La gesti¨®n de los hospitales y el reparto de los bonos en medio de la pandemia desborda a Per¨²
El primer ministro admite las carencias del sistema de salud y que el Estado tiene dificultad para identificar a qu¨¦ ciudadanos subsidiar
Per¨² se ha convertido en el segundo pa¨ªs de Am¨¦rica Latina con m¨¢s contagios por coronavirus despu¨¦s de Brasil. La tendencia no se ha contenido y el pa¨ªs registra m¨¢s de 6.000 casos al d¨ªa. Hasta el domingo eran 164.476 los infectados y las muertes superaban las 4.506. La emergencia sanitaria ha desbordado los hospitales y la gesti¨®n de las autoridades. El primer ministro, Vicente Zeballos, reconoci¨® esta semana que los insumos de protecci¨®n para el personal sanitario son insuficientes y que el Estado tiene dificultad para identificar a qu¨¦ ciudadanos subsidiar en medio de la pandemia.
La primera semana de abril, cuando se cumpl¨ªa un mes desde la llegada del coronavirus a Per¨², varios m¨¦dicos de hospitales p¨²blicos compart¨ªan por Whatsapp Todo es precario, una canci¨®n del cantante lime?o Rafo R¨¢ez que expresaba lo que sent¨ªan al acudir a trabajar. Mes y medio despu¨¦s, otro tema transmite el mensaje de los que se sienten abandonados en medio de la pandemia: Demolici¨®n, del grupo de garage rock de los sesenta Los Saicos. Lo mencion¨® el jueves Andr¨¦s Campana, un m¨¦dico que trabaja en el servicio rural de salud de un centro de la sierra de Piura, al norte del pa¨ªs. Este profesional sanitario se sum¨® al SOS lanzado por buena parte de su colectivo.
En Per¨², los hospitales p¨²blicos pertenecen al Ministerio de Salud, al seguro social Essalud, a las direcciones regionales y a la sanidad de las fuerzas armadas y policiales. El colapso afecta a todos, salvo en las regiones andinas de altura -donde hay menos contagios y, por tanto, menos muertes-. Uno de los casos m¨¢s graves se da en el Hospital Negreiros del Callao, cuyos m¨¦dicos reportan cada semana en Twitter la cantidad del personal contagiado, incluidos los vigilantes y trabajadores de limpieza. Hace tres semanas eran 64, el domingo ¨²ltimo: 133. Es tambi¨¦n el establecimiento donde falleci¨®, el 23 de marzo, el primer trabajador de salud diagnosticado con covid-19: una especialista en obstetricia. Essalud aclar¨® en ese momento que fue por una hemorragia cerebral. Seg¨²n el personal sanitario, el establecimiento entr¨® con mal pie al inicio de la pandemia.
¡°En octubre se diagnostic¨® en la emergencia del hospital una epidemia de tuberculosis intrahospitalaria: seis dieron positivo. Cerraron ambientes, no la dotaron de aire. Al no haber circulaci¨®n de aire, m¨¦dicos, m¨¦dicos en formaci¨®n -residentes-, enfermeras y t¨¦cnicos dieron positivo a TBC, continu¨® la infecci¨®n hasta diciembre. El ¨¢rea no fue fumigada¡±, relata un profesional cuyo nombre reserva para evitar represalias.
¡°Luego cerraron el ¨¢rea de cuidados intermedios: en esas condiciones llega la epidemia de la covid-19. Poco despu¨¦s, muere una obstetra por un aparente derrame cerebral, pero que dio positivo al virus. Hoy sabemos que las caracter¨ªsticas neurol¨®gicas de la enfermedad incluyen un derrame. Este fallecimiento gener¨® el cierre de la sala de operaciones en ginecolog¨ªa, y enviaron a los anestesi¨®logos, m¨¦dicos neonat¨®logos y ginecolog¨ªa a un policl¨ªnica peque?ito, donde tampoco hay sistema de circulaci¨®n de aire, ubicado al lado del hospital. All¨ª hay hacinamiento¡±, describe.
Seg¨²n los sanitarios, la capilla del hospital Negreiros se convirti¨® en la sala para pacientes covid-19, y las urgencias se dividieron en un ¨¢rea dedicada a la covid y otra a las dem¨¢s emergencias. Pese a que hoy hay tres entradas al Hospital Negreiros, no les toman la temperatura al ingresar, ni hay suficientes pruebas al personal. ¡°Nadie se fija si estamos entrando por una zona covid o no. No hay una se?alizaci¨®n clara, nadie dice ¨¦chate alcohol en gel¡±, agrega la fuente. Ante el incremento del personal enfermo, el hospital contrat¨® a cinco m¨¦dicos para cuidados intensivos. ¡°Pero renunciaron por la cantidad de pacientes que ten¨ªan que atender y porque no se cumpl¨ªan las normas del tiempo necesario para cada enfermo¡±, relata el empleado.
Varios trabajadores del establecimiento comparten sus mensajes en un chat llamado ¡°personal sin EPP¡±, es decir, los que tienen que comprar con su propio dinero los equipos de protecci¨®n personal. ¡°Es muy complicado, el personal se ha comprado lentes, mascarilla, respiradores, protectores faciales. La instituci¨®n deber¨ªa preocuparse por proporcionarnos los mandiles, el protector de zapatos, gorro o ropa descartable, pero tampoco nos los brinda o no alcanza. Algunos d¨ªas uno ve a colegas con la chaqueta descartable, otros d¨ªas con el pantal¨®n. Los principales contaminadores del hospital somos nosotros mismos al desplazarnos: tenemos una contaminaci¨®n cruzada muy seria¡±, asegura este profesional. Algo adicional: el tanatorio est¨¢ a un metro de la emergencia.
Pacientes a la intemperie
Cerca del centro de la capital se ubica el Dos de Mayo, descrito por una antigua empleada administrativa como ¡°el hospital adonde los pobres van porque saben que all¨ª hay buenos m¨¦dicos¡±. Desde abril, el personal ha realizado dos plantones por varias carencias, la falta de medios de protecci¨®n de bioseguridad es una de las principales. En el Dos de Mayo, el personal tambi¨¦n protest¨® porque el ministro de Salud, V¨ªctor Zamora, ofreci¨® en abril eliminar los contratos por tercera a los m¨¦dicos que atienden en la emergencia covid-19. En esa modalidad carecen de seguro, vacaciones, y cualquier derecho laboral, pese a las duras condiciones en que trabajan en la pandemia. Pasado un mes, un 30% de m¨¦dicos a¨²n sigue en esa condici¨®n.
Por falta de ambientes adecuados y por la gran cantidad de pacientes que recibe el Dos de Mayo, hace m¨¢s de un mes atienden en toldos en el estacionamiento.¡°La cantidad de pacientes en carpa y triaje [clasificaci¨®n de pacientes] ha aumentado considerablemente, los pacientes est¨¢n hospitalizados en la intemperie bajo las carpas sin paredes y otros traen su colch¨®n, silla de ruedas y ox¨ªgeno para ser recibidos porque el hospital ya no cuenta con camas ni ox¨ªgeno. El fr¨ªo de este invierno se hace insoportable para los pacientes¡±, informa un m¨¦dico del Dos de Mayo a EL PA?S. ¡°Las mascarillas de protecci¨®n est¨¢n muy escasas, est¨¢n entregando unas mascarillas que no cumplen las especificaciones t¨¦cnicas¡±, a?ade,
La situaci¨®n en los hospitales de las regiones con mayor letalidad -Piura, Lambayeque, Loreto y Ucayali- es peor o similar. En todas faltan respiradores, en todas faltan camas y m¨¦dicos de cuidados intensivos. Las primeras donaciones de plantas de ox¨ªgeno procedieron de iniciativas de p¨¢rrocos en Iquitos y en Piura. En Ucayali, estudiantes de medicina hacen una campa?a en Facebook para recaudar dinero y donar implementos de bioseguridad a los m¨¦dicos que a la vez son sus profesores de la Universidad Nacional de la Amazon¨ªa Peruana (UNAP). Ya han visto morir a varios de sus maestros que se infectaron atendiendo a pacientes de la covid-19.
La gesti¨®n pol¨ªtica de la emergencia
El Gobierno de Mart¨ªn Vizcarra fue uno de los primeros en establecer en la regi¨®n la cuarentena y el toque de queda, y anunci¨® en abril subsidios para los pobres y trabajadores independientes. Luego de semanas de reclamos, anunci¨® un ¡°bono agrario¡± y otro llamado ¡°universal¡± para asistir a personas a quienes no identific¨® como merecedores de los dos primeros.
Sin embargo, pasados dos meses y medio de paralizaci¨®n de la econom¨ªa, y con una afectaci¨®n mayor a los trabajadores informales (cerca del 70% del mercado laboral antes de la pandemia), dichos subsidios no alcanzan ni han sido correctamente orientados. Cientos indican que resultaron beneficiados y no los necesitaban, y otros miles reclaman que lo requieren. En ese clima de insatisfacci¨®n, la prensa local difundi¨® la semana pasada que el Ministerio de Cultura contrat¨® por 8.700 d¨®lares a una persona cercana al presidente Vizcarra para dar charlas de motivaci¨®n a empleados de ese sector durante la emergencia sanitaria. Ante el esc¨¢ndalo, el Ministerio anul¨® el contrato pero no aclar¨® si ya le hab¨ªa pagado. Las cr¨ªticas persistieron y la noche del viernes el mandatario acept¨® la dimisi¨®n de la ministra Sonia Guill¨¦n.
Por otro lado, el virus ha llegado a los pueblos ind¨ªgenas de la Amazon¨ªa, una de las regiones m¨¢s vulnerables del pa¨ªs. Los llamados de auxilio m¨¢s dolorosos vienen de los apus -jefes ind¨ªgenas-, quienes describen a su comunidad con s¨ªntomas y puestos de salud sin medicamentos, poco personal y sin indumentaria de protecci¨®n. Ello tambi¨¦n hab¨ªa llevado a congresistas y representantes de la sociedad civil a pedir la renuncia de Guill¨¦n.
Este jueves, el primer ministro, Vicente Zeballos, fue al Congreso a pedir el voto de investidura para el gabinete y la pol¨ªtica general del Gobierno, un tr¨¢mite que la pandemia dej¨® pendiente luego de que el nuevo Parlamento se instalara en marzo. ¡°Todos somos conscientes de que nuestros servicios de salud no han ido creciendo ni implement¨¢ndose de acuerdo con las necesidades y el crecimiento de la poblaci¨®n. Parte de ese deterioro se ha reflejado en la falta de los equipos de protecci¨®n personal (EPP). La falta de EPP ha sido y sigue siendo un problema del cual no somos ajenos, pero estamos abocados para lograr una soluci¨®n lo m¨¢s pronto posible¡±, dijo Zeballos.
Fue una declaraci¨®n distinta a los meses previos, cuando el Gobierno aseguraba que distribu¨ªan implementos suficientes y de calidad a los trabajadores sanitarios. En el hemiciclo casi vac¨ªo, pues la mayor¨ªa de los congresistas participaban v¨ªa una plataforma virtual, el primer ministro tambi¨¦n acus¨® recibo de las cr¨ªticas a los subsidios que no llegan a los que han quedado sin sustento. ¡°Somos conscientes de las limitaciones que tiene el Sistema de Focalizaci¨®n de Hogares y de la falta de una efectiva inclusi¨®n financiera. Son parte de los problemas del Estado que tenemos que resolver en el corto plazo¡±, expres¨® Zeballos.Durante el debate parlamentario, todas las bancadas se han cebado en las deficiencias de la gesti¨®n de la emergencia y la crisis econ¨®mica, as¨ª como en la educaci¨®n remota que no llega, por falta de electricidad o de se?al de internet, a zonas rurales y amaz¨®nicas. ¡°?C¨®mo entender que nuestros hijos caminen de cerro en cerro buscando internet para aprender algo?¡±, reclam¨® Kenyon Durand, representante de la regi¨®n andina de Huancavelica.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- El mapa del coronavirus: as¨ª crecen los casos d¨ªa a d¨ªa y pa¨ªs por pa¨ªs
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada pa¨ªs de Am¨¦rica Latina.
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