Mar¨ªa Neira: ¡°Me muero por volver a cantar ¡®I feel good¡¯ en el coche con mis amigas¡±

Quedamos en charlar por Skype a las 18,30 del pasado jueves y a esa hora exacta aparece en la pantalla desde su casa de Ginebra vestida con una impecable camisa blanca y un elegante cuadro de trazos blancos y negros de fondo. La imagen transmite orden y calma. Ni sobra ni falta nada. Se confirma as¨ª la sensaci¨®n de serena profesionalidad que desprende despu¨¦s de verla en docenas de conexiones en directo en medio de acalorados debates en todas las teles del pa¨ªs durante estos d¨ªas de infarto. Est¨¢ claro que Neira cuida los detalles. Lo que no estaba tan claro, y queda meridiano despu¨¦s de la charla on y off-the-record, es que la directora de Salud P¨²blica de la OMS tiene un sentido del humor a prueba de bombas. Y de virus.

?Cu¨¢ntas horas ha dormido?

No las cuento porque me pongo muy nerviosa, pero pocas. En general duermo poco, pero es cierto que estos d¨ªas a¨²n menos.

?Toma alguna pastilla?

Jam¨¢s he tomado un somn¨ªfero. Antes me preocupaba, pero he visto que mi cuerpo funciona bien as¨ª.

Habiendo estado en Ruanda en los peores a?os habr¨¢ visto cosas para no dormir. ?Una se acostumbra?

He vivido algunas cosas muy duras, pero acostumbrarme, nunca. Simplemente lo que haces es absorberlo, incorporarlo y balancearlo con otras cosas buenas que he visto. Tard¨¦ muchos a?os en hablar de Ruanda. Luego, de repente un d¨ªa vimos la pel¨ªcula Hotel Ruanda mi marido y yo, que ¨¦l tambi¨¦n estuvo ah¨ª, nos hartamos de llorar, y ahora puedo hablar de eso con cierta serenidad.

?Es como pasar un duelo?

S¨ª, sobre todo porque te sorprende que uno pueda hacer esas cosas. No te puedes imaginar que la secretaria a la que bautizamos a su ni?a y parec¨ªa una mam¨¢ dulc¨ªsima, fue jefe de escuadrilla y dirigi¨® matanzas con su machete. ?Cu¨¢nto lo hizo por miedo, por que si no la mataban? No s¨¦. Pero tambi¨¦n vi muchas m¨¢s cosas buenas que malas. Incluso en medio de todo eso vi cosas incre¨ªbles.

Ruanda, El Salvador, guerras, epidemias. Su vida es de pel¨ªcula.

?T¨² crees? Me toca ser consciente cuando lo cuento. Pienso: ?de verdad hice eso?, qu¨¦ inconsciente era, ?por qu¨¦ nadie me tir¨® de la oreja y me llev¨® para casa? Pensaba que la bandera de M¨¦dicos Sin Fronteras era mi escudo. Una vez, entre El Salvador y Honduras en plena guerra, me bajaron unos guerrilleros, que no pueden perder la cara ante una mujer, les grit¨¦ ¡°tengo penicilina¡± y fue la palabra m¨¢gica. Cinco minutos despu¨¦s los ten¨ªa a todos en fila con el pantal¨®n en los tobillos. Me salv¨® la penicilina, jaja.

Veo que humor no le falta.

Nunca. Yo me r¨ªo mucho e intento sacar siempre la parte buena de todo. La vida es muy bonita y la gente es muy simp¨¢tica. Hay gente que no es simp¨¢tica, pero hay que identificarla e intentar exponerse a ella lo menos posible.

?Se r¨ªe con el humor negro?

Menos. Pero estos d¨ªas, todos esos mails, esos memes, todas esas tonter¨ªas. Me entra una risa incre¨ªble de c¨®mo la gente tiene tanto ingenio para capear la crisis.

?El coronavirus es lo peor que nos ha pasado en la vida?

Es lo m¨¢s excepcional en todo el sentido de la palabra. Por la situaci¨®n global, por la atenci¨®n, por el p¨¢nico que ha generado, por lo que se le ha pedido al mundo. Nunca en la historia de la humanidad en salud p¨²blica se hab¨ªa pedido a nadie quedarse en casa, y hoy tenemos a un tercio de la poblaci¨®n del planeta confinada, parando la actividad econ¨®mica. Nunca pens¨¦ que iba a ver esto, y no creo que nadie con quienes trabajo, ni en sus elucubraciones, lo hubiera imaginado.

?Peor que las guerras?

Creo que s¨ª, porque una guerra es algo que interrumpe de forma excepcional, pero es provocada por nosotros y por lo tanto, hay mecanismos para controlarla. Pero esto ha sido en todos los frentes, no s¨¦, una avalancha. Es lo nunca visto, no cabe duda.

Usted es tambi¨¦n directora de Medio Ambiente de la OMS. ?Se acuerda de Greta?

Es impresionante. Ahora hay como un poco de pudor para hablar de la crisis del cambio clim¨¢tico con la que est¨¢ cayendo. Pero con mi equipo estamos empezando a preparar ya el post Covid-19. Estamos viendo los canales de Venecia limpios, el cielo de Wuhan o de otras ciudades limpio como nunca por las medidas que se est¨¢n tomando por la pandemia. Hay mucho de ir¨®nico, es una cosa incre¨ªble, pero las medidas de confinamiento est¨¢n salvando ya miles de vidas a trav¨¦s de esa disminuci¨®n dr¨¢stica en la contaminaci¨®n del aire.

Uf, ? cree que el saldo final de muertos y salvados ser¨¢ negativo o positivo?

Son cosas que no se pueden comparar. A quien se muera por la Covid-19 nadie le devuelve la vida. Pero si podemos mantener ciertas medidas, no el confinamiento, por favor, pero s¨ª reducir un poco el nivel de tr¨¢fico de forma efectiva, mantener esa mejor calidad del aire ser¨ªa fant¨¢stico.

Haciendo amigos en la industria automovil¨ªstica...

Bueno, ya me conocen desde hace un tiempo. Siempre les digo que hay una movilidad necesaria, pero que tiene que adaptarse a los nuevos tiempos, y que ellos van a ser los que van a vender coches, pero van a vender coches que no nos destruyan los pulmones.

?Con qu¨¦ se relaja de esta locura?

Reconozco que estas tres ¨²ltimas semanas no desconecto ni un segundo, pero en general tengo mucha capacidad de desconexi¨®n. Mis amigos son sagrados. Puedo estar haciendo algo muy importante y cinco minutos despu¨¦s estar muerta de risa bromeando sobre una banalidad.

Confiese un placer culpable. Y no me diga que el chocolate suizo.

Pues una visita a una de esas tiendas de un se?or conocid¨ªsimo.

?El gallego que ha donado un cargamento de mascarillas y batas?

Ese. Digamos que yo he participado bastante en esa acci¨®n con mis compras en sus tiendas.

Se le nota la afici¨®n en sus fotos. ?El cargo hay que vestirlo?

Mira, lo hablo mucho con mis colegas mujeres. No tenemos que hacernos perdonar. Se puede ser buen profesional, buen cient¨ªfico, sin dar la imagen que todo el mundo espera de nosotros. Al rev¨¦s, me complace mucho sorprender cuando no respondo a la imagen que se hubieran esperado de m¨ª.

?Nota esa sorpresa en vivo?

S¨ª, s¨ª, en alg¨²n profesor de universidad de hace tiempo, de otro estilo y otra tendencia. Se quedan de piedra y, s¨ª, me encanta.

?Tiene alg¨²n mote que usted sepa?

Cuando trabajaba m¨¢s en el terreno me llamaban Robin Hood, porque les quitaba a los ricos para d¨¢rselo a los pobres. Estaba siempre en peleas de movilizaci¨®n de recursos, era muy apasionada y me dec¨ªan: ¡®calla ya, Robin Hood¡¯.

O sea, que cuando esto acabe, me la podr¨ªa encontrar por ah¨ª de tiendas.

Cuando esto acabe me voy a dar una sesi¨®n de amigas a tope. ?Sabes qu¨¦ hacemos? Lo bailamos todo.

?Tambi¨¦n reguet¨®n?

Lo que sea. Hace poco celebramos el cumplea?os de una de ellas y volv¨ªamos a casa cantando a gritos en el coche. Estos d¨ªas me han mandado el v¨ªdeo para subirme la moral. Eso es lo que quiero: me muero por ir de nuevo berreando I feel good en el coche con mis amigas.

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