Las residencias podr¨¢n contratar trabajadores sin t¨ªtulo para hacer frente al coronavirus
El Gobierno y las comunidades aut¨®nomas aprueban, por un periodo prorrogable de tres meses, que se pueda contar con empleados sin formaci¨®n acad¨¦mica, en caso de escasez de personal
Es un goteo que no cesa y el Gobierno desconoce la cifra global de mayores afectados por coronavirus en residencias de ancianos. As¨ª qued¨® de manifiesto este viernes, cuando el secretario de Estado de Derechos Sociales, Ignacio ?lvarez, reconoci¨® que la cifra concreta la maneja Sanidad. Pero el ministerio de Salvador Illa remite a las comunidades aut¨®nomas. El problema es acuciante. Esta semana han trascendido m¨¢s de un centenar de fallecimientos en residencias. Las patronales reconocen que necesitan ayuda, equipos de protecci¨®n. Los sindicatos se quejan de falta de medios de protecci¨®n, de que el personal se contagia y hay centros en los que escasean las manos.
El Ejecutivo tambi¨¦n desconoce el n¨²mero de profesionales de baja. Ante esta situaci¨®n, el departamento que dirige Pablo Iglesias, la vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha acordado con las comunidades aut¨®nomas la flexibilizaci¨®n en las exigencias para contratar trabajadores: podr¨¢n hacerlo cuando se acredite que no hay demandantes de empleo con las titulaciones requeridas, tanto para residencias como para ayuda a domicilio o un centro social, y adem¨¢s, podr¨¢n realizar estas tareas quienes tengan experiencia en cuidados, aunque no tengan titulaci¨®n, y se sometan a una formaci¨®n pr¨¢ctica de las entidades o empresas que suministren el servicio.
Esta medida de car¨¢cter excepcional tendr¨¢ un plazo de tres meses a partir de este s¨¢bado y se puede prorrogar. La iniciativa sigue la senda de la tomada por Sanidad, que ante el colapso del sistema por la epidemia causada por el coronavirus, anunci¨® el jueves que incorporar¨¢ a 50.000 profesionales, incluyendo a residentes MIR, m¨¦dicos y enfermeras sin plaza y retirados.
Adem¨¢s, el viernes se acord¨® que los profesionales sean considerados de servicio esencial, es decir, que se ponen al nivel de los m¨¦dicos. Y se repartieron los 300 millones de euros anunciados por el Gobierno el martes y que las comunidades podr¨¢n utilizar para reforzar los servicios sociales: en residencias y ayuda a domicilio, incluyendo el refuerzo del personal, y las partidas destinadas a las rentas m¨ªnimas de inserci¨®n, la ayuda que se presta a quienes carecen de otros recursos.
En el reparto se atendi¨® a la poblaci¨®n y a criterios como la insularidad. Andaluc¨ªa es la comunidad que m¨¢s dinero recibir¨¢, 51 millones de euros, y las que menos, Ceuta y Melilla, con 1,5 millones. Tambi¨¦n se distribuyeron 25 millones de euros que se utilizar¨¢n en comedores escolares, para los ni?os en situaci¨®n m¨¢s vulnerable.
El director del Imserso, Luis Barriga, trat¨® el viernes de difundir un mensaje de tranquilidad y de reconocimiento de la labor del sector de la dependencia, donde trabajan unas 290.000 personas, seg¨²n c¨¢lculos de CC OO. Pero reconoci¨® que la situaci¨®n es de ¡°extrema gravedad¡±. No existen cifras oficiales de n¨²mero de trabajadores en residencias, pero el sector calcula que son unos 180.000. Para ser gerocultora (la mayor¨ªa son mujeres), se necesitaba hasta ahora un certificado de profesionalidad, que pod¨ªa conseguirse con un curso de 680 horas entre pr¨¢cticas y formaci¨®n, o un t¨ªtulo espec¨ªfico a trav¨¦s de un grado de Formaci¨®n Profesional, explica Antonio Cabrera, secretario general de la Federaci¨®n de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC OO. Tambi¨¦n trabajan en residencias o atenci¨®n a domicilio t¨¦cnicos de cuidados de auxiliar de enfermer¨ªa. Son dos a?os de formaci¨®n acad¨¦mica que, en caso de necesidad en los centros, ya no ser¨¢n necesarios.
Nuevo protocolo para los centros
A final de 2018, ¨²ltimo dato disponible, unas 380.000 personas mayores viv¨ªan en residencias. Muchos de ellos, mayores de 80 a?os, un grupo de poblaci¨®n con el que el virus se ceba especialmente. Por ello, el jueves se firm¨® una orden del Ministerio de Sanidad, que cont¨® con la colaboraci¨®n del departamento de Derechos Sociales, que ha sido publicada este s¨¢bado en el BOE, que instaura un nuevo protocolo de obligado cumplimiento en residencias y centros de discapacidad: a partir de ahora, ¡°con car¨¢cter general¡± y haya disponibilidad, deber¨¢ realizarse el test de confirmaci¨®n a los casos con s¨ªntomas de infecci¨®n respiratoria aguda y ser¨¢ obligatoria la supervisi¨®n por parte de personal sanitario de atenci¨®n primaria de los casos de coronavirus.
Hasta ahora, seg¨²n explica Jes¨²s Cubero, presidente de la Asociaci¨®n Empresarial de Servicios para la Dependencia, que agrupa a las grandes compa?¨ªas del sector, en las residencias deb¨ªan avisar a salud p¨²blica de las comunidades aut¨®nomas y los evaluaban telef¨®nicamente y, ¡°en funci¨®n de la presi¨®n asistencial, de los s¨ªntomas y la patolog¨ªa asociada¡± del usuario, se derivaba al hospital o se daban indicaciones para que permaneciera en el centro. Ahora, el protocolo indica la manera en que deben establecerse zonas de aislamiento en los propios centros, preferiblemente separando en diferentes plantas, si el centro lo permite. Deber¨¢ usarse la sectorializaci¨®n de incendios, salvo que esto no sea posible por el tama?o del centro.
Adem¨¢s, se establecen cuatro grupos entre los residentes: los infectados; los que tengan s¨ªntomas compatibles con el virus; quienes, sin s¨ªntomas, hayan tenido contacto estrecho con los posibles casos, y quienes est¨¦n libres de sospecha. Los trabajadores ser¨¢n repartidos entre cada uno de estos grupos. Si un residente presenta infecci¨®n aguda leve, deber¨¢ ser aislado del resto. En caso de que sean m¨¢s de uno, podr¨¢n aislarse por cohortes. El mismo criterio se sigue con los contagiados. Tambi¨¦n se deber¨¢n habilitar zonas para que las personas que sufren demencias o alzh¨¦imer, que en una fase de la enfermedad suelen deambular, puedan caminar, aun en aislamiento (luego deber¨¢n desinfectarse esos espacios). Adem¨¢s, se deber¨¢n adoptar ¡°medidas extremas de limpieza con desinfectantes¡±.
Mientras, la angustia de los familiares crece. Tambi¨¦n la de los trabajadores, tanto de residencias como de ayuda a domicilio. El viernes, el secretario de Estado de Derechos Sociales, Ignacio ?lvarez, reconoci¨® que no saben cu¨¢ndo podr¨¢n repartirse los equipos de protecci¨®n individual entre los trabajadores: batas desechables, mascarillas y guantes que ayuden a que estos no se contagien. ¡°Estamos preocupados por este tema, al que m¨¢s atenci¨®n hemos dedicado [en la reuni¨®n con las autonom¨ªas]. Se pondr¨¢n a disposici¨®n de los servicios sociales tan pronto como lleguen a las comunidades¡±, dijo en la rueda de prensa.
La Coordinadora Estatal de Plataformas de Dependencia ha reclamado este s¨¢bado en un comunicado m¨¢s medios. ¡°Una sociedad como la nuestra no puede consentir que los trabajadores no dispongan del material necesario para el desarrollo de su labor, que los guantes utilizados sean los del Mercadona, o que para atender a 70 ancianos solo haya dos auxiliares¡±, ha afirmado en un comunicado, en el que insta tambi¨¦n a reforzar las plantillas, no solo en residencias, tambi¨¦n en ayuda a domicilio y en servicios sociales.
¡°Las residencias son el hogar de poblaci¨®n de riesgo. Y entraban tanto familiares como el personal, que l¨®gicamente sigue acudiendo al trabajo. Es un c¨®ctel explosivo, una situaci¨®n de riesgo tremenda¡±, explica Gustavo Garc¨ªa, coordinador de estudios de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, experta en el sector. ¡°Incluso en centros que aplicaron las medidas a tiempo se est¨¢n dando casos. Ahora lo fundamental es actuar en donde a¨²n no tienen problemas: hay que habilitar zonas de aislamiento y se necesitan equipos de protecci¨®n individual. Y tambi¨¦n es fundamental que la atenci¨®n domiciliara por parte de los equipos de salud sea efectiva, que se provea de medios, como respiradores. De lo contrario, se estar¨¢ abandonando a los mayores, dej¨¢ndolos a su suerte¡±.
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