Los olvidados del hospital psiqui¨¢trico mexicano Samuel Ram¨ªrez Moreno
En el centro, uno de los m¨¢s grandes del pa¨ªs, se han registrado 19 contagios y cuatro muertes entre falta de pruebas, insumos e informaci¨®n
?C¨®mo lleg¨® el virus de la covid-19 al Hospital Psiqui¨¢trico Dr. Samuel Ram¨ªrez Moreno? Es un misterio, pero Sixto H. comenz¨® a sentirse mal entre el 6 y el 8 de mayo. Sixto no sab¨ªa lo que suced¨ªa afuera del centro ubicado al sureste de la Ciudad de M¨¦xico, en la frontera con el vecino Estado de M¨¦xico. Tampoco entend¨ªa lo que le pasaba a ¨¦l. Su discapacidad intelectual y su condici¨®n psiqui¨¢trica casi no le permiten comunicarse. Sixto y otros dos pacientes m¨¢s ¡ªMiguel ?ngel C. y Andr¨¦s N.¡ª que viven en la Unidad de Larga Estancia 1A, solo recibieron antibi¨®ticos, pese a evidentes s¨ªntomas de la covid-19.
En ese espacio l¨²gubre viven otros 23 compa?eros. Cada vez hay menos personal m¨¦dico que pueda asistirlos. Los pacientes de la Estancia 1A est¨¢n solos. Llevan a?os sin recibir visitas, ni saber qu¨¦ ocurre afuera de las paredes de la instituci¨®n, uno de los tres psiqui¨¢tricos m¨¢s grandes de M¨¦xico dependientes de la Secretar¨ªa de Salud federal, localizado sobre la carretera que conecta la capital mexicana con el Estado de Puebla, en el municipio de Valle de Chalco (Estado de M¨¦xico).
¡°Aunque no les han hecho pruebas a todos los pacientes del 1A, muy seguramente todos son positivos, ya algunos tienen picos febriles y no se ha hecho una desinfecci¨®n a fondo, solo la limpieza normal¡±, dice In¨¦s (nombre cambiado por temor a represalias), una de las enfermeras de la unidad. Ella, al igual que sus compa?eros, cubre su cuerpo con una s¨¢bana vieja y la ata con una gasa en la cintura. Otra s¨¢bana, colgada como capa, est¨¢ sujeta con un nudo en el cuello. Este es el ¨²nico equipo de protecci¨®n con el cuentan para enfrentarse al virus. El enfermero Silvestre Padilla Rosas falleci¨® el 12 de mayo, d¨ªas despu¨¦s de que Sixto H comenzara a sentirse mal.
Ese mismo d¨ªa, sin dar a conocer las causas del fallecimiento, el director del hospital, C¨¦sar Javier Ba?uelos Arzac, neg¨® que hubiera pacientes contagiados con coronavirus en su hospital. Lo dijo sin pruebas y lo dej¨® por escrito en un grupo de Whatsapp que comparte con 254 empleados de los cerca de 500 que tiene la instituci¨®n. Tres enfermeras que hab¨ªan trabajado con Silvestre ser¨ªan sometidas a las pruebas de la covid-19.
En un largo mensaje, Ba?uelos se neg¨® a aislar a los pacientes ¡ªcomo le sugirieron varias personas del equipo¡ª porque asegur¨® que estaban mejorando con los antibi¨®ticos. No hab¨ªa, seg¨²n sus mensajes, una ¡°real y verdadera necesidad de hacerlo¡± y ¡°faltaban brazos¡±. El personal del hospital se hab¨ªa reducido porque dejaron de asistir aquellos que, por edad o padecimientos previos, podr¨ªan estar dentro de los grupos de riesgo.
El 18 de mayo, en el mismo chat de Whatsapp, el director daba otro mensaje con una foto de la pantalla de una computadora. Con ello pretend¨ªa mostrar que de 10 pruebas realizadas en el hospital, siete fueron positivas por coronavirus. Sixto H. estaba contagiado con el virus, adem¨¢s de otros cinco pacientes de su unidad y una enfermera. Hasta este lunes 25 de mayo, hay 19 personas contagiadas: 16 pacientes, dos enfermeras y uno de los m¨¦dicos del hospital.
En sus casas, Miguel T. y Carmen H., tambi¨¦n enfermeros de la Unidad de Larga Estancia 1A, podr¨ªan tener el virus. Miguel fue enviado a casa con s¨ªntomas, pero sin haber pasado una prueba. Carmen aguarda los resultados del test realizado apenas el viernes 22 de mayo, despu¨¦s de rogar que se lo hicieran. El viernes tambi¨¦n falleci¨® uno de los compa?eros de Sixto H., Abel Acevedo. Muri¨® en el Hospital de Alta Especialidad de Ixtapaluca, donde fue trasladado en grave estado dos d¨ªas antes. Tambi¨¦n fallecieron los enfermeros Arturo Ca?as y M¨®nica Flores Osorio. Ella ten¨ªa licencia por embarazo y muri¨® en el parto.
¡°Nuestros pacientes no manifiestan dolor, ?son tan resistentes a ¨¦l! Son como ni?os chiquitos que llegan, te abrazan dando a entender que se sienten mal; les ves la mirada y dices: ¡®tienes fiebre¡±, cuenta In¨¦s. Los enfermeros y el personal que convive con los pacientes saben que mantener la sana distancia es imposible. ¡°Siempre han convivido juntos, no los podemos separar¡±, cuenta Josefina (nombre cambiado), otra de las empleadas del hospital.
Con miedo y sin equipo
Despu¨¦s de confirmarse los primeros casos positivos de la covid-19 fueron dados de alta los nueve pacientes de la Unidad de Corta Estancia. Esta ¨¢rea est¨¢ en un edificio separado. All¨ª son internadas las personas con cuadros agudos de enfermedad mental. Bajo la figura de Consentimiento Informado 2 se interna all¨ª a pacientes nuevos en contra de su voluntad, pero con el permiso de la familia.
Fuera de esta unidad hay un ¨¢rea de regaderas cerrada. Con el inicio de la pandemia, los empleados pidieron abrirla para poder ba?arse antes del inicio de los turnos. Muchos trabajadores del hospital son empleados de otros hospitales, incluso algunos que atienden exclusivamente a los pacientes de la covid-19. Las regaderas estuvieron cerradas por m¨¢s de 50 d¨ªas, hasta el 19 de mayo. La secci¨®n 91 del Sindicato de Trabajadores de la Secretar¨ªa de Salud se hab¨ªa apropiado del ¨¢rea. La l¨ªder sindical, Mar¨ªa In¨¦s Ar¨¦valo, se retir¨® por edad desde el inicio de la emergencia sanitaria. Cuando finalmente abrieron la zona, sacaron colchonetas y dos carritos de lavander¨ªa repletos de materiales sucios.
Aunque nunca visita a los pacientes, el director Ba?uelos Arzac se puso un equipo de protecci¨®n personal completo y se sac¨® una foto en su sala de espera. La imagen fue compartida en un chat.
¡°La gente comenz¨® a solicitar equipos [despu¨¦s del 18 de mayo pero] no nos dieron nada. Nos dieron solo goggles a algunos m¨¦dicos y a enfermer¨ªa. Los equipos apenas nos los dieron esta semana: un cubrebocas por turno¡±, dice In¨¦s, con su s¨¢bana atada al cuerpo. Las mascarillas son de mala calidad. Algunas batas descartables recibidas se rompen al mojarse cuando ba?an a los pacientes. Una enfermera, con su dinero, compr¨® gorros quir¨²rgicos porque los recibidos no les quedan bien.
¡°Nos est¨¢n dejando olvidados, estamos trabajando a ciegas, no sabemos qu¨¦ hacer. No nos negamos a trabajar, pero tenemos miedo. Sabemos trabajar con pacientes con VIH, con tuberculosis, pero para este virus no hay tratamiento. Si no nos protegemos, ?c¨®mo vamos a proteger a los dem¨¢s?¡±, dice Claudia (nombre cambiado por temor a represalias).
Escuchen a L¨®pez-Gatell
El drama del hospital est¨¢ documentado en ese chat iniciado por el sindicato el 30 de marzo. Las personas trabajadoras del hospital, adem¨¢s de insumos, han pedido capacitaci¨®n. ¡°La respuesta del director fue que vi¨¦ramos la conferencia de la tarde de L¨®pez-Gatell, porque ah¨ª dec¨ªan todo lo necesario, que no iba a pasar nada¡±, afirma Josefina.
Claudia afirma que dieron dos pl¨¢ticas ¡ªpobres y poco profesionales¡ª sobre la covid-19. ¡°Si hubiese habido un plan de contingencia, al menos sabr¨ªamos de un hospital, previamente hablado, al cual mandar pacientes¡±. ¡°Debimos haberlo previsto desde febrero. ?Cu¨¢les eran los manuales cuando llegara a presentarse un caso? Las autoridades no lo esperaban, pero se ve¨ªa venir. ?Los pacientes eran los vulnerables, nosotros ¨¦ramos los que ¨ªbamos a enfermarlos! Est¨¢n adivinando c¨®mo hacer el trabajo¡±.
La enfermera acusa al director como el responsable de los contagios y muertes al no haber tomado medidas a tiempo. ¡°Quiero una mejor organizaci¨®n para poder dar una mejor atenci¨®n. Implica que las personas que est¨¢n dirigiendo o se apliquen o se retiren. [Ba?uelos] no tiene conciencia, como psiquiatra est¨¢ poniendo en jaque a toda la poblaci¨®n, se le est¨¢ saliendo de las manos¡±.
En los Servicios de Atenci¨®n Psiqui¨¢trica de la Secretar¨ªa de Salud afirman que los centros han tenido los insumos adecuados. ¡°Tengo el reporte de que han sido necesarios y suficientes¡±, afirma su director, Juan Manuel Quijada. El funcionario se reuni¨® desde febrero con los directores de los hospitales a su cargo. ¡°Entre otras cosas, se disminuyeron las visitas, solo pasa un familiar, la distancia, lavado de manos y el filtro¡±, relata entre las medidas adoptadas. La secretar¨ªa est¨¢ por publicar un documento con otras acciones espec¨ªficas para los hospitales psiqui¨¢tricos.
Las autoridades admiten que desde la semana pasada saben del brote al interior del psiqui¨¢trico Dr. Samuel Ram¨ªrez Moreno y que lo est¨¢n atendiendo desde su unidad de epidemiolog¨ªa de Tl¨¢huac, al sur de Ciudad de M¨¦xico. Ya han tomado muestras a todas las personas sospechosas, y hay, seg¨²n Juan Manuel Quijada, solo ocho pacientes positivos. ¡°Cuatro ya fueron trasladados al Centro Banamex y otros dos al Hospital General de Ixtapaluca¡±.
El director del centro, Ba?uelos Arzac, firm¨® un escrito enviado a la Secretar¨ªa de Salud el 24 de mayo en el que acepta que seis trabajadores de enfermer¨ªa, un m¨¦dico y 11 pacientes hab¨ªan resultado positivos a SARS-Cov-2. Siete pacientes ya hab¨ªan sido trasladados: cuatro al Centro Banamex y tres a Ixtapaluca, donde falleci¨® el enfermero Abel Acevedo.
Su texto, que puede leerse aqu¨ª, solo cita referencias de recursos en l¨ªnea de la Secretar¨ªa de Salud como capacitaci¨®n. Asegura que a partir de este lunes, 25 de mayo, se aplicar¨¢n muestras selectivas al personal y pacientes, sobre todo del ¨¢rea donde surgi¨® el brote y que tienen garantizados los insumos de protecci¨®n solo hasta el martes.
Los invisibles
La asociaci¨®n civil Documenta, An¨¢lisis y Acci¨®n para la Justicia Social interpuso un amparo a finales de abril para saber las condiciones en las que se encuentran los 46 hospitales psiqui¨¢tricos de M¨¦xico en la emergencia sanitaria. El recurso legal tambi¨¦n pretend¨ªa conocer los protocolos de atenci¨®n para garantizar los derechos humanos de los pacientes. El 11 de mayo, la asociaci¨®n recibi¨® una respuesta oficial donde la Secretar¨ªa de Salud aseguraba que no pod¨ªa responder las preguntas dado que eran ¡°facultades concurrentes de la Secretar¨ªa de Salud Federal y de las entidades federativas¡±.
El Hospital Dr. Samuel Ram¨ªrez Moreno es uno de los tres hospitales m¨¢s grandes ¡ªlos otros son el Juan N. Navarro y el Fray Bernardino ?lvarez¡ª que dependen directamente de la direcci¨®n de Servicios de Atenci¨®n Psiqui¨¢trica de Salud. ¡°Que yo tenga conocimiento no hay otro brote de covid-19 en los hospitales que dependen de la Secretar¨ªa. S¨ª [hay] reportes de s¨ªntomas de alg¨²n personal de salud en el Hospital Fray Bernardino, pero ya tiene tiempo¡±, asegura Quijada. Pero casi todos los 105 pacientes internados en el Samuel Ram¨ªrez Moreno no tienen familia y no tienen ad¨®nde ser enviados para una cuarentena.
Las dos unidades de Larga estancia est¨¢n conectadas por un patio grande. En otro edificio viven 28 pacientes funcionales que pueden caminar por toda el ¨¢rea bardeada del hospital, que tiene muchas ¨¢reas verdes y jardines. Hay m¨¢s pacientes en el ala geri¨¢trica, en otro edificio. El hospital, que tiene varias hect¨¢reas, fue inaugurado en 1967 y fue uno de los tres centros psiqui¨¢tricos que se hicieron tras el cierre de La Casta?eda, un hospital famoso por sus condiciones de hacinamiento, p¨¦sima higiene y documentados tratos crueles, inhumanos y degradantes. Desde 2012 una regularizaci¨®n permite a los pacientes una identidad jur¨ªdica y un apellido. Los internos tienen actas de nacimiento sin familia citada y su tutela est¨¢ asignada al Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia (DIF) del Estado de M¨¦xico, a pesar de que algunos viven en el hospital desde hace 30 a?os.
¡°A los pacientes no hay qui¨¦n los defienda. Es una instituci¨®n contaminada y yo tengo miedo de estar contagiada porque estuve en el ¨¢rea¡±, dice In¨¦s mientras termina de ataviarse con lo que encuentra a mano para enfrentar a la peor pandemia del siglo.
Katia D¡¯Artigues es periodista mexicana y una de las fundadoras de la asociaci¨®n civil Yo Tambi¨¦n, una plataforma de contenidos sobre discapacidad, inclusi¨®n y accesibilidad.
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