La falta de personal sanitario en Brasil pone a los m¨¦dicos mayores en la primera l¨ªnea del coronavirus
Los hospitales, con equipos reducidos, no siempre liberan a los profesionales de mayor edad, que constituyen el grupo m¨¢s vulnerable frente al Covid-19
Hace 51 a?os que el m¨¦dico R.B. trabaja en el Hospital del Servidor P¨²blico Estatal de S?o Paulo. Hoy, a sus 78 a?os, y ante la mayor crisis de salud p¨²blica de la historia reciente de Brasil y del mundo, sigue la pandemia del coronavirus lejos del hospital. Aunque no presente ninguna dolencia, su edad lo sit¨²a en el grupo m¨¢s vulnerable ante los riesgos del Covid-19. Desde su casa, por tel¨¦fono, habla del dilema de tener que abandonar su trabajo. ¡°Los compa?eros m¨¢s j¨®venes me dijeron que me quedara en casa. Y, a esta edad, uno ya est¨¢ un poco fuera de la primera l¨ªnea; desde ese punto de vista, yo podr¨ªa retirarme¡±, explica. R.B, sin embargo, puede considerarse una excepci¨®n. ¡°Somos 30 colegas en mi equipo. Yo soy el mayor, pero muchos pasan de los 60¡± y siguen trabajando, dice.
La situaci¨®n del m¨¦dico, que prefiere no identificarse, es uno de los dilemas que la pandemia del Covid-19 genera en S?o Paulo, epicentro de la pandemia en Brasil. Muchos profesionales sanitarios, fundamentales en este momento, se encuentran dentro del grupo de riesgo de la enfermedad. Los n¨²meros presentados d¨ªa tras d¨ªa en Brasil y en el mundo demuestran que la mayor¨ªa de las muertes registradas como consecuencia del coronavirus son de personas mayores. Este lunes, un episodio emblem¨¢tico demostr¨® las dificultades de la tarea de los m¨¦dicos mayores. El infect¨®logo David Uip, de 67 a?os, coordinador del centro de contenci¨®n del coronavirus en el Estado de S?o Paulo, dio positivo y fue apartado temporalmente de su trabajo. Uip, uno de los m¨¢s respetados m¨¦dicos de Brasil, se presentaba diariamente a las ruedas de prensa con las cifras oficiales de infectados, junto al gobernador, Jo?o Doria, y el secretario de Salud estatal, Jos¨¦ Henrique Germann.
En S?o Paulo no hay contrataciones para los hospitales p¨²blicos desde 2015. Que R.B. pueda quedarse en su casa es una excepci¨®n. La mayor¨ªa de los m¨¦dicos con m¨¢s de 60 a?os ¡ªsus propios compa?eros, incluso¡ª siguen fichando todos los d¨ªas en los hospitales del Estado. ¡°Tenemos una plantilla que est¨¢ en la etapa final de su carrera, y esa es una realidad muy parecida tambi¨¦n en la ciudad de S?o Paulo¡±, explica Eder Gatti, infect¨®logo del Hospital Emilio Ribas y presidente del sindicato de m¨¦dicos. ¡°El Gobierno se ve ahora en ese dilema: un mont¨®n de profesionales de m¨¢s de 60 a?os expuestos a correr riesgos por trabajar en primera l¨ªnea ante una enfermedad altamente contagiosa¡±, dice. Este mi¨¦rcoles, S?o Paulo contaba con 862 infectados y 48 muertes por coronavirus. Brasil lleva 2433 infectados y 57 muertos.
En Italia, la actuaci¨®n en esa primera l¨ªnea ya ha provocado el fallecimiento de al menos 25 facultativos como consecuencia del coronavirus, y m¨¢s de 90 est¨¢n infectados. S?o Paulo a¨²n no tiene ese balance, pero todav¨ªa no se ha detallado ning¨²n plan de protecci¨®n para los profesionales m¨¢s vulnerables. Al contrario, la orden es que el personal sanitario que estaba de vacaciones o licencia, mayores incluidos, regrese al trabajo inmediatamente. El poder p¨²blico se ve en una carrera contrarreloj para contratar a nuevos profesionales, incluida la idea del Gobierno federal de apremiar la graduaci¨®n de los estudiantes de medicina para que puedan actuar en esta crisis.
Este martes, Wanderson de Oliveira, secretario de Vigilancia Sanitaria, afirm¨® que muchos profesionales de la salud y de la seguridad p¨²blica no pueden acudir a sus puestos de trabajo, no por precauci¨®n, sino porque son sospechosos de tener la enfermedad. Por eso, la cartera pretende realizar test r¨¢pidos entre ellos. ¡°Hay muchos profesionales de salud y de seguridad en aislamiento que tienen que volver al trabajo, pero seguros¡±, afirm¨®.
Sin embargo, es un nudo dif¨ªcil de desatar. ¡°Lo ideal ser¨ªa destinar a esos profesionales [mayores] a la retaguardia, no dejarlos en la atenci¨®n directa¡±, dice Eder Gatti. Pero la realidad es diferente. ¡°De los cinco m¨¦dicos de mi equipo, dos tienen entre 30 y 40 a?os; una, entre 45 y 50; y dos tienen m¨¢s de 60 a?os¡±, apunta. ¡°Ayer mismo, dos m¨¦dicas obtuvieron la baja porque ten¨ªan s¨ªntomas respiratorios. Tuvimos que encontrar a un sanitario de guardia extra que, al final, era un m¨¦dico de 62 a?os¡±.
Para el m¨¦dico Jos¨¦ Luiz Gomes do Amaral, presidente de la Asociaci¨®n Paulista de Medicina, aunque la cifra de funcionarios sea insuficiente es necesario pensar estrat¨¦gicamente. ¡°Si el pa¨ªs entra en guerra, se convoca a los reclutas para la primera l¨ªnea y se moviliza a los reservistas. Igual valdr¨ªa la pena identificar r¨¢pidamente a esos profesionales [m¨¢s vulnerables] y realizar un reclutamiento de emergencia para reemplazarlos¡±, sugiere. Sea como sea, no es una situaci¨®n f¨¢cil ni para los gestores o administradores ni para los profesionales. ¡°Es un sentimiento desagradable, porque ni siquiera estoy cerca de los pacientes; estoy fuera¡±, dice el m¨¦dico R.B.
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