Una red de hospitales privados concentra el 40% de las muertes por coronavirus de Brasil
De los 201 fallecimientos registrados, 79 son en tres centros de un seguro privado especializado en clientela mayor de 60 a?os
Aunque el nuevo coronavirus ha llegado a todos los Estados de Brasil, la zona cero de la pandemia es claramente S?o Paulo. El estado m¨¢s poblado y el que, como motor econ¨®mico brasile?o, tiene m¨¢s conexi¨®n tanto con Europa como con China, concentra 136 de las 201 muertes contabilizadas hasta el martes por el Ministerio de Salud. Pero dentro de los confines paulistas tambi¨¦n hay un epicentro claro. Setenta y nueve de los fallecimientos (el 40% del total nacional) se han producido en hospitales propiedad de un seguro m¨¦dico privado especializado en clientes mayores, seg¨²n revel¨® el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta.
M¨¢s de un mes despu¨¦s de que el virus entrara en Am¨¦rica Latina por S?o Paulo de la mano de un empresario que regresaba del norte de Italia, la enfermedad se extiende por Brasil. Tanto los contagios como los fallecimientos aumentan exponencialmente cada d¨ªa. Este martes sumaban 5.717 casos y 201 fallecimientos registrados estos en 16 de los 27 Estados de un pa¨ªs cuyo presidente, Jair Bolsonaro, ha ignorado abiertamente las recomendaciones de aislarse defendidas por su propio ministro de Salud. Otros 200 fallecidos en S?o Paulo en las ¨²ltimas semanas son casos sospechosos de coronavirus, seg¨²n ha explicado este mi¨¦rcoles el gobernador Jo?o Doria.
El principal epicentro de las muertes son tres de los hospitales Sancta Maggiore de S?o Paulo ubicados en barrios burgueses de la megal¨®polis. Todos ellos y varios m¨¢s integran la red de centros propiedad de un seguro m¨¦dico privado especializado en clientela mayor de 60 a?os. Prevent Senior se publicita como ¡°el primer y ¨²nico plan de salud pensado para el adulto+¡± y destaca en su web que los familiares est¨¢n autorizados a visitar a los pacientes las 24 horas del d¨ªa. Se desconoce si, al hilo del aislamiento social recomendado hace tres semanas por las autoridades, estas reglas hab¨ªan cambiado.
El ministro de Salud brasile?o critic¨® duramente a la empresa, a la que hizo responsable del ¡°punto fuera de la curva¡± en referencia a los numerosos decesos en sus instalaciones. Mandetta lament¨® semejante concentraci¨®n de personas mayores en sus hospitales. ¡°Probablemente no tom¨® las medidas que deb¨ªa haber tomado antes de la presencia del virus. Y a partir del momento en que entr¨® no puedes sacar a las personas porque est¨¢n aisladas y no sabes qui¨¦n va a enfermar y qui¨¦n no. Y tienes a todas esas personas inmunodeprimidas (con las defensas bajas)¡±, dijo Mandetta en una conferencia de prensa en Brasilia. Las recomendaciones del ministro, m¨¦dico de formaci¨®n, de mantener el aislamiento social para frenar los contagios contrastan con el empe?o de Bolsonaro de minusvalorar la eficacia de esa medida. Mandetta, que comparece a diario pr¨¢cticamente desde la detecci¨®n del primer caso, concita un amplio e inusitado consenso entre los muy divididos brasile?os.
Aunque el ayuntamiento de S?o Paulo pidi¨® a las autoridades estatales que intervengan la gesti¨®n de estos hospitales, estas lo han descartado este mi¨¦rcoles. Han enviado equipos de apoyo a la red de centros m¨¦dicos pero no tienen intenci¨®n de sacar pacientes de all¨ª para llevarlos a otros hospitales sino de respaldar a los gestores de la red.
La magnitud del aislamiento social se ha convertido en Brasil en terreno de una formidable batalla pol¨ªtica donde Bolsonaro (y sus hijos) est¨¢n pr¨¢cticamente solos despreciando su utilidad para disminuir los contagios ¡ªcon el argumento de que el hambre matar¨¢ tanto o m¨¢s que el virus¡ª mientras el ministro Mandetta, apoyado por buena parte del Gobierno federal y los gobernadores, han pedido a la ciudadan¨ªa que se quede en casa. Mientras el presidente juega en los ¨²ltimos d¨ªas a la ambig¨¹edad con un tono m¨¢s moderado, est¨¢ aprobando una masiva movilizaci¨®n de fondos p¨²blicos para afrontar la pandemia y, como suele decir, para salvar vidas y empleos.
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