Los lamentos del pueblo way¨²u llegan al Congreso de Colombia
L¨ªderes ind¨ªgenas de La Guajira denuncian el exterminio de su comunidad, que vive sin agua a la sombra de la explotaci¨®n minera a cielo abierto m¨¢s grande del pa¨ªs
Viajaron 17 horas por carretera, algunos sin saber ni una palabra en espa?ol. Un grupo de l¨ªderes del pueblo way¨²u se traslad¨® desde La Guajira hasta Bogot¨¢ como una medida desesperada para que los escuchen. Los que no saben expresarse con un vocablo diferente al wayuunaiki ¨Cla lengua de su pueblo¨C estuvieron acompa?ados de un int¨¦rprete, los que han aprendido castellano encabezaron la audiencia p¨²blica que por fin les dio la posibilidad de hablar en el Congreso de Colombia. Aunque el p¨²blico era escaso, como casi siempre que se trata de ind¨ªgenas en este pa¨ªs, la voz de los l¨ªderes llev¨® de nuevo la atenci¨®n hacia los problemas que ¨Cdicen¨C los est¨¢n exterminando. La falta de agua, las pocas opciones de trabajo y el despojo de su entorno debido a una minera a cielo abierto los tiene acorralados.
En La Guajira habitan siete etnias y la m¨¢s grande, con cerca de 270.000 personas, es la way¨²u. Mar¨ªa Cristina Figueroa es una de las l¨ªderes que viaj¨® a la capital del pa¨ªs para hablar de los problemas que afronta, casi en solitario, su pueblo. "Ya no son las balas, pero s¨ª es el descuido estatal el que nos est¨¢ matando. Estamos ac¨¢ para hablar de los ni?os que se mueren de desnutrici¨®n y de enfermedades producidas por las malas condiciones en el ambiente", dice antes de reunirse con miembros del ¨¢rea de Medicina y Salud P¨²blica de la Universidad Nacional de Colombia, que ha respaldado el proceso de la comunidad para hacer visibles sus padecimientos.
Uno de los recientes informes de la instituci¨®n se?ala que el 55% de los ni?os menores de cinco a?os que viven all¨ª presentan desnutrici¨®n cr¨®nica, el 14,5% de los reci¨¦n nacidos tienen bajo peso y la mortalidad materna en algunos pueblos llega a 600 mujeres por cada 100.000 ni?os nacidos, la cifra m¨¢s alta del pa¨ªs, seg¨²n la investigaci¨®n de la Universidad Nacional.
Mario Hern¨¢ndez, coordinador del doctorado en Salud P¨²blica de esa instituci¨®n, dice que a pesar de que los efectos de vivir cerca de un proyecto de miner¨ªa abierta, en este caso El Cerrej¨®n que produce anualmente 32 millones de toneladas de carb¨®n, est¨¢n documentados en estudios internacionales, el pa¨ªs no le ha prestado suficiente atenci¨®n a los lamentos del pueblo way¨²u. Es una comunidad que ha estado durante muchos a?os expuesta a contaminantes, de todos los niveles, que han tenido efectos sobre la salud y la calidad de vida.
Hern¨¢ndez se?ala la "p¨¦sima" mirada con la que se han visto los problemas de los way¨²u. "Les dan mercados o ayudas que siguen sin ir al fondo de la situaci¨®n, parece que se olvidara que durante varias d¨¦cadas se les ha despojado de sus fuentes de supervivencia, de sus saberes ancestrales, ligadas a la tierra y al agua. Hay una crisis humanitaria que podr¨ªa hacer desaparecer a un pueblo".
Mar¨ªa Cristina Figueroa comparte el mismo rancho con siete familias m¨¢s. La falta de agua los ha obligado a ponerse la ropa sudada varios d¨ªas de la semana porque no hay con qu¨¦ lavarla y a viajar al pueblo m¨¢s cercano para que alg¨²n familiar los deje ba?ar, seg¨²n su relato. "A veces compramos 1.000 litros de agua por 30.000 pesos (unos 16 d¨®lares), pero eso no alcanza para mucho porque somos 16 personas, ?qui¨¦n puede estar bien as¨ª?", pregunta. Ella vive en el resguardo Provincial, que adem¨¢s solo cuenta con una v¨ªa de acceso que ¨²nicamente los m¨¢s h¨¢biles pueden pasar sin dificultad porque est¨¢ atravesada por tajos de carb¨®n.
En el informe que presentaron en el Congreso detallaron este y otros males que los aquejan. "Los habitantes del resguardo presentan s¨ªntomas como dolores de cabeza, molestias nasales y para respirar, tos seca, ardor en los ojos y visi¨®n borrosa. Las dolencias parecen agudizarse con los olores azufrados que llegan provenientes de la quema de carb¨®n". La comisi¨®n que viaj¨® de La Guajira a Bogot¨¢ no pretende que el proyecto minero de El Cerrej¨®n que lleva m¨¢s de 35 a?os all¨ª desaparezca (tiene permiso de explotaci¨®n hasta 2034), pero s¨ª pide que se midan las consecuencias de su trabajo y se tomen medidas para minimizar al menos lo que afecta la salud.
Los reclamos del pueblo ind¨ªgena no son un capricho, en marzo pasado la Corte Constitucional sentenci¨® que la explotaci¨®n de carb¨®n a cielo abierto en ese lugar afecta la salud de los pobladores y pidi¨® la revisi¨®n del plan de manejo ambiental para que se decida si continua vigente. La Corte tambi¨¦n orden¨® implementar un plan de mitigaci¨®n de da?os con la comunidad afectada, pero los l¨ªderes que viajaron a Bogot¨¢ para visibilizar su drama aseguran que la sentencia del alto tribunal hasta ahora no se est¨¢ cumpliendo. "El Estado ha hecho diagn¨®sticos, tenemos decenas de decretos y sentencias, pero en la realidad poco se cumple. Aunque somos de los pueblos ind¨ªgenas m¨¢s grandes que todav¨ªa existen, nos est¨¢n exterminando y por eso estamos ac¨¢, queremos que nos escuchen", ruega Mar¨ªa Cristina Figueroa.
En defensa de la miner¨ªa
En la audiencia en el Congreso en la que se escucharon los reclamos de los ind¨ªgenas way¨²u, el Gobierno colombiano hizo presencia a trav¨¦s del ministerio de miner¨ªa y de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). En representaci¨®n de esta entidad, Claudia Gonz¨¢lez, su directora, asegur¨® que El Cerrej¨®n tiene un plan de manejo ambiental integral estipulado desde su inicio de operaci¨®n. A trav¨¦s de este, se?al¨® la funcionaria, se hace seguimiento al trabajo en la mina y transporte de carb¨®n. Asegur¨® que en los ¨²ltimos a?os se han implementado medidas adicionales al plan inicial del proyecto para mitigar los efectos en el medioambiente.
Sobre el cumplimiento de la reciente sentencia de la Corte Constitucional, la funcionaria dijo que su dependencia hizo un estudio de impactos ambientales durante los ¨²ltimos 20 a?os de funcionamiento de la minera, pero que el documento est¨¢ en manos del Ministerio del Interior a la espera de que se determine de qu¨¦ forma se socializar¨¢ con la comunidad. En su intervenci¨®n asegur¨® que el estudio hecho por el ANLA no incluy¨® un an¨¢lisis sobre el efecto en la salud de los pobladores.
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