El Supremo exige libertad vigilada para el mando que se masturb¨® ante una soldado y que se rehaga la condena

El Tribunal Supremo ha ordenado al Tribunal Militar Territorial Primero que rehaga la sentencia por la que conden¨® a seis a?os y medio de c¨¢rcel a un teniente del Ej¨¦rcito del Aire que durante m¨¢s de un a?o acos¨® y abus¨® sexualmente de una soldado en la base de Alcantarilla (Murcia), llegando a masturbarse delante de ella.

La sentencia del alto tribunal recuerda que es preceptivo imponer la pena preventiva de libertad vigilada para los mandos condenados por tratar a sus subordinados de manera degradante, inhumana o humillante, lo que el tribunal castrense no hizo. Adem¨¢s, le obliga a pronunciarse sobre las medidas que solicit¨® el fiscal (prohibici¨®n de acercarse a menos de 500 metros de la v¨ªctima, su trabajo o su domicilio y de comunicar con ella), lo que los jueces militares obviaron.

El tribunal territorial ya tuvo que aclarar, a petici¨®n del fiscal, que la condena del teniente supon¨ªa su expulsi¨®n del Ej¨¦rcito (p¨¦rdida de empleo), pero evit¨® pronunciarse sobre el alejamiento de la v¨ªctima por considerar que se trataba de una pena potestativa y no imperativa. Para el Supremo, los jueces militares estaban obligados a pronunciarse sobre la petici¨®n del fiscal y no pod¨ªan obviarla sin m¨¢s como hicieron, por lo que les manda dictar una nueva sentencia.

Al admitir las alegaciones del fiscal, el Supremo no ha llegado a pronunciarse sobre el recurso del teniente, al que se opuso la soldado, representada por el letrado Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s.

La investigaci¨®n judicial pas¨® de puntillas sobre uno de los aspectos m¨¢s graves del caso: el hecho de que el teniente coronel y el comandante, superiores del acosador, no creyeran las denuncias de su v¨ªctima, hasta el punto de que esta tuvo que arriesgarse a hacer una fotograf¨ªa al teniente mientras se masturbaba para que le hicieran caso.

El Ministerio de Defensa ha dictado en diciembre una instrucci¨®n con el objetivo de impulsar y reforzar el Protocolo de Actuaci¨®n frente al acoso sexual y por raz¨®n de sexo en las Fuerzas Armadas que, entre otras medidas, pretende blindar la confidencialidad de los procedimientos y la indemnidad de las v¨ªctimas, para evitar que puedan ver perjudicada su carrera profesional a causa de su denuncia.