¡°Lo raro es que no haya habido brotes antes¡±

La plaza Espanyola es el epicentro de La Torrassa, el barrio de L¡¯Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad catalana, donde los casos de coronavirus se han multiplicado por nueve (de 4 a 37) hasta protagonizar uno de los principales focos de rebrote de la pandemia. La plaza es de aquellos puntos urbanos donde entre semana desfilan generaciones distintas: abuelos por la ma?ana y a mediod¨ªa; ni?os por las tardes; chavales y no tan chavales por las noches.

Un mediod¨ªa de domingo, est¨¢n dos grupos representados: abuelos en los bancos y las terrazas, ni?os en los dos parques de juegos. Para el turno de tarde faltan horas, pero su presencia ser¨¢ masiva, coinciden los presentes con cara de no gustarles lo que est¨¢ por venir. La plaza se pone hasta la bandera de grupos de j¨®venes que compran bebida en el supermercado. Las papeleras y los bancos rebosan latas de cerveza a ¨²ltima hora, cuentan los vecinos. El oasis es la iglesia de la esquina, donde dos ni?as han tomado la comuni¨®n. Las familias se fotograf¨ªan en un banco, con un panel de informaci¨®n p¨²blica como fondo.

Sorprende la cantidad de personas, m¨¢s hombres que mujeres, j¨®venes y de mediana edad, que hay sin mascarilla, pese a que desde el jueves es obligatoria y a los casos que registra el barrio. Todav¨ªa es m¨¢s elevada la cifra de quienes la llevan, pero debajo del cuello, sin cubrirles la cara. ¡°Aqu¨ª lo raro es que no haya habido brotes antes¡±, sentencia Esperanza, y sigue: ¡°No sabes la de botellones y fiestas que se montan por la tarde y noche. ?D¨®nde est¨¢ la polic¨ªa?¡±. Habla en una de las cuestas de barrio, donde el Ayuntamiento ha pintado en las aceras indicaciones que piden circular por la derecha y mantener las distancias. En los bancos de la plaza hay pegatinas que indican d¨®nde sentarse. ¡°Aqu¨ª s¨ª¡±, ¡°Aqu¨ª no¡±, alertan con poco ¨¦xito, visto el aforo completo de varios bancos.

Tambi¨¦n Rafael Fern¨¢ndez, jubilado, est¨¢ molesto por la concentraci¨®n de grupos. ¡°Aqu¨ª se juntan 10 y 15, sin mascarilla ni nada, no quiero hablar porque me enciendo. Estoy harto de llamar, llamo hasta a la Nuri¡±, asegura refiri¨¦ndose a la alcaldesa N¨²ria Mar¨ªn (PSC), ¡°me conoce porque yo fui el due?o del bar El Gallo de Oro¡±, precisa.

En La Torrassa son 28.000 habitantes, pero con una densidad que se sit¨²a entre las m¨¢s elevadas de Europa: 637 vecinos por hect¨¢rea. Son datos recientes del Ayuntamiento, que tambi¨¦n indican que el 93% de la poblaci¨®n tiene entre 15 y 64 a?os, que solo un 13% de los vecinos tiene estudios universitarios o que el 36% de los habitantes son de nacionalidad extranjera, m¨¢s de la mitad de pa¨ªses latinoamericanos y casi una cuarta parte, asi¨¢ticos. La media de personas por hogar es de tres, indicador de que hay muchos hogares con m¨¢s habitantes.

Con la crisis del coronavirus el Ayuntamiento ha reforzado los equipos de agentes c¨ªvicos y hacen turnos de ma?ana, cuando habitualmente trabajan por la tarde. En la Espanyola hay una pareja este domingo. Han cambiado las advertencias habituales (no consumir alcohol o fumar porros en la v¨ªa p¨²blica y pedir a los propietarios de perros que deben atarles) para convertirse en los guardianes del buen uso de la mascarilla. No siempre les hacen caso. Y no son agentes de la autoridad, recuerdan. Si la situaci¨®n se pone tensa, llaman a la Guardia Urbana. Estos dos profesionales tambi¨¦n convienen que la densidad de poblaci¨®n y la concentraci¨®n de vecinos en la v¨ªa p¨²blica por las tardes explican los brotes.

Lo mismo piensa la presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos, Loli Col¨¢s: ¡°El barrio es muy denso y sufrimos la falta de respeto por las normas por parte de algunos vecinos¡±, lamenta: ¡°Aqu¨ª siempre hay mucha gente en la calle en verano, porque los pisos son peque?os, nos faltan espacios verdes y al finalizar el estado de alarma hemos salido de golpe: vistas las condiciones, no extra?an los casos¡±, concluye.

Donde no hay ni un alma es en las canchas de baloncesto del parque del barrio. La alcaldesa ha cerrado las pistas deportivas para evitar concentraciones. La Guardia Urbana ha rodeado las canastas con precinto. ¡°Pero ya ver¨¢s t¨² como se ponen las gradas esta tarde¡±, se?ala uno de los pocos abuelos que pasea en lo alto del parque. Junto a las pistas, Cyntia, Jose y sus dos hijos acaban de hacer un p¨ªcnic en la sombra. Los cuatro llevan mascarilla y al llegar les ha sorprendido la poca gente que hab¨ªa en esta parte del parque en domingo: ¡°Cuando hemos visto las pistas precintadas lo hemos entendido¡±.

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