Italia estudia aplazar el pago de hipotecas, facturas e impuestos
Confusi¨®n en el primer d¨ªa de restricciones en todo el pa¨ªs, que ha pillado por sorpresa a los ciudadanos del sur
Toda Italia se despert¨® este martes aislada entre la confusi¨®n y la resignaci¨®n. Los 60 millones de personas que viven en el pa¨ªs tienen prohibido desplazarse, salvo por motivos justificados, debido a las restricciones impuestas por el Gobierno italiano para paliar la epidemia de coronavirus. Las autoridades han explicado que solo est¨¢ permitido moverse por tres razones de fuerza mayor: por trabajo, por salud o por otras causas de urgencia. Esta ¨²ltima motivaci¨®n deja bastante margen de interpretaci¨®n. El Gobierno ha rogado una y otra vez a la gente que permanezca en sus viviendas. "'Me quedo en casa¡¯ es el mejor resumen que podemos hacer de esta situaci¨®n¡±, ha repetido el primer ministro, Giuseppe Conte. Este martes se ven colas para entrar en los supermercados, donde hay que guardar un metro de distancia con otros clientes para prevenir el contagio de la epidemia. Mientras, el Gobierno espa?ol ha prohibido los vuelos directos con Italia hasta el pr¨®ximo 25 de marzo.
Las autoridades italianas estudian en estas horas suspender en todo el territorio nacional el pago de facturas, hipotecas y ciertos impuestos para evitar que las familias y las empresas pierdan liquidez. El ministro de Desarrolo Econ¨®mico, Stefano Patuanelli, ha confirmado en una entrevista en Radio Capital que el Gobierno est¨¢ trabajando en esa direcci¨®n y ha dicho que consideran implantarlo ya desde el 16 de marzo. Entre las posibilidades que barajan est¨¢ la de establecer moratorias fiscales para los aut¨®nomos, muy afectados por esta emergencia, sobre todo en el sector del turismo y los transportes. Los ministerios de Desarrollo Econ¨®mico y de Econom¨ªa est¨¢n trabajando este martes con el Banco de Italia para fijar posibilidades de financiaci¨®n. Patuanelli tambi¨¦n ha sugerido que el Ejecutivo podr¨ªa liberar 10.000 millones de euros para salir en ayuda de los sectores m¨¢s afectados por el impacto econ¨®mico que el coronavirus est¨¢ causando en la econom¨ªa del pa¨ªs.
Apenas unas horas despu¨¦s de que el Ejecutivo aprobara el confinamiento de todo el pa¨ªs ¡ªsituaci¨®n en la que ya estaban Lombard¨ªa y otras 14 provincias del norte¡ª, miles de personas se han lanzado a los supermercados para abastecerse de comida, en particular en el sur, donde la medida pill¨® a los ciudadanos completamente por sorpresa. Las redes sociales y los grupos de WhatsApp se han llenado de im¨¢genes de grandes colas en hipermercados que abren 24 horas y de estanter¨ªas vac¨ªas. Para evitar que escenas as¨ª vuelvan a repetirse, el Ejecutivo ha asegurado que comprar bienes de primera necesidad se considera uno de los motivos de urgencia por los que se permiten los desplazamientos.
En Roma, algunos centros que abrieron durante la noche amanecieron el lunes con los estantes menos llenos de lo habitual, sobre todo en la secci¨®n de frutas y verduras y en la de carnes. ¡°Mi compa?era del turno de noche me advirti¨® de que esta ma?ana tendr¨ªamos que colocar algunas cosas que estaban fuera de su sitio, vino mucha m¨¢s gente de lo normal, sobre todo en torno a la media noche, y algunos pasillos estaban algo revueltos, pero salvo desinfectantes de manos, tenemos m¨¢s o menos de todo¡±, se?ala una cajera ¡ªque pide no ser identificada¡ª de un supermercado que abre d¨ªa y noche en el barrio romano de San Giovanni. ¡°Agua y pasta es lo que m¨¢s falta¡±, a?ade.
No hay ning¨²n temor de desabastecimiento. ¡°El Gobierno ha asegurado que las mercanc¨ªas podr¨¢n circular con normalidad¡±, dice un empleado que pide no dar su nombre mientras repone la secci¨®n de yogures del mismo centro. De hecho, en la calle, el poco movimiento que se aprecia es de camiones y furgonetas de reparto.
Cada cierta distancia, cuando hay un supermercado se ven colas de gente en la acera. Solo pueden entrar pocas personas cada vez para evitar asaltos y asegurar la distancia m¨ªnima de un metro con la que se pretende evitar contagios. El resto espera fuera, en fila y separados entre s¨ª. Este martes, a diferencia de estos d¨ªas anteriores, se ven muchas mascarillas e incluso guantes de l¨¢tex. Ese tambi¨¦n es el nuevo uniforme de todos los empleados de los supermercados.
La gran mayor¨ªa de los supermercados, as¨ª como las farmacias, est¨¢n abiertos para garantizar el suministro. En cambio han cerrado algunos establecimientos de otro tipo, como peluquer¨ªas, ferreter¨ªas, inmobiliarias, peque?as tiendas de ropa o de decoraci¨®n. La normativa dicta que podr¨¢n abrir siempre y cuando garanticen que dentro los clientes podr¨¢n mantener un metro m¨ªnimo de espacio entre ellos.
¡°Llevaba tres d¨ªas sin salir de casa voluntariamente, porque me encuentro bien, pero hoy he decidido salir para hacer una gran compra porque no s¨¦ cu¨¢ndo se podr¨¦ volver a salir¡±, dice Rosa Maria, de 57 a?os, ataviada con una gran mascarilla que casi le tapa tambi¨¦n los ojos. ¡°He salido solo para comprar y me vuelvo a casa, estoy trabajando desde casa¡±, dice frente a otro supermercado al mediod¨ªa Eleonora, de 43 a?os, empleada de una inmobiliaria. ¡°Hemos decidido no ense?ar ni visitar los inmuebles estos d¨ªas, aunque realmente no hace falta, porque pr¨¢cticamente nadie nos est¨¢ llamando¡±, a?ade.
¡°Necesito detergente para lavar la ropa, ?eso es motivo de urgencia o no? He le¨ªdo que el virus permanece unas horas en las superficies, tambi¨¦n en la ropa. Yo hago una colada al d¨ªa¡±, relata Emmanuela mientras espera en la acera con una decena de personas para entrar en una gran droguer¨ªa.
La sensaci¨®n generalizada es que comienza a tomarse conciencia de que es absolutamente imprescindible cambiar el estilo de vida, al menos durante un tiempo, para frenar el avance del virus. El sentimiento m¨¢s extendido es la resignaci¨®n. Aunque despu¨¦s de m¨¢s de dos semanas de incertidumbres y con el trasfondo del brusco aumento de los contagios de los ¨²ltimos d¨ªas ¡ªsolo del domingo al lunes se registraron casi 1.600 casos m¨¢s, aunque el n¨²mero de pacientes curados tambi¨¦n aument¨® notablemente, hasta llegar a 724¡ª la tensi¨®n est¨¢ a flor de piel. Y en alg¨²n lado se escucha alguna discusi¨®n porque no se respeta el orden de la fila o porque alguien est¨¢ demasiado cerca del resto. ¡°No se le ocurra volver a tocarme¡±, se oye en la puerta de una farmacia en la que solo pueden entrar dos personas cada vez. El resto espera en la puerta.
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