Los ocho minutos que ¡®Gran Hermano¡¯ no supo ver
El ¡®reality¡¯ registr¨® un posible abuso sexual en 2017. Nadie intervino mientras se produc¨ªa y se volvi¨® a grabar a la v¨ªctima mientras se lo contaban. El caso est¨¢ pendiente de juicio
Carlota Prado, malague?a de 24 a?os, camina de una esquina a otra de la habitaci¨®n. Est¨¢ viendo unas im¨¢genes que al principio no entiende: ¡°S¨²per, ?qu¨¦ pasa?¡±. La joven est¨¢ sola en uno de los escenarios m¨¢s conocidos de la televisi¨®n espa?ola: el confesionario del concurso Gran Hermano, esa sala en la que los participantes hablan con una voz en off, un productor ejecutivo ¡ªel S¨²per¡ª que les observa desde la sala de control. Solo que este 5 de noviembre de 2017, domingo por la tarde, a la concursante no le hablan de galas ni de pruebas. Le ense?an im¨¢genes capturadas por las c¨¢maras de la casa en la madrugada anterior, que no recuerda porque hab¨ªa bebido. Ocho minutos en los que otro concursante, Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez, murciano, tambi¨¦n de 24 a?os, y entonces pareja de Prado, estaba en su cama y, supuestamente y a la espera de que el caso sea juzgado, abus¨® de ella mientras estaba inconsciente.
En el v¨ªdeo de ella en el confesionario, publicado esta semana por El Confidencial a partir de metraje grabado pero no emitido, se ve que rompe a llorar al ver las im¨¢genes. Se tapa la cara con las manos. Se le corta la respiraci¨®n. ¡°Para ya, S¨²per, por favor¡±, suplica. Aunque no est¨¢ completo, parece evidente que ella no estaba preparada para ver aquello. Que lo que era una situaci¨®n grave de por s¨ª se ha convertido en uno de los mayores fallos de c¨¢lculo de la televisi¨®n, entre una c¨¢mara que inexplicablemente sigue encendida y una chica aterrada, sola y superada.
Desde la productora admiten ahora que fue un error mostrar el v¨ªdeo del abuso
La secuencia en la que se le muestran las im¨¢genes del abuso contraviene lo que se recomienda para tratar a las v¨ªctimas de violaci¨®n. Est¨¢ sola, no tiene a nadie de confianza alrededor, no es un espacio privado y nadie le ha dado la opci¨®n de decidir si quiere verlo. ¡°Est¨¢s haciendo part¨ªcipe a la v¨ªctima de una situaci¨®n de abuso de la que no ten¨ªa conocimiento; adem¨¢s, poniendo las im¨¢genes donde se ve a s¨ª misma en esa tesitura. Es como si la agredieran de nuevo, porque no sab¨ªa que hab¨ªa sido v¨ªctima. Est¨¢ experimentando la primera situaci¨®n de nuevo¡±, explica Elena Hermo, psic¨®loga experta en violencia sexual y de g¨¦nero de la asociaci¨®n Adavas.
La concursante denunci¨® a L¨®pez en 2018. De momento, las responsabilidades jur¨ªdicas no pasan por Telecinco, que no se ha pronunciado oficialmente tras la publicaci¨®n del v¨ªdeo, ni por la productora, Zeppelin TV, que ahora admite que fue un error mostrarle la grabaci¨®n a la concursante. Es un asunto entre particulares, aunque las im¨¢genes reveladas esta semana azuzan el debate con preguntas dif¨ªciles: ?Por qu¨¦ siguieron grabando? ?Por qu¨¦ no intervinieron durante horas? ?Por qu¨¦ dejaron sola a la joven en el confesionario?
Era fin de semana por la noche, hab¨ªa una S¨²per de guardia con menos experiencia y menor capacidad para cambiar el rumbo del programa
¡°La responsabilidad por la emisi¨®n es de la cadena; si las im¨¢genes no se llegaron a emitir, es de la productora¡±, explica el abogado ?ngel Garc¨ªa Castillejo, de MEI abogados y exconsejero de la vieja Comisi¨®n de Mercado de las Comunicaciones. Y a?ade: ¡°En cuanto a la productora, el hecho de que estuviese grabando la escena sugiere que hubo expectativa de reproducirla despu¨¦s, lo que conduce a una pr¨¢ctica reprochable y lesiva para esta mujer. Pudiera dar lugar a la interposici¨®n de acciones por da?os morales, psicol¨®gicos¡ Carlota tiene tiempo para presentarlo¡±.
En 2017, Telecinco emiti¨® Gran Hermano Revolution, la ¨²ltima edici¨®n del reality en la que participaron solo concursantes desconocidos, sin famosos. Aquel 4 de noviembre se celebr¨® en la casa de Guadalix de la Sierra una fiesta en la que estaban los dos protagonistas de esta historia. Hacia la una y media de la madrugada comenz¨® la secuencia de acontecimientos que est¨¢n ya en una instrucci¨®n judicial. Carlota se encontraba mal y Jos¨¦ Mar¨ªa la llev¨® a la cama.
Todo esto se segu¨ªa en la sala de control de la casa, capitaneada por la figura del S¨²per, un productor que observa a los concursantes y les da indicaciones, generalmente en busca de conflicto. Ese 4 de noviembre, adem¨¢s, era fin de semana por la noche, hab¨ªa una S¨²per de guardia con menos experiencia y menor capacidad para cambiar el rumbo del programa.
Quienes desempe?an ese puesto en el programa tienen a su disposici¨®n una palabra clave: ¡°micros¡±. Esa palabra es un c¨®digo para que los concursantes dejen inmediatamente lo que est¨¢n haciendo y obedezcan. La trabajadora de aquella madrugada no la us¨®. Al d¨ªa siguiente la pareja desayun¨® junta. No sab¨ªan nada: ella porque no estaba consciente en el momento del abuso, ¨¦l porque no cre¨ªa haber hecho nada malo.
Carlota Prado estaba sola cuando vio las im¨¢genes, no ten¨ªa a nadie de confianza ni era un espacio privado
En la sala de control del programa hubo cambio de turno. Seg¨²n la productora, la S¨²per alert¨® al relevo de lo ocurrido y se decidi¨® consultar a un grupo de directivos del programa y de la productora sobre los hechos. Se desplazaron psic¨®logos a la casa. Ya despu¨¦s de comer empez¨® a haber reacciones. ?l fue expulsado, alegando ¡°conducta inaceptable¡±. Lo mandaron a una habitaci¨®n en un hotel a las afueras de Madrid, donde le esperaban los psic¨®logos. ¡°Lo tuvieron hasta las once de la noche con ellos, dici¨¦ndole que ten¨ªa que pedir perd¨®n¡±, cuenta Antonio Madrid, su abogado. El letrado ha pedido que se archive el caso contra su cliente. ¡°No existen elementos para una pena de banquillo¡±, defiende. Su solicitud ha sido desestimada. Antonio Madrid explica que Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez, que defiende su inocencia, sigue en tratamiento psicol¨®gico. Carlota Prado lleva dos a?os sin trabajar y tambi¨¦n en tratamiento, seg¨²n El Confidencial. Este peri¨®dico ha intentado recabar, sin ¨¦xito, la versi¨®n de la joven y sus abogados.
Cuando convocaron a Carlota Prado al confesionario ese domingo por la tarde, la c¨¢mara segu¨ªa funcionando, como siempre. Escuch¨® la voz del S¨²per, que le explic¨® que hab¨ªa pasado algo y deb¨ªa ver unas im¨¢genes. Desde la productora aseguran ahora que fue un error mostrarle el v¨ªdeo del abuso. ?Por qu¨¦ lo hicieron? La respuesta var¨ªa seg¨²n a qui¨¦n se pregunte. O bien porque prefer¨ªan que ella viese que no hab¨ªa habido violencia y decida qu¨¦ tipo de abuso hab¨ªa sufrido, o bien para que L¨®pez no pudiera mentirle y decirle que no hab¨ªa pasado nada. Zeppelin avis¨® a la Guardia Civil. Ella sali¨® de la casa de Gran Hermano y regres¨® semanas despu¨¦s. Al salir de nuevo, denunci¨®. El juicio sigue pendiente de fecha.
El precedente de Carlos 'El Yoyas'
Hay un precedente muy conocido de Gran Hermano en el que un concursante fue expulsado tras agredir a una mujer. Carlos Navarro ten¨ªa 24 a?os y era un pastelero en paro de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) cuando en 2001 entr¨® en la segunda edici¨®n del concurso que m¨¢s pol¨¦micas y r¨¦cords de audiencias ha dado a la televisi¨®n espa?ola. Poco tard¨® en hacerse famoso por sus peleas con otra concursante, Fayna Betancourt, a la que frecuentemente amenazaba.
"Le voy a pegar dos yoyas que le van a temblar las orejas", dijo ¨¦l dentro de la casa sobre otro concursante, lo que le vali¨® su mote para siempre, El Yoyas. En abril de 2001, Navarro fue expulsado de la casa. Se cas¨® con Fayna ese mismo a?o y tuvo dos hijos con ella. Estuvieron juntos hasta 2018, cuando ella le demand¨® por violencia de g¨¦nero. El fiscal ve delitos de maltrato, amenazas y vejaciones en su actuaci¨®n. La Fiscal¨ªa pidi¨® para Navarro hace tres semanas ocho a?os de c¨¢rcel, diez a?os sin patria potestad de sus hijos, 14 a?os y medio de alejamiento, y 30.000 euros por da?os morales.
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