefaciente, la citada cay¨® en un estado de profunda inconsciencia, hasta el punto de no recordar lo sucedido en el trayecto del veh¨ªculo, una vez que abandona el mismo¡±.
Los cuatro integrantes de La Manada aprovecharon esa circunstancia para empezar a tocarle los pechos ¡°tanto por fuera como por dentro de la ropa [¡] con ¨¢nimo libidinoso¡±, destalla el fiscal. ¡°Alfonso [el militar] la agarra del cuello y da varios besos en la boca, mientras Jos¨¦ ?ngel [Prenda] est¨¢ con el m¨®vil de Antonio Manuel [el guardia civil], grabando la escena y al mismo tiempo le toca a la joven el pecho¡±, narra la juez. Jes¨²s Escudero tambi¨¦n se sum¨® a los abusos. Hasta Guerrero le palp¨® un seno mientras conduc¨ªa, seg¨²n el auto de procesamiento. Su conducta -calificada por el Ministerio P¨²blico como ¡°de ¨ªndole evidentemente sexual¡±- fue acompa?ada ¡°de risas bajas¡± por parte de ellos, tal y como constata la juez.
El hostigamiento no par¨® all¨ª, de acuerdo con la instructora. Al llegar a Pozoblanco, donde resid¨ªa el guardia civil, todos se apearon del veh¨ªculo, salvo Cabezuelo, que se puso al volante, y la joven que ya consciente se coloc¨® a su lado en la parte delantera. Cuando aparc¨® cerca de la casa de la chica, el militar le dijo que le hiciera una felaci¨®n. ¡°Ante la negativa de esta, le da una bofetada en la cara y otra en el brazo, ech¨¢ndola del coche, mientras le dice que es una ¡®puta¡±, recoge el auto de la jueza. En su escrito de acusaci¨®n, el fiscal habla de ¡°pu?etazo en el brazo¡±, seguido de un ¡°empuj¨®n para que saliera del coche¡±, y explicita que de ese maltrato ¡°no ha quedado constatada lesi¨®n alguna¡±. "La v¨ªctima se encuentra entonces sola, con la ropa desgarrada y un moret¨®n en la pierna. Asustada, llama a un amigo. Llega por fin a su casa. Su madre ve su aspecto. Entra callada y a¨²n en estado de shock por todo lo sucedido", detalla el escrito de calificaci¨®n de la Asociaci¨®n Clara Campoamor que concurre como acusaci¨®n popular.
Vejaciones en el chat
Mientras Cabezuelo dejaba a la cordobesa cerca de su residencia, el resto de La Manada hab¨ªa enviado el v¨ªdeo con los tocamientos a dos grupos de WhatsApp: La Manada, un chat integrado por siete personas, y Peligro, del que forman parte una veintena de personas, entre ellas ?ngel Boza, el quinto integrante de La Manada, en prisi¨®n por la violaci¨®n de los Sanfermines, pero que no acudi¨® a la feria de Torrecampo. ¡°Esta es La Manada y esto es Pozoblanco¡±. Con esta frase, contundente y reveladora, pronunciada por Guerrero, se cerraba la grabaci¨®n.
Unas im¨¢genes -tomadas ¡°de com¨²n acuerdo¡± por los cuatro j¨®venes, para hacer ¡°alarde de la acci¨®n realizada y con evidente ¨¢nimo de vejar y vulnerar la intimidad de la perjudicada¡±, afirma el fiscal- que suscitaron todo tipo de comentarios y burlas denigrantes por parte de los integrantes de los chats donde se publicaron y de los propios protagonistas. Prenda destaca: ¡°Vino de follarse a la bella durmiente¡± y ¡°perdimos el salto de hacer algo grande¡±. ¡°Carman [personaje de South Park] ve un cuerpo humano inconsciente y ai esta el t¨ªo ya sea pa robarle o pa meterle mano, jajaja¡± (sic) o ¡°que habilidad conduciendo con una mano y con la otra cogiendo una teta¡±, son otras de las expresiones que la juez recoge en su auto de procesamiento.
Entre ellas tambi¨¦n hay alusiones a si a la chica le dieron ¡°cloroformo¡± o ¡°burundanga¡±. Unos extremos que no se han podido probar durante la fase de instrucci¨®n, que comenz¨® en octubre de 2016 y se prolong¨® durante casi dos a?os. Durante ese per¨ªodo, la v¨ªctima prest¨® declaraci¨®n hasta en tres ocasiones. Sus supuestos agresores intervinieron por videoconferencia en las c¨¢rceles en las que estaban en prisi¨®n preventiva por el caso de Pamplona. Su defensa pidi¨® que el v¨ªdeo no se tuviera en consideraci¨®n al haberse incorporado al procedimiento desde otra investigaci¨®n. Ahora comparecer¨¢n en persona tras ser trasladados a C¨®rdoba desde los centros penitenciarios donde ya cumplen condena efectiva de 15 a?os por un delito de agresi¨®n sexual.
En este tiempo, los pasos de La Manada mientras estuvieron en libertad provisional no han dejado de ser escrutados. Su primera v¨ªctima, sin embargo, ha preferido mantenerse en el anonimato despu¨¦s de hablar en abril de 2018 con?El Espa?ol. El trauma de conocer lo que le ocurri¨® a trav¨¦s de un v¨ªdeo y su repercusi¨®n social y medi¨¢tica derivaron en un estr¨¦s postraum¨¢tico del que tard¨® mes y medio en restablecerse. La joven tuvo que abandonar Pozoblanco, donde hab¨ªa residido toda su vida. El lunes volver¨¢ revivir su pesadilla.
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