Portugal, los suecos del sur
Previsiones sanitarias, planes de control a tiempo y la uni¨®n pol¨ªtica controlan la epidemia mejor que en pa¨ªses con m¨¢s recursos econ¨®micos
Hace no mucho, el presidente luso dijo que Portugal era la Suecia del sur. Aunque entonces, el popular Marcelo Rebelo de Sousa se refer¨ªa a los logros diplom¨¢ticos del pa¨ªs, bien podr¨ªa extenderse hoy a la lucha contra el coronavirus. Portugal capea la pandemia con la mitad de muertes que Suecia por mill¨®n de habitantes. Aunque el mundo siga boquiabierto mirando al Norte, brit¨¢nicos, suizos, holandeses o alemanes podr¨ªan aprender alguna cosa del sure?o y latino Portugal, donde el coronavirus avanza bajo control.
?l no lo sabe, pero el corderillo del que a¨²n cuelga el cord¨®n umbilical ha nacido con estrella. Gracias a estos tiempos de calamidad no acabar¨¢ la Pascua en alg¨²n asador castellano. ¡°Esta ma?ana ha parido¡±, confirma el pastor Horacio. Apenas puede mantenerse en pie junto a los otros corderillos, unos d¨ªas m¨¢s viejos que ¨¦l, todos indultados por el coronavirus. ¡°Ahora es el bicho ese y no hay demanda, ma?ana la sequ¨ªa y no habr¨¢ pasto; en 10 a?os aqu¨ª no queda nada ni nadie¡±. Horacio pastorea las ovejas en una aldea del Alentejo, una regi¨®n del tama?o de Catalu?a donde el coronavirus no ha conseguido matar. Un caso excepcional dentro del ejemplo ya excepcional que es Portugal.
El 2 de marzo se descubrieron los dos primeros positivos en Portugal, pr¨¢cticamente el ¨²ltimo pa¨ªs infectado de la Europa occidental, y por importaciones de Italia y Espa?a. Aunque la autoridad sanitaria lo consideraba d¨ªas antes una ¡°gripe fuerte¡±, las previsiones m¨¢s pesimistas contaban con un mill¨®n de contagiados, la d¨¦cima parte del pa¨ªs. Cuarenta d¨ªas despu¨¦s apenas hay 16.000 casos y 470 muertes. En una guerra sin acabar, los sanitarios portugueses renuncian a colgarse medallas. ¡°No somos mejores que los italianos o los espa?oles¡±, asegura el neum¨®logo Filipe Froes. ¡°Nos encontramos en fases diferentes. Vamos tres semanas por detr¨¢s de Italia y una o dos por detr¨¢s de Espa?a. Es pronto para evaluar a Portugal¡±.
De momento, los datos lusos son mucho m¨¢s halag¨¹e?os que los de Francia, Reino Unido, Alemania, Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica o Suiza, estereotipos de la supuesta eficacia, disciplina y racionalidad del norte de Europa.
¡°Todos los pa¨ªses aplicamos las mismas medidas, pero nosotros tuvimos m¨¢s tiempo para prepararlas¡±, asegura Froes. ¡°En el inicio, la actividad del virus fue m¨¢s brusca en Italia y Espa?a, actuando en m¨¢s focos geogr¨¢ficos y en instituciones sensibles, como hospitales y hogares de ancianos¡±.
El 13 de marzo, el primer ministro, Ant¨®nio Costa, decret¨® el estado de alerta y el cierre de los colegios. Fue a la vez que en Espa?a, con la diferencia de que esta sumaba 6.000 contagios y 132 muertos y Portugal apenas 112 positivos, ninguno mortal. Ese mismo d¨ªa hab¨ªa sido detectado el primer caso de contagio local, un dato clave para frenar la expansi¨®n del virus, seg¨²n la epidemi¨®loga In¨ºs Fronteira. Del primer caso importado al primero entre locales hab¨ªan pasado 11 d¨ªas, a diferencia de Italia y Espa?a, que tardaron 23 y 28 d¨ªas, respectivamente, en localizarlos. El estudio de la profesora de Salud P¨²blica de la Universidad Nova de Lisboa se?ala que la reproducci¨®n del virus en Portugal en los 25 primeros d¨ªas de epidemia fue por eso la m¨¢s baja de Europa, incluso inferior a las cifras de Corea del Sur y China.
Pese a la cautela de los expertos portugueses, desde hace una semana los contagios se duplican cada ocho o nueve d¨ªas. ¡°Es verdad¡±, reconoce el neum¨®logo Froe, ¡°que en la fase de desarrollo del contagio activamos la red de cuidados primarios; con ello conseguimos una respuesta domiciliaria al paciente para seguir el tratamiento en casa y de rebote una mejor respuesta al enfermo grave en los hospitales¡±. Hoy, el 82% de los contagiados sigue recuperaci¨®n domiciliaria.
Los hospitales est¨¢n lejos de la saturaci¨®n y los de campa?a ni se han estrenado. Jo?o Mota, el jefe de protecci¨®n civil de Gr¨¢ndola, ha reconvertido el recinto ferial en un hospital provisional. ¡°De momento, no hace falta [hay 4 casos en la villa], pero est¨¢ preparado para que otros hospitales desv¨ªen aqu¨ª pacientes con enfermedades no contagiosas¡±. Los 233 internos en las UCI del pa¨ªs tocan a seis ventiladores por cabeza y en esta semana llegar¨¢n otros tantos para completar un parque nacional de 3.000 aparatos.
La epidemia se concentra en la gran Lisboa y la regi¨®n de Oporto, con el 90% de los casos. En el extremo opuesto, la tierra de Horacio, el Alentejo, con 0,5% de los positivos. Con el 33% de la superficie del pa¨ªs continental, en la regi¨®n apenas residen 23 habitantes por kil¨®metro cuadrado, como en Suecia. ¡°La densidad de poblaci¨®n es un factor fundamental en una expansi¨®n epidemiol¨®gica¡±, se?ala la dem¨®grafa Mar¨ªa Filomena Mendes, de la Universidad de ?vora.
El coronavirus, lejos de agrietar a instituciones y partidos, los ha acercado. El presidente, Rebelo de Sousa (PSD), y el primer ministro, Costa (PS), se complementan y, p¨²blicamente, se tragan sus discrepancias. Si no hay pruebas de que la unidad institucional cure epidemias, s¨ª que las reyertas pol¨ªticas alientan el malestar social. En las redes portuguesas es imposible encontrar v¨ªdeos de ciudadanos insultantes o rabiosos (tampoco graciosos). En las calles, la polic¨ªa no controla, ¡°sensibiliza¡±; no multa, ¡°recomienda¡±. En abril, apenas ha detenido -en el sentido m¨¢s liviano del t¨¦rmino- a 74 personas por saltarse el confinamiento. Empresas y tiendas se mantienen abiertas -con las excepciones de bares y restaurantes- mientras el presidente ya anuncia que el estado de emergencia continuar¨¢ hasta mayo.
Sea por los m¨¦dicos, por los pol¨ªticos o por el pueblo, Portugal lo lleva mejor que muchos pa¨ªses, aunque la situaci¨®n no es ideal. Faltan test, mascarillas, gel desinfectante y los planes de prevenci¨®n olvidaron a los asilos, como reconoce el neum¨®logo Froes. ¡°Ten¨ªamos que haber sido m¨¢s rigurosos en la evaluaci¨®n del riesgo en los hogares de ancianos¡±.
A sus 70 a?os, el pastor Horacio no teme al coronavirus. ¡°Luch¨¦ en la guerra de Mozambique, despu¨¦s fui a Angola, despu¨¦s a Irak... si viene, aqu¨ª estamos. ?Usted cree que el bicho se acordar¨¢ de nosotros?¡±.
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