Arag¨®n logr¨® frenar a tiempo el brote que se descontrol¨® en Lleida

De todas las lecciones que dejar¨¢ la pandemia del coronavirus, la de la gesti¨®n de los primeros momentos de un brote es de las m¨¢s importantes. Saber c¨®mo y cu¨¢ndo adoptar medidas que eviten que una peque?a agrupaci¨®n de casos se convierta en una oleada es el gran reto para el sistema sanitario. ¡°Es algo que requiere la dosis justa de sensibilidad, m¨²sculo e inteligencia. Es inasumible ir confinando zonas a la primera de cambio, pero hacerlo tarde nos aboca a un grave problema dif¨ªcil de controlar¡±, resume Fernando Garc¨ªa Benavides, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

El gran rebrote de Lleida y cuatro comarcas vecinas de Arag¨®n, que ya suma m¨¢s de 1.500 positivos, ser¨¢ objeto de estudio para los especialistas. Junto al de Leicester (Reino Unido) y Renania del Norte-Westfalia (Alemania) es uno de los tres mayores de Europa en el ¨²ltimo mes. Pero la frontera administrativa entre Arag¨®n y Catalu?a, que han adoptado medidas distintas, convierte la zona en un gran laboratorio para evaluar su impacto sobre las din¨¢micas de propagaci¨®n del virus.

La poblaci¨®n, tan habituada a vivir como si el linde no existiera que hasta comparten hospital, est¨¢ hoy dividida en dos circunstancias muy alejadas. En el lado catal¨¢n, los casos crecen a un ritmo de m¨¢s de 100 al d¨ªa y los 210.000 vecinos de Lleida y su comarca (el Segri¨¤) fueron confinados el 4 de julio.

En Arag¨®n, las comarcas del Bajo Cinca, Cinca Medio, La Litera y Bajo Arag¨®n-Caspe (81.000 personas en total) han logrado que los nuevos positivos desciendan desde hace dos semanas. Sus habitantes viven en la fase 2 de la desescalada, algo que con el fin del estado de alarma apenas supone limitar las reuniones sociales (15 personas m¨¢ximo) pero no restringe la movilidad.

La reacci¨®n de las dos comunidades ante el repunte de casos, que se inici¨® en ambos lados de la frontera en torno al 18 de junio, explica esta disparidad, seg¨²n las fuentes consultadas. ¡°Pudimos actuar r¨¢pido y hacer todas las PCR posibles. La situaci¨®n es cambiante, pero se ha logrado acotar la propagaci¨®n del virus¡±, explican fuentes sanitarias de Huesca. Arag¨®n mira ahora con m¨¢s preocupaci¨®n a Zaragoza capital, que el viernes registr¨® 32 casos.

¡°Nosotros no hemos llegado a tiempo¡±, lamenta un sanitario de Lleida. ¡°Hicimos primero frente al brote de los mataderos [a finales de mayo, 150 casos]. Luego al de Guissona [200 casos]. Y otros peque?os en residencias, familiares y entre j¨®venes. Han faltado manos, los sistemas de informaci¨®n no han funcionado bien y la ayuda del call center de Barcelona para rastrear contactos no ha sido tal¡±, sigue esta fuente.

El virus nunca se fue del todo de la zona. La potente industria agroalimentaria de ambas comunidades mantuvo su actividad en el estado de alarma y con ella siguieron los contagios. Bin¨¦far (Huesca) sufri¨® el primer gran golpe en abril con un gran brote en dos empresas c¨¢rnicas. A finales de mayo fueron los mataderos de Lleida. Y con el inicio de la cosecha, entraron en escena los temporeros. Fraga (Huesca) tuvo a principios de junio un aviso de lo que pod¨ªa venir con 25 casos en el colectivo.

La situaci¨®n experiment¨® una notable mejor¨ªa a mediados de junio. El d¨ªa 18, Lleida pas¨® de la fase 2 a la llamada nueva normalidad en solo 24 horas tras registrar los mejores datos desde el inicio del estado de alarma ¡ªocho casos diarios de media¡ª la semana anterior. En el lado aragon¨¦s, en la fase 3 desde el 9 de junio, sobraban dedos en una mano para los nuevos positivos.

Pero entonces todo empez¨® a torcerse. Las cuatro comarcas de Arag¨®n, detectaron nueve casos entre el 16 y el 17 de junio. El s¨¢bado 20, con 21 positivos en 48 horas, el Gobierno de Arag¨®n decret¨® el cierre temporal de una empresa en Zaid¨ªn y empez¨® a rastrear el virus en m¨¢s de 200 trabajadores. Los 88 positivos obtenidos mandaron de vuelta a la fase 2 a las tres comarcas de la provincia de Huesca. Al d¨ªa siguiente segu¨ªa el mismo camino la de Bajo Arag¨®n-Caspe, en Zaragoza.

¡±La medida sirvi¨® de aviso¡±, explican fuentes del Gobierno aragon¨¦s. ¡°Tras el fin del estado de alarma, volver a la fase 2 supone reducir algunos aforos y las reuniones sociales a 15 asistentes. Pero son medidas limitadas y dif¨ªciles de controlar. Lo preocupante era que el virus ya corr¨ªa entre pe?as de j¨®venes y hab¨ªa que cortar las cadenas de contagio¡±, siguen estas fuentes.

Con todo el arsenal de salud p¨²blica activo ¡ªb¨²squeda de casos sospechosos, pruebas PCR, rastreo de contactos¡­¡ª, los diagn¨®sticos bajaron r¨¢pido. La incidencia acumulada de los siete d¨ªas anteriores alcanz¨® el pico el 26 de junio, con 26,7 casos, y desde entonces ha descendido hasta los 11,3 del pasado jueves.

La inmensa mayor¨ªa de los casos detectados en Arag¨®n son ¡°personas j¨®venes y sanas, muchas asintom¨¢ticas, lo que indica que se han atajado a tiempo los contagios¡±, remachan estas fuentes. Los hospitales de Arag¨®n no han registrado un aumento de ingresos. S¨ª ha habido ¡°alguno, pero pocos¡± en el Arnau de Vilanova de Lleida, al que acude por cercan¨ªa (apenas 20 kil¨®metros) la poblaci¨®n, seg¨²n fuentes del centro.

En el Segri¨¤ los casos dieron un salto significativo el d¨ªa 19, con 19 positivos tras una semana oscilando entre uno y cinco. Dos d¨ªas m¨¢s tarde ya eran 25, y el 23 de junio, 47. La incidencia acumulada en los siete d¨ªas anteriores era de 10,4 casos diarios el 18 de junio. El d¨ªa 23 lleg¨® a 20, a 38 el d¨ªa 28, a 70,4 el 2 de julio y escal¨® hasta superar el centenar el pasado d¨ªa 8.

El incremento tambi¨¦n empez¨® a presionar al sistema sanitario, se?al de que la transmisi¨®n comunitaria ya estaba en marcha. ¡°Los centros de salud llevan dos semanas tensionados¡±, alert¨® el pasado martes el sindicato Metges de Catalunya. ¡°Yo me fui de puente de San Juan [el 24 de junio] con solo un paciente ingresado y cuando volv¨ª hab¨ªa 16¡±, explica Jos¨¦ Luis Morales-Rull, responsable de coronavirus en el hospital Arnau de Vilanova.

Este centro pas¨® en unos d¨ªas de plantearse cerrar la planta covid, a llenarla, abrir una segunda a principios de semana y una tercera ahora. El s¨¢bado ten¨ªa 57 enfermos ingresados, seis de ellos en la UCI. Todos los centros de la ciudad atienden a 89 pacientes hospitalizados, de los que 11 llenan las UCI, lo que ha obligado a la Generalitat a derivar a enfermos a otros hospitales de Catalu?a.

Pese al aumento sostenido de casos, la Generalitat tard¨® en dar se?ales de alerta. El lunes 29 de junio, la regi¨®n sanitaria de Lleida inform¨® por primera vez de un aumento de casos y de la extensi¨®n de las pruebas. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, sin embargo, el Gobierno catal¨¢n reaccion¨® airadamente cuando el coordinador de urgencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Sim¨®n, desliz¨® por primera vez la posible necesidad de tomar medidas.

¡°No estamos en una fase de crecimiento exponencial de casos, los detectamos antes¡±, replic¨® al d¨ªa siguiente la consejera de Salud catalana, Alba Verg¨¦s. Su departamento neg¨® que fuera necesario el confinamiento, pero ese mismo viernes instal¨® un hospital de campa?a para reforzar al Arnau de Vilanova. La Generalitat acab¨® cerrando el Segri¨¤ la ma?ana siguiente.

La falta de profesionales en vigilancia epidemiol¨®gica, la incapacidad del sistema de rastrear contactos y los fallos de la plataforma inform¨¢tica creada para hacer frente a los rebrotes son las carencias denunciadas por los sanitarios. Joan Ramon Villalb¨ª, de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (Sespas), considera que ¡°Arag¨®n se ha beneficiado del menor tama?o de su zona y de unos sistemas de salud p¨²blica bien dimensionados y articulados¡±. ¡°Catalu?a sufre por la fragmentaci¨®n de actores del sistema sanitario, cada uno con su sistema, lo que complica y ralentiza la circulaci¨®n de la informaci¨®n¡±, a?ade.

Este experto pone otros problemas sobre la mesa. ¡°Las rigideces de la Administraci¨®n y la situaci¨®n de partida tambi¨¦n han influido¡±. ¡°La Generalitat no puede contratar a 100 epidemi¨®logos de golpe. Es un proceso lento y adem¨¢s no es posible formar en dos meses a tantos profesionales para una funci¨®n que requiere especializaci¨®n y experiencia¡±, considera.

En su opini¨®n, esta fue la raz¨®n que llev¨® al Gobierno catal¨¢n a recurrir a un call center de Ferrovial, la empresa que gestiona el tel¨¦fono 061 de urgencias en Catalu?a. ¡°Ten¨ªa su l¨®gica recurrir a un dispositivo que ya estaba en la ¨®rbita del sistema sanitario. Pero solo si pod¨ªa asegurarse que los nuevos sistemas de informaci¨®n funcionaran y el call center se coordinara con la red sanitaria y asumiera las labores administrativas, como localizar contactos. No ha sido as¨ª¡±, lamenta.

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