Descuartizar un cad¨¢ver solo se castiga con una multa: la defensa de Jorge Ignacio Palma

Cuando el mi¨¦rcoles trascendi¨® que Jorge Ignacio Palma hab¨ªa reconocido ante la Guardia Civil el descuartizamiento de Marta Calvo, dio la impresi¨®n de que hab¨ªa confesado el crimen y el caso estaba pr¨¢cticamente cerrado. Pero no es as¨ª. Si, como muchos sospechan, empezando por los investigadores, el detenido en realidad mat¨® a la joven y se deshizo del cuerpo, su declaraci¨®n constituye en realidad una l¨ªnea de defensa que, seg¨²n admiten un juez, un fiscal, una catedr¨¢tica de Derecho Penal y un abogado sin relaci¨®n con el caso que piden no ser identificados, puede resultar dif¨ªcil de tumbar si la Guardia Civil no halla el cad¨¢ver de la joven o no consigue otros indicios, como la declaraci¨®n de testigos. El objetivo de tal defensa es salir indemne de un proceso en el que probablemente ser¨¢ acusado de asesinato.

Lo primero que resulta chocante es que descuartizar el cad¨¢ver de una persona a la que no has matado y lanzarlo, como sostiene Palma que hizo, en varios contenedores puede ser brutal, pero no constituye en s¨ª mismo un delito, sino en todo caso una infracci¨®n administrativa por infringir el reglamento de polic¨ªa mortuoria.

Seg¨²n ha declarado el detenido, la joven muri¨® tras realizar una pr¨¢ctica sexual de riesgo con coca¨ªna. De ser as¨ª, aunque la droga hubiera sido de Palma, tampoco habr¨ªa delito de tr¨¢fico de drogas, se?alan las fuentes, al considerarse un consumo compartido "en el ¨¢mbito de la intimidad".

La versi¨®n de la muerte accidental resulta a primera vista endeble, porque lo normal en tal caso habr¨ªa sido avisar de lo sucedido para que lo confirmara un forense. Pero a favor del sospechoso juega, parad¨®jicamente, una muerte anterior: en abril otra mujer empez¨® a convulsionar mientras ten¨ªa sexo con ¨¦l en un prost¨ªbulo de Valencia despu¨¦s de consumir coca¨ªna en una pr¨¢ctica similar a la que Palma sostiene que realiz¨® con Marta. Aquella chica, brasile?a, falleci¨® d¨ªas despu¨¦s. Y Palma ni siquiera fue acusado entonces de omisi¨®n del deber de socorro, a pesar de que sali¨® a toda prisa del lugar cuando la mujer empez¨® a convulsionar.

Blindarse ante los restos de sangre

Haber declarado que la descuartiz¨® puede, en otra oscura paradoja, protegerlo del descubrimiento de vestigios org¨¢nicos de Marta, como manchas de sangre, en su casa o en su coche, afirman las fuentes, y hace m¨¢s necesario hallar indicios de violencia para probar su culpabilidad.

Y haberse entregado antes de que se hiciera p¨²blico formalmente que exist¨ªa un procedimiento contra ¨¦l puede, adem¨¢s, servirle de atenuante si se considera, mediante una interpretaci¨®n extensiva, que el descuartizamiento entra dentro del delito que castiga violar sepulturas, penado con solo cinco meses de c¨¢rcel. Las fuentes creen que en el paso que Palma dio la madrugada del mi¨¦rcoles no hay nada improvisado. El abogado del detenido, ?scar Fern¨¢ndez, es un penalista que defiende con frecuencia a acusados por narcotr¨¢fico y organizaci¨®n criminal. Y Palma fue detenido en 2008 en Italia y condenado por tr¨¢fico de coca¨ªna.