¡°Solo quiero justicia para mi hermana¡±
Josefa Fraile teme que el homicidio de Carmen, resuelto 38 a?os despu¨¦s gracias al ADN, se quede sin castigo por prescripci¨®n
Josefa Fraile Mu?oz, la madrile?a de 61 a?os que se ha pasado media vida tras las huellas de su hermana Carmen, desaparecida en 1981 y quien hoy tendr¨ªa 63 a?os, se meti¨® en la cama el pasado martes. Est¨¢ a fuerza de pastillas antidepresivas y un nuevo brote de artritis la tiene "casi paralizada".? Es mencionar a Carmen y se echa a llorar. Desde que desapareci¨®, viste de negro. Su abogado le dio el martes una mala noticia. Despu¨¦s de haber estado busc¨¢ndola durante 38 a?os, y conseguir, gracias a una providencial prueba de ADN, descubrir su paradero e incluso dar con el supuesto homicida ¡ªun escritor de origen alem¨¢n afincado en Espa?a, Manuel Macarro¡ª, su abogado le ha dicho que no es descartable que el sospechoso se vaya de rositas.
El crimen de Carmen puede estar prescrito por el paso del tiempo. Desde que trascendi¨® su caso, Josefa huye de los periodistas, pero ha accedido a hablar con EL PA?S. "Estoy que no vivo desde el martes", cuenta entre l¨¢grimas. "Siento mucha rabia, tanta lucha para nada¡±. Aun as¨ª, explica, "est¨¢ ser¨¢ mi mejor Navidad desde 1981; al menos ya s¨¦ d¨®nde est¨¢ y qui¨¦n le hizo da?o".? La ¨²ltima vez que la vio con vida fue un d¨ªa de noviembre de 1981. "Vino a mi trabajo muy nerviosa. Lloraba sin parar. Le ped¨ª que me esperase a la salida, pero cuando fui ya no estaba", describe Josefa.
Ambas eran entonces unas veintea?eras que trataban de remontar una infancia y adolescencia muy desgraciadas. Sus padres las abandonaron con cuatro y seis a?os. Su madre se fue con un hombre que le puso como condici¨®n dejar a las ni?as. ¡°Nos dej¨® como a un perro y se fue¡±, lamenta Josefa. El padre se march¨® a Suiza y luego regres¨® a Madrid ¡°con una italiana¡±. Ella acab¨® en un orfanato y Carmen se qued¨® con la abuela paterna.
Un d¨ªa, antes de que el destino las separara, se prometieron, abrazadas, que siempre estar¨ªan juntas y que si alguna faltaba, la otra la buscar¨ªa. Treinta y ocho a?os despu¨¦s, un juez le ha dicho a Josefa qu¨¦ ocurri¨® con Carmen. Al menos, le queda esa peque?a tranquilidad. ¡°Por fin s¨¦ lo que le sucedi¨® a mi hermana, pero no he podido cumplir mi palabra de encontrarla con vida¡±, llora. Gracias al ADN y a un testamento, Josefa ha sabido recientemente que, pocos d¨ªas despu¨¦s de su desaparici¨®n, a Carmen, embarazada, le descerrajaron un tiro en la base del cr¨¢neo y la enterraron en el jard¨ªn de un chal¨¦ en Sant Salvador de Guardiola (Barcelona).
La b¨²squeda ha sido muy larga. ¡°Cuando vi que pasaba el tiempo y no daba se?ales de vida¡±, rememora, ¡°fui a la polic¨ªa a denunciar su desaparici¨®n, pero me dec¨ªan que ella era mayor y que se habr¨ªa ido a otro pa¨ªs, que lo dejara estar, eran otros tiempos... Pero yo sab¨ªa que no, que a mi hermana le hab¨ªa pasado algo¡±. En 2011, Josefa puso una denuncia, y otra en 2017. Y pidi¨® ayuda a una asociaci¨®n de desaparecidos. Y desde que supo de la existencia de Google, casi a diario, durante muchos a?os, pon¨ªa en el buscador el nombre completo de Carmen. ¡°A ver s¨ª sal¨ªa algo de ella, pero nunca sal¨ªa nada¡±.
El panorama cambi¨® en 2017. Vio en una web que el Juzgado de Primera Instancia 81 de Madrid decretaba dar por fallecida a ¡°Mar¨ªa del Carmen Fraile Mu?oz¡±. Y que lo hac¨ªa a efectos del testamento que pretend¨ªa inscribir el padre de ambas hermanas en favor de sus otros hijos. Para ello, era necesario declarar judicialmente fallecida a Carmen. Cuenta Josefa que nada m¨¢s leerlo, fue corriendo al juzgado y le pidi¨® al juez y al letrado judicial que no la dieran por muerta y que siguieran busc¨¢ndola.
El juzgado abri¨® una investigaci¨®n e interrog¨® a la persona con la que se vio por ¨²ltima vez a Carmen. Era Manuel Macarro, el amante de Carmen en aquella ¨¦poca, que entonces viv¨ªa en Madrid de traducir textos del alem¨¢n al espa?ol. El juzgado lo localiz¨® en Castell¨®n y le pregunt¨® por la mujer. Macarro, por escrito, indic¨® que no la conoc¨ªa de nada, mentira que le acarrear¨ªa luego serias consecuencias. Adem¨¢s, el juzgado inst¨® a Josefa y a su padre a que facilitasen su ADN para enviarlo a todas las comisar¨ªas.
Casi 20 a?os antes, en 1999, otro juzgado, el 4 de instrucci¨®n de Manresa, se hab¨ªa hecho cargo del caso de un cad¨¢ver hallado enterrado en el jard¨ªn del chal¨¦ antes citado, que llevaba dentro un feto de seis meses. El juez que levant¨® el cad¨¢ver archiv¨® el caso provisionalmente al no poder identificarlo, aunque antes se le extrajo el ADN. Al llegar en 2017 el ADN de Josefa y de su padre, se descubri¨® que el cad¨¢ver del jard¨ªn era el de Carmen Fraile.?
El escritor ha vivido durante todo esos a?os tranquilamente en Castell¨®n. Hasta que hace un a?o y medio, tras el cotejo del ADN, la Guardia Civil le detuvo como sospechoso de homicidio y aborto. Ante el juez penal, s¨ª admiti¨® que Carmen y ¨¦l eran amantes. Esta contradicci¨®n es uno de los indicios que han conducido a su procesamiento. Pero neg¨® haberla matado. Reconoci¨® que en 1981 viaj¨® con la joven de Madrid a Barcelona y que compartieron durante varios d¨ªas la casa en la que fue hallado su cad¨¢ver. Seg¨²n Macarro, alquil¨® esa vivienda para llevar all¨ª a su esposa y tres hijos, que viv¨ªan en M¨®stoles (Madrid). Dijo que no sab¨ªa que Carmen estuviese embarazada, y que la joven le dijo, antes de volver ¨¦l a Madrid a recoger a su familia, que se quedar¨ªa varios d¨ªas m¨¢s sola y que luego se marchar¨ªa a Australia. Y precis¨® que nada m¨¢s supo de ella.
El juez de Manresa no le cree. Y le ha dicho a la cara, en su despacho, que est¨¢ convencido de que ¨¦l mat¨® a Carmen. El ADN ha certificado que Macarro era el padre del beb¨¦ que esperaba la joven, lo que finalmente ha llevado al juez a procesarle. Le extra?a, y as¨ª lo dice en el auto de procesamiento, que el escritor no se hubiese percatado de un embarazo de seis meses. El pasado martes, a trav¨¦s de videoconferencia, Macarro volvi¨® a declarar ante el juez de Manresa. Y reiter¨® que ¨¦l no la mat¨®, que ignoraba el embarazo y que volvi¨® a Madrid a por su familia y a la vuelta no volvi¨® a verla.
La defensa de Macarro ha acudido a la Audiencia de Barcelona para pedirle que archive el caso porque los delitos que se le atribuyen ya habr¨ªan prescrito. El juez instructor le ha impuesto una responsabilidad civil de 150.000 euros, pero dado el tiempo transcurrido, ha optado por dejarle en libertad con cargos hasta que la Audiencia dictamine.
Josefa no quiere ni pensar que ¡°tanta lucha al final quede en nada¡±. ¡°Cuando supe que el fiscal avalaba la petici¨®n de prescripci¨®n que se ha puesto ante la Audiencia de Barcelona, me qued¨¦ bloqueada, y estoy en la cama desde entonces, mi artritis se ha descontrolado y la depresi¨®n no me deja vivir¡±, solloza. "Solo quiero justicia para mi hermana", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.