Activistas europeos intercambian ideas con l¨ªderes ind¨ªgenas en el coraz¨®n de la Amazonia

En la mitolog¨ªa ind¨ªgena yanomami, las mariposas salieron del borde del mundo para continuar con la vida. Quiso el destino que, en el momento en que cinco voadeiras (como se llaman los botes a motor de los ribere?os amaz¨®nicos) atracaron en la Reserva Extractiva del r¨ªo Iriri, en la Tierra Media (Amazonia), una docena de mariposas amarillas hicieran una fiesta en el cielo. All¨ª, un heterog¨¦neo grupo de 50 personas ¡ªde diferentes etnias, idiomas y nacionalidades¡ª se reuni¨® en el coraz¨®n de la selva tropical m¨¢s grande del mundo para intercambiar conocimientos sobre c¨®mo protegerla y permitir que contin¨²e la vida en el planeta. Un encuentro en v¨ªsperas de la conferencia de la ONU sobre el clima que iba a acoger Chile y que ha sido trasladada a Espa?a.

Jurunas, xikrins, xipayas, kaiap¨®s y yanomamis, entre ellos el cham¨¢n Davi Kopenawa Yanomami, se reunieron durante dos d¨ªas con j¨®venes activistas brasile?os y europeos ¡ªcomo las impulsoras del movimiento Fridays For Future (Viernes por el Futuro) en B¨¦lgica, Anuna De Wever y Ad¨¦la?de Charlier, o la activista rusa Nadya Tolokonnikova, del movimiento Pussy Riot¡ª y cient¨ªficos como la antrop¨®loga Manuela Carneiro da Cunha, entre otros. ¡°Nunca me imagin¨¦ que se realizar¨ªa una reuni¨®n as¨ª¡±. Fue David Kapanawa quien resumi¨® el sentimiento general.

En un aula simple que sirve como lugar de reuni¨®n y como centro comunitario para los ribere?os, la reuni¨®n comenz¨® despu¨¦s de un viaje de 10 horas por el r¨ªo Iriri, afluente del Xing¨², con un ritual yanomami y el poder de una declaraci¨®n en su idioma: awei (s¨ª), palabra gritada que emana fuerza y celebraci¨®n. Para establecer el tono del viaje, la periodista y escritora Eliane Brum, una de las organizadoras del evento junto con el Instituto Socioambiental y otras organizaciones y columnista de este diario, record¨® al l¨ªder y ecologista ind¨ªgena Ailton Krenak: ¡°Dice que, cuando sientes que el cielo est¨¢ muy bajo, solo tienes que empujarlo para respirar. Eso es lo que estamos haciendo aqu¨ª¡±.

¡°Pero ?qu¨¦ eso del clima? ?Para qu¨¦ sirve?¡±, pregunt¨®, de modo pragm¨¢tico, Manoel Assis, presidente de la Reserva Extractiva del r¨ªo Iriri, anfitri¨®n de la reuni¨®n Amazonia Centro del Mundo (que continuar¨¢ en Altamira del 16 al 19 de noviembre). Explic¨® que ¡°no le llegaba la camisa al cuerpo¡± cuando se enter¨® de que iba a recibir a unas 50 personas de diferentes partes del mundo. Los cient¨ªficos que estaban presentes hablaron sobre las condiciones y caracter¨ªsticas del planeta que permiten que haya una ¡°vida estable en la Tierra¡± y sobre los gases que los humanos, las industrias y los 1.500 millones de bueyes que hay en el planeta lanzan a la atm¨®sfera. Comentaron el aumento de la temperatura del planeta y utilizaron mucho la expresi¨®n que est¨¢ en boca de los j¨®venes que siguen a la adolescente sueca Greta Thunberg: el cambio clim¨¢tico.

Tambi¨¦n se habl¨®, por supuesto, del exterminio de los pueblos de la selva, que sufren en manos de grileiros (ladrones de tierras p¨²blicas), madereros, terratenientes y multinacionales. David Kopenawa record¨® a los 27.000 yanomamis que viven en un territorio entre los estados brasile?os de Roraima y Amazonas. ¡°Cada aldea tiene dos chamanes que cuidan del universo, de la ola del mundo. Pero hemos luchado mucho durante 20 a?os. Ahora os toca a los j¨®venes defender a nuestra Madre Tierra. Vosotros construir¨¦is otro tiempo. Nosotros, l¨ªderes de Brasil, os daremos la flecha para que luch¨¦is con el hombre grande¡±, dijo mientras entregaba una pluma a los j¨®venes activistas que estaban presentes. ¡°Os doy la flecha para que acert¨¦is al coraz¨®n del hombre blanco.

Lucharemos con papeles y documentos. Nunca he matado a un hombre blanco, pero ellos han matado a mi gente¡±, a?adi¨®.

Raimunda Gomes, una l¨ªder ribere?a, tambi¨¦n cont¨® que ¡°vio la muerte¡± de cerca con la instalaci¨®n de la central hidroel¨¦ctrica Belo Monte en la regi¨®n de la Vuelta Grande del Xing¨². ¡°No entiendo de clima, de cambio clim¨¢tico, pero s¨ª entiendo de calor y fr¨ªo¡±, dijo Raimunda, que vio como cambiaba la naturaleza a su alrededor. Est¨¢ amenazada de muerte, pero dijo que no se sent¨ªa intimidada y seguir¨ªa con su activismo. ¡°Las balas matan a las personas de una en una; el problema es la pluma, que mata a varias a la vez. La persona que firm¨® la autorizaci¨®n para Belo Monte acert¨® a 40.000 personas de golpe¡±.

?Socorro Costa e Silva, l¨ªder del Quilombo de Barcarena (pueblo formado por descendientes de esclavos rebeldes que conquistaron el derecho a poseer tierras), que tambi¨¦n se encuentra en la regi¨®n del Xing¨², se dirigi¨® directamente a los visitantes extranjeros: ¡°Vosotros, j¨®venes que ven¨ªs del extranjero, aprended algo de m¨ª: queremos que la temperatura del planeta baje, s¨ª. Pero para eso, ten¨¦is que cuidarnos a nosotros, los pueblos de la selva, porque somos nosotros los que cuidamos los ¨¢rboles, los r¨ªos y los animales¡±.

¡°Han hecho mucho m¨¢s que nosotros y les tenemos como ejemplo¡±, reconoci¨® Elijah Mackenzie-Johnson, de 15 a?os, un replicador del movimiento Youth For the Climate (Juventud por el Clima) en el Reino Unido. ¡°Tememos que nos sucedan cosas horribles, pero sabemos que estas cosas horribles ya les est¨¢n sucediendo a ustedes. Y personas de todo el mundo est¨¢n dispuestas a luchar con ustedes para proteger la Amazonia¡±, a?adi¨® Anuna de Wever.

El discurso simple, directo y en¨¦rgico de Socorro lo replic¨® con palabras m¨¢s rebuscadas el antrop¨®logo Eduardo Nunes, quien explic¨® que, ¡°con un conocimiento muy sofisticado para fomentar la biodiversidad en sus jardines¡±, los pueblos ind¨ªgenas de hace miles de a?os formaron la Amazonia de hoy. ¡°Eso demuestra que, sin los pueblos de la selva, no hay selva¡±, sentenci¨® el cient¨ªfico.

Por la noche, las conversaciones continuaron en grupos peque?os o grandes, que com¨ªan a la sombra de un ¨¢rbol o intercambiaban ideas y experiencias alrededor del fuego. Y fue precisamente alrededor de una hoguera donde los j¨®venes se reunieron para escuchar los consejos de Davi Kopenawa. El cham¨¢n reforz¨® su consejo de que los j¨®venes se unan para ¡°formar una barrera y obligar a las autoridades a respetar la Amazonia¡±. La primera parte de la reuni¨®n Amazonia Centro del Mundo termin¨® con cantos, bailes, abrazos y l¨¢grimas de emoci¨®n junto al r¨ªo Iriri, en una ceremonia t¨ªpica del pueblo xipaya, que recuerda: se necesita alegr¨ªa y coraje para posponer el fin del mundo. ?Awei!