Los buzos, sobre el cuerpo de Diana Quer: ¡°Antes de morir tuvo que suceder algo espantoso¡±
Los testigos defienden que la ¡°anormal¡± postura, con las piernas abiertas, y la rigidez con la que apareci¨® la v¨ªctima de El Chicle se deben a una situaci¨®n de ¡°gran p¨¢nico¡±
Cuando El Chicle acab¨® confesando, a la tercera, el lugar exacto donde hab¨ªa escondido el cuerpo de Diana Quer, y cuando el pastor belga Elton, de la Guardia Civil, se tumb¨® sobre la losa del pozo confirmando que all¨ª estaba, nadie pod¨ªa imaginar el horror que aguardaba bajo esa tapa. El cad¨¢ver de la madrile?a de 18 a?os, desaparecida de A Pobra do Carami?al (A Coru?a) 497 d¨ªas antes, estaba suspendido en sentido inverso, con la cabeza a 50 cent¨ªmetros del fondo y los pies hacia arriba. Una extra?¨ªsima postura para un cuerpo sumergido y que nada tiene que ver con la descripci¨®n hecha por el acusado, Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn, en el juicio, cuando dijo que el cuerpo "flotaba". Diana ten¨ªa los pies apuntando hacia los lados, las rodillas ligeramente flexionadas, las piernas entreabiertas y la espalda r¨ªgida, arqueada hacia atr¨¢s, o como han dicho este viernes los buceadores de la Guardia Civil que la reflotaron, "hiperextendida". Nunca, si no es porque antes de morir se ha vivido una situaci¨®n de "dolor" o "gran p¨¢nico", ha explicado otro buzo experto en rescates en espacios peque?os, los cad¨¢veres aparecen de esta forma "absolutamente anormal" en el agua.
"El tiempo har¨ªa que el cuerpo estuviera en posici¨®n casi fetal y fl¨¢cido", con las piernas y los brazos colgando hacia abajo, ha explicado este especialista que ha recuperado n¨¢ufragos de camarotes sumergidos y cad¨¢veres de coches y alg¨²n helic¨®ptero bajo el agua. "Si el cuerpo queda r¨ªgido", supuestamente en la misma postura que cuando le sobrevino la muerte, solo se puede deber a una cosa: "Antes de morir tuvo que sucederle algo espantoso" que le hizo generar una enorme cantidad de "adrenalina", ha asegurado el testigo.
Cuando el 31 de diciembre de 2017 los bomberos abrieron el pozo de la antigua f¨¢brica de gaseosa y luego muebler¨ªa de Asados (Rianxo), lo primero que hicieron fue introducir con un cabo una c¨¢mara unida a una linterna hasta el lugar pr¨®ximo al fondo en el que se hallaba el cad¨¢ver. El aljibe de agua fr¨ªa y dulce, situado al final del s¨®tano, med¨ªa unos 10 metros de profundidad y se pudo comprobar que el cuerpo de Diana Quer estaba "completo". La angostura del hueco, de 1,35 cent¨ªmetros de di¨¢metro como m¨¢ximo, oblig¨® a que solo un buzo del Grupo de Actividades Subacu¨¢ticas de la Guardia Civil de A Coru?a pudiese descender en paralelo a la v¨ªctima. La chica estaba lastrada para que no saliese a flote, con dos bloques de adobe unidos por un cable el¨¦ctrico que sumaban 18,4 kilos. Al cortar ese cable que le pasaba por las axilas y la cintura, los gases contenidos en la caja tor¨¢cica provocaron el ascenso del cuerpo mientras era frenado por otro submarinista del instituto armado situado a m¨¢s altura. El guardia civil trataba de ralentizar la velocidad natural de subida para que no se deteriorase.
Pero el estado en que se hallaba el cad¨¢ver despu¨¦s de tanto tiempo sumergido hizo imposible que saliese entero. El cuerpo estaba "saponificado", es decir, con los tejidos blandos transformados en "jab¨®n" por acci¨®n del agua. As¨ª que emergi¨® "desmembrado" parcialmente. El agente tuvo que volver a descender para recuperar del fondo, entre otras partes, "el cr¨¢neo", que conservaba "una zona de cuero cabelludo" y "melena larga y oscura". Entre ese pelo subi¨® a la superficie, enredada, una gran brida pl¨¢stica negra, cerrada, con una circunferencia compatible con un estrangulamiento humano.
La truculencia de la escena del levantamiento del cad¨¢ver no se puede obviar. Es fundamental para la tesis de la acusaci¨®n, que sostiene que esa brida fue la alevosa arma homicida; mientras que la defensa de El Chicle alega que la muerte fue accidental y se produjo al apretar el cuello con las manos. Aunque el guardia civil que lleg¨® hasta "la altura del pecho" de Diana no pudo apreciar nada como una cincha pl¨¢stica cuando el cad¨¢ver estaba completo, tanto la fiscal como el abogado de la familia Quer defienden que si la correa de pl¨¢stico ya no estaba en el cuello al emerger, a pesar de hallarse cerrada, es porque la manipulaci¨®n necesaria para el rescate rompi¨® los restos mortales.
Los v¨ªdeos tomados durante el rescate no han sido mostrados al p¨²blico presente en la sala donde se celebra este juicio de la secci¨®n sexta de la Audiencia de A Coru?a, con sede en Santiago. Pero los miembros del tribunal popular, cinco hombres y cuatro mujeres (m¨¢s dos suplentes, hombre y mujer) s¨ª han tenido que verlos. A alg¨²n jurado se le han empa?ado los ojos y ha apartado la mirada. Otro ha mascullado varias veces "qu¨¦ horror, qu¨¦ horror".? El autor confeso de la muerte de Diana Quer no ha dirigido la vista ni un instante al monitor que tiene, durante todo el juicio, delante y que impide la visi¨®n directa entre ¨¦l y el padre y la hermana de la v¨ªctima. La muchacha de 19 a?os, destrozada, ha necesitado abandonar varias veces el lugar por lo duro del relato de los buzos.
Entre la docena de testigos que han prestado declaraci¨®n esta ma?ana, en la cuarta sesi¨®n del juicio por los supuestos delitos de rapto, violaci¨®n y asesinato de Diana, adem¨¢s de distintos agentes que intervinieron durante la investigaci¨®n y de los rescatadores de la guardia civil y los otros buceadores expertos en recobrar n¨¢ufragos, ha participado una mujer submarinista. Por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas fue elegida en noviembre de 2018 para protagonizar una prueba de sumergimiento, lastrada por la cintura con dos bloques de adobe en un tanque que posee el instituto armado en Cartagena. La buceadora profesional ha asegurado que, con ese peso, es "f¨ªsicamente imposible" que un cuerpo "se mantenga a flote" y ha reconocido que recuerda el d¨ªa del ensayo "con horror" por lo que sinti¨® en el fondo del agua.
Unos faros, un m¨®vil formateado y unos perros que se aproximan
Varios guardias civiles han explicado esta ma?ana c¨®mo se fue perfilando la identidad del sospechoso desde que la familia present¨® la denuncia por la desaparici¨®n de Diana Quer, a las 12.24 del 22 de agosto de 2016. Desde aquel momento inicial en que todav¨ªa estaba en pie la posibilidad de una marcha voluntaria de la joven, pronto fijaron el foco en el desolado final del paseo litoral de A Pobra, donde se le perd¨ªa el rastro f¨ªsico. El estudio del posicionamiento telef¨®nico del terminal de Diana Quer revel¨® hacia d¨®nde se movi¨® aquella madrugada a partir de entonces y a qu¨¦ velocidad, as¨ª que se revisaron las c¨¢maras de esa ruta, la de una gasolinera y las de la autov¨ªa AG11, en esa franja horaria. Y la criba redujo las sospechas de los investigadores a solo seis autom¨®viles.
Al cotejar los coches que pasaron con los datos de los repetidores de telefon¨ªa lograron identificar pr¨¢cticamente a todos los propietarios de esos veh¨ªculos, y esto les ayud¨® a afinar al m¨¢ximo su punto de mira. En el blanco estaba un coche que, en las c¨¢maras, no era un coche, sino unas luces, la imagen de unos faros que atravesaban el viaducto a gran velocidad. Una empresa de ingenieros de Vigo, ISV, logr¨® descifrar, a partir de la altura y distancia de esos focos del veh¨ªculo, que se trataba de un Alfa Romeo 166 como el que utilizaba El Chicle. Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn hab¨ªa hecho su recorrido a 140 kil¨®metros por hora desde la c¨¢mara de la gasolinera Repsol de Rianxo (a las 2.53) hasta la salida 17, por la que abandon¨® la autov¨ªa a las 3.04 para dirigirse a la nave de Asados.
Cuando se completaron los datos del posicionamiento telef¨®nico del sospechoso, los perros de la Guardia Civil centraron la b¨²squeda de alg¨²n rastro de la joven desaparecida en esta ¨²ltima zona a partir de agosto de 2017. Llegaron a trabajar, en noviembre de aquel a?o, solo un mes antes de la detenci¨®n de Abu¨ªn, aguzando el olfato a 60 metros de la nave. Pero la Guardia Civil nunca lleg¨® a entrar en ella porque era una propiedad privada y previamente requer¨ªa autorizaci¨®n judicial. El instructor hac¨ªa muchos meses que hab¨ªa archivado provisionalmente la causa al no poderla dirigir "contra ninguna persona concreta".
Cuando fue detenido, hac¨ªa ya m¨¢s de un a?o que el autor confeso de la muerte de Diana Quer era sospechoso. El 13 de diciembre de 2016, la Guardia Civil le reclam¨® el tel¨¦fono m¨®vil y ¨¦l, aquella ma?ana, entreg¨® el que llevaba en el bolsillo, un Sony Ericcson antiguo. Pero enseguida el experto en delitos telem¨¢ticos que ha declarado este viernes por la ma?ana comprob¨® que ese no era el terminal que se hab¨ªa movido a la par que el iPhone 6 de la v¨ªctima y que el Alfa Romeo gris plata la noche del 22 de agosto.
El agente volvi¨® a requerir a El Chicle para que facilitase el verdadero m¨®vil, y entonces ¨¦l le entreg¨® "voluntariamente" un Samsung m¨¢s nuevo cuyo c¨®digo IMEI s¨ª coincid¨ªa con el detectado por los repetidores. El aparato hab¨ªa sido formateado unas dos horas antes y no conten¨ªa ninguna informaci¨®n sobre la noche de la desaparici¨®n de Diana.
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