El pa¨ªs del que huy¨® Chavela Vargas se abre al matrimonio igualitario
Tras una lucha de d¨¦cadas contra el conservadurismo y casi 20 a?os de discusi¨®n pol¨ªtica abierta, Costa Rica da este martes un paso firme en los derechos a la comunidad LGTB
Fueron muchas ocasiones en que Chavela Vargas despotric¨® contra su pa¨ªs natal. Dec¨ªa que Costa Rica la ahogaba, que la libertad hab¨ªa que buscarla fuera y que su vida comenz¨® cuando huy¨® de Centroam¨¦rica y se entreg¨® a los brazos de M¨¦xico. Despu¨¦s se enamorar¨ªa tambi¨¦n de Espa?a, pero nunca pudo reconciliarse suficiente con el pa¨ªs que la pari¨® en 1919. El resentimiento lo llev¨® hasta la vejez, cuando ya se reconoc¨ªa homosexual y se comprend¨ªa mejor el desagrado que le significaban los recuerdos de ella como la ¨²nica ni?a que vest¨ªa pantalones entre las fincas de caf¨¦ en el municipio Flores, en la provincia Heredia.
Esa Costa Rica conservadora y confesional, con el catolicismo como religi¨®n oficial expl¨ªcita en la Constituci¨®n, resarce este martes una parte de la factura que Chavela se llev¨® a la tumba. El Estado costarricense es el primero en Centroam¨¦rica en reconocer el derecho de las personas del mismo sexo a casarse ¡°con quien se les d¨¦ la gana¡±, dir¨ªa La Chamana. Este 26 de mayo se agota el plazo de 18 meses que el Tribunal Constitucional dio en 2018 al Congreso para que ajustara las leyes y permitiera implementar el matrimonio igualitario. Los diputados no lo hicieron, por lo que entra en vigor de forma autom¨¢tica este nuevo derecho. Se zanja el tema que parti¨® las aguas en las elecciones de ese a?o, tras 15 a?os de intentos legales y despu¨¦s de d¨¦cadas completas de lucha abierta o clandestina por derechos para la poblaci¨®n homosexual.
Nada hace prever que Chavela Vargas se habr¨ªa casado. Su esp¨ªritu caprichoso no calzaba con la idea de firmar un contrato de matrimonio jur¨¢ndose amor eterno. Lo que este cambio en la ley ofrece es la posibilidad de escoger entre acceder a un derecho que tiene la mayor¨ªa o rechazarlo por voluntad propia, no porque el Estado lo proh¨ªbe, explica Laura Florez-Estrada, una chef costarricense que tiene su propia historia de matrimonio con Jazm¨ªn Elizondo gracias a un vericueto que pudieron encontrar para eludir la prohibici¨®n legal que queda derogada finalmente este martes.
¡°Ella [Chavela Vargas] huy¨® de Costa Rica y una puede entenderla. Nosotras ya hab¨ªamos decidido irnos de Costa Rica si en el 2018 ganaba Fabricio Alvarado¡±, dice Laura sobre el predicador evang¨¦lico que ascendi¨® en las encuestas como candidato presidencial en enero de 2018, como una reacci¨®n conservadora ante el criterio del 9 de enero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) favorable para el matrimonio igualitario.
Ha sido la norma en la pelea de los colectivos por los derechos LGTB. Acci¨®n y reacci¨®n. Cada paso delante, en un pa¨ªs que se precia de abanderar los derechos humanos, topa con la resistencia de un amplio sector conservador ligado a la religi¨®n que adem¨¢s, ahora tiene m¨¢s espacio que nunca en la Asamblea Legislativa. A¨²n la semana pasada, un grupo de diputados neopentecostales intent¨® postergar la entrada en vigencia del matrimonio igualitario para hacerlo coincidir con el siguiente proceso electoral. Hubo un momento en que muchos dudaron de que este martes quedara habilitado, pero ahora parece impostergable. Es la hora.
¡°Intentan estropear la fiesta y llevar todo al l¨ªmite. Y seguro lo seguir¨¢n intentando, pero el cambio legal implicar¨¢ tambi¨¦n un cambio cultural y esto es imparable; como lo fue con el reconocimiento del voto femenino¡±, reflexiona Enrique S¨¢nchez, jefe de la bancada oficialista en el Congreso, al que accedi¨® en 2018 present¨¢ndose como el primer diputado abiertamente gay. ¡°Costa Rica ser¨¢ el pa¨ªs 30 en el mundo en reconocer el matrimonio igualitario y eso molesta a algunas personas, pero cada vez ser¨¢n menos¡±, a?ade.
La fiesta tampoco podr¨¢ ser esta semana. Los colectivos ten¨ªan organizada una caravana y fiestas en los sitios p¨²blicos donde desde hace unos a?os pueden ondear la bandera del arco¨ªris, pero la pandemia de la covid-19 oblig¨® a cambiarlo todo. Los bares est¨¢n cerrados por mandato del Ministerio de Salud y est¨¢n prohibidas las concentraciones masivas. Tampoco han ido a m¨¢s las expectativas por los negocios alrededor de las bodas igualitarias que se habr¨ªan programado para las fechas inmediatas al 26 de mayo. Varias organizaciones tienen programas transmisiones remotas para recordar la lucha de d¨¦cadas y lo que viene en adelante para el reconocimiento de derechos de la comunidad LGTB.
¡°Es importante, claro. Nos alegra porque sabemos que ha sido una lucha de mucho tiempo, pero ha sido muy sufrido para muchas personas, demasiadas¡±, dice Laura junto a su pareja Jazm¨ªn. Su historia lo refleja. Se casaron en 2015 gracias a un error registral que permit¨ªa a Jazm¨ªn aparecer con sexo masculino en su c¨¦dula. En el papel era un matrimonio de hombre y mujer, pero en la realidad eran ellas pasando por una hendija del muro de la legalidad. Habr¨ªan llegado a este 26 de mayo siendo la ¨²nica pareja del mismo sexo casada ante el Registro Civil, pero numerosas gestiones judiciales han logrado evitarlo, al punto de que simplemente las borraron como matrimonio desde el 14 de mayo. Ante el Estado no son esposas y tampoco exesposas, tampoco due?as del restaurante que manejan juntas en el barrio Escalante, al este del casco central de San Jos¨¦.
Ahora, llegada la fecha, podr¨¢n casarse y acceder a los derechos de patrimonio familiar, a un seguro conjunto o a una eventual herencia; podr¨¢n incluso corregir con todas sus letras a quien crea que son hermanas. Pelear¨¢n tambi¨¦n por el reconocimiento de lo que ya vivieron en los ¨²ltimos cinco a?os o incluso por el derecho a casarse cuando quieran, no necesariamente el martes en tiempos de coronavirus. Lo resume Jazm¨ªn: ¡°Yo le digo que nos volvamos a casar, pero algo bonito, algo preparado y pensado, no como una carrera porque el Estado nos fija una fecha. Ya no tendremos que irnos del pa¨ªs para vivir como somos, ser¨¢ un pa¨ªs m¨¢s digno, pero tampoco tenemos sentimiento de fiesta porque ha sido muy duro para muchas personas y porque hemos aprendido que siempre hay algo que puede pasar¡±.
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