M¨¢s de 100.000 familias ind¨ªgenas de Colombia piden protecci¨®n ante el coronavirus

En 1988 el pueblo ind¨ªgena nukak, del sudeste de Colombia, tuvo su primer contacto con for¨¢neos y, como consecuencia, una gripe devast¨® al menos a la mitad de su poblaci¨®n. Para esa ¨¦poca, los sobrevivientes de este pueblo de cazadores y recolectores fueron empujados por colonos y grupos armados que se adue?aron de su selva y los obligaron a huir y asentarse por a?os en la ciudad de San Jos¨¦ del Guaviare. Las noticias de una pandemia in¨¦dita que avanzaba r¨¢pidamente les trajo reminiscencias de...

En 1988 el pueblo ind¨ªgena nukak, del sudeste de Colombia, tuvo su primer contacto con for¨¢neos y, como consecuencia, una gripe devast¨® al menos a la mitad de su poblaci¨®n. Para esa ¨¦poca, los sobrevivientes de este pueblo de cazadores y recolectores fueron empujados por colonos y grupos armados que se adue?aron de su selva y los obligaron a huir y asentarse por a?os en la ciudad de San Jos¨¦ del Guaviare. Las noticias de una pandemia in¨¦dita que avanzaba r¨¢pidamente les trajo reminiscencias de ese pasado tr¨¢gico y antes de que las autoridades civiles de Colombia cerraran fronteras o decidieran la cuarentena, varios de ellos se adentraron de nuevo en la selva para aislarse temporalmente. ¡°El 18 de marzo, en una decisi¨®n aut¨®noma, reunieron a las autoridades del departamento, y notificaron la decisi¨®n. Pero no es un retorno a sus territorios ancestrales, sino un aislamiento en sus resguardos que es de unas 980.000 hect¨¢reas¡±, explic¨® Sandra P¨¦rez G¨®mez, de la Confluencia de Mujeres para la Acci¨®n P¨²blica del Guaviare, que ha acompa?ado a estas comunidades. Les dieron algunas herramientas y medicamentos y se adentraron en lo que les queda de bosque.

Esa ha sido solo una de las alternativas de los pueblos ind¨ªgenas de Colombia ante el temor de contagiarse del coronavirus. Algo que, en palabras de las autoridades ind¨ªgenas de Colombia, significar¨ªa su exterminio. ¡°Nuestros pueblos no tienen agua potable, est¨¢n subalimentados, con altos niveles de desinformaci¨®n y dificultades de acceso a centros de salud¡±, diagnostica Armando Wooriyu Valenzuela, secretario de la Alta Instancia de Pueblos ?tnicos para la Paz. La Organizaci¨®n Nacional Ind¨ªgena de Colombia (ONIC) calcula que el riesgo de la pandemia se cierne sobre 115.000 familias ind¨ªgenas, cerca de 1.905.000 personas en todo Colombia.

Los riesgos var¨ªan dependiendo de la regi¨®n pero llegan a todos. La primera alerta se dio en C¨²cuta, ciudad fronteriza con Venezuela, donde seg¨²n el Ministerio de Salud hay dos ind¨ªgenas de la etnia yukpa, que fueron confirmados con Covid-19. Seg¨²n la autoridad nacional de salud, uno de ellos falleci¨®, pero en la ciudad la informaci¨®n es confusa y se habla de un solo contagiado que ser¨ªa un colono venezolano que vive entre los ind¨ªgenas. Aunque la alcald¨ªa se propone controlar la propagaci¨®n, los yukpas tienen una cultura semin¨®mada, lo que dificulta cualquier cuarentena. Los yukpas (colombianos y venezolanos) se encuentran en estado de indigencia hasta en 15 ciudades de Colombia, pero en el caso de los venezolanos adem¨¢s vienen y van. Y aunque el Gobierno colombiano cerr¨® sus fronteras como parte de sus medidas para frenar la pandemia, abundan los cruces informales conocidos como trochas.

En ciudades capitales como Bogot¨¢ o Medell¨ªn, est¨¢ el mayor peligro para los ind¨ªgenas que viven en la indigencia. Desplazados por el conflicto armado, muchos mendigan o viven de la venta de artesan¨ªas. Pero sin clientes en las calles est¨¢n pasando hambre y durmiendo api?ados en aceras. El mi¨¦rcoles, 500 familias de la comunidad embera fueron desalojados por due?os de hoteles al paso por no tener con qu¨¦ pagar por una habitaci¨®n. De acuerdo con la Onic, esto ocurre tambi¨¦n en ciudades como Barranquilla o Cali y pueden convertirse en una bomba de tiempo. Las fronteras y la pobreza son otra de las preocupaciones. ¡°Tenemos un caso dram¨¢tico y es el de los ind¨ªgenas pairobas en Puerto Carre?o (Vichada), frontera con Venezuela, donde unas mil personas de esta comunidad ind¨ªgena obtiene la comida de los basureros¡±, dice Wooriyu para se?alar que la respuesta del Gobierno tiene que ser desde la seguridad alimentaria adem¨¢s del agua.

Hasta ahora, los ind¨ªgenas se protegen con barricadas para evitar el ingreso de for¨¢neos que puedan contagiarlos. Lo hace la Guardia Ind¨ªgena del Cauca, en el suroeste del pa¨ªs, pero tambi¨¦n la etnia way¨² en La Guajira, norte de Colombia, donde tambi¨¦n salen a las carreteras a protestar por la falta de agua potable. En esa regi¨®n, que ha recibido el impacto de la migraci¨®n, preocupa el estado de los hospitales. De acuerdo con Valenzuela, hay cinco para atender a toda la poblaci¨®n de way¨² que es de medio mill¨®n de personas, adem¨¢s de los migrantes.

Las peticiones al Gobierno de Iv¨¢n Duque van desde la toma urgente de muestras de confirmaci¨®n en comunidades que presentan altos ¨ªndices de infecciones respiratorias, agua potable y alimentaci¨®n hasta las labores de prevenci¨®n en las lenguas de los ind¨ªgenas. ¡°El Ministerio de Defensa puso a disposici¨®n sus emisoras para que podamos dar informaci¨®n de prevenci¨®n pero necesitamos que el presidente Iv¨¢n Duque a trav¨¦s del Ministerio de Telecomunicaciones nos ayude a producir piezas en los 90 idiomas de las comunidades¡±, agreg¨® Wooriyu, que habla en nombre de las m¨¢s de 100.000 familias ind¨ªgenas que temen al coronavirus.

Informaci¨®n sobre el coronavirus

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