Madrid comunica el 75% de los casos de coronavirus fuera de fecha

La intriga por el origen de las m¨¢s de 1.000 muertes por coronavirus que las autoridades de Catalu?a de repente encontraron al revisar sus datos ha sido solo la guinda de un proceso lleno de irregularidades. El sistema de notificaci¨®n que ofrece cada d¨ªa el Ministerio de Sanidad a partir de los datos de las comunidades, una pieza clave para la toma de decisiones como permitir a las regiones empezar la desescalada o progresar en ella, ha estado lleno de parches que se hac¨ªan visibles en los papeles oficiales a modo de asteriscos al lado de los nombres de las zonas afectadas. As¨ª, si se toma el periodo desde el 11 de mayo, cuando ya hubo territorios que empezaron a relajar las medidas de confinamiento al entrar en la denominada fase 1, se ve que hasta 11 comunidades han tenido que corregir a posteriori los datos que enviaban para el control ministerial. Madrid, que comunica el 75% de sus casos fuera de fecha, ha sido la m¨¢s irregular y ha corregido los datos todos los d¨ªas, pero tambi¨¦n Catalu?a (12 enmiendas), el Pa¨ªs Vasco (cuatro), Andaluc¨ªa, Murcia y Extremadura (dos) y Galicia, la Comunidad Valenciana y Navarra han quedado simb¨®licamente marcadas por la estrellita al lado de su nombre.

Y eso si solo se tiene en cuenta el par¨¢metro b¨¢sico, el de los nuevos diagn¨®sticos por PCR. Si se consideran los otros par¨¢metros que se notifican a diario (fallecimientos, hospitalizaciones e ingresos en las UCI), a la lista hay que a?adir a Asturias y Arag¨®n, adem¨¢s de las reincidentes Andaluc¨ªa, Catalu?a, Comunidad Valenciana y Extremadura.

D¨ªa tras d¨ªa, el encargado de transmitir esta informaci¨®n a la poblaci¨®n, Fernando Sim¨®n, director del Centro de Control de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCEAS), ha tenido que explicar algunos de los desajustes. Nunca les ha dado mucha importancia y, en la medida de lo posible, ha intentado incluso no nombrar a la comunidad afectada, pero los n¨²meros cantan.

Hay que tener en cuenta que para este art¨ªculo se han seleccionado ya datos ofrecidos durante la fase final de la curva epid¨¦mica ¨Cpor eso se permiti¨® poner en marcha el sistema de fases¨C, por lo que los sistemas sanitarios estaban menos sobrecargados. No se han tenido en cuenta momentos anteriores de confusi¨®n, como cuando el propio ministerio, en la pen¨²ltima semana de abril, tuvo que establecer la regla de contabilizar solo los casos para los que hab¨ªa una PCR positiva ¨Ceso se zanj¨® el 24 de abril¨C. Lo peor de la crisis, que se vivi¨® a finales de marzo y principios del mes siguiente, ya hab¨ªa pasado, y la llegada de las pruebas r¨¢pidas y otras fuentes de informaci¨®n (como cuando Catalu?a empez¨® a contabilizar las muertes a partir de los informes de las funerarias) amenazaban con dejar sin valor la serie de cifras que se daban cada d¨ªa.

La discriminaci¨®n entre los casos diagnosticados por PCR o de otra manera es el motivo que han aducido m¨¢s frecuentemente las comunidades implicadas, que han llegado a dar d¨ªas de evoluci¨®n negativa, como Asturias con el n¨²mero de fallecimientos el 20 de mayo o, en la misma fecha, la Comunidad Valenciana con los casos. En ambas ocasiones se trat¨® de ajustes para sacar de la lista situaciones que no estaban confirmadas por PCR. Tambi¨¦n Galicia, Navarra, la Comunidad Valenciana y Catalu?a en alg¨²n momento han dado un aumento de casos negativos, lo que ya desde el momento en que se enuncia se ve que no tiene sentido.

De hecho, en los cuadros de datos de este pasado s¨¢bado todav¨ªa hab¨ªa inconsistencias en los par¨¢metros de seis comunidades: Andaluc¨ªa ajust¨® a la baja el n¨²mero de ingresados en las UCI ¨Csiempre seg¨²n los datos del ministerio¨C, Canarias y la Comunidad Valenciana tambi¨¦n redujeron el total de las hospitalizaciones, Catalu?a continu¨® ajustando la serie, Murcia ajust¨® la cifra de diagn¨®sticos y Madrid dio, como todos los d¨ªas, los datos a su manera, igual que estableci¨® una forma propia y m¨¢s ventajosa para dar las listas de espera durante a?os.

Desajuste en Catalu?a

En el caso de Catalu?a ha habido un desajuste entre la Generalitat y la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona, informa Oriol G¨¹ell. En el de Madrid el problema es de ra¨ªz, y se debe a que la comunidad notifica el positivo en la fecha en que recibe el diagn¨®stico, pero se lo adjudica al d¨ªa en que se tom¨® la muestra. Como todav¨ªa en la regi¨®n los resultados de los an¨¢lisis tardan varios d¨ªas en obtenerse, hay un continuo reajuste de las cifras de los d¨ªas anteriores, que deben incorporar los positivos conocidos con retraso. As¨ª, por ejemplo, desde el 11 de mayo la comunidad ha comunicado 2.951 positivos, de los que 747 (el 25%) se supieron en solo 24 horas.

Tanto Sim¨®n como el ministro de Sanidad, Salvador Illa, han evitado criticar estos desajustes, en l¨ªnea con la pol¨ªtica del Gobierno de evitar confrontamientos con las comunidades. Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, quien fuera secretario general de Sanidad entre 2005 y 2011 con el PSOE, afirma que ¡°tener unos datos del d¨ªa a d¨ªa en una serie consolidada¡± permite que ¡°los ajustes no condicionen la toma de decisiones¡± porque, de alguna manera, estas correcciones futuras se tienen ya asumidas. Pero, en cambio, el autor de El ladr¨®n de nuestras vidas (Amarppe), afirma que esta situaci¨®n ¡°expresa un problema muy serio de cr¨¦dito ante la ciudadan¨ªa y el exterior¡± muy importante en un tema que tiene gran ¡°trascendencia para la salud y para la econom¨ªa¡±. ¡°Es uno de los grandes elementos a mejorar, y m¨¢s teniendo en cuenta que ya existen los sistemas, como la historia cl¨ªnica electr¨®nica, para hacerlo¡±, concluye.

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