Cada ocho minutos muere una persona en la lista de espera de la dependencia

Cada ocho minutos muere en Espa?a una persona que est¨¢ esperando por alguno de los tr¨¢mites de la ley de dependencia. De enero a junio se registraron 32.035 decesos entre quienes ten¨ªan reconocido el derecho a recibir una prestaci¨®n o servicio y quienes aguardaban a ser valorados para saber si pueden optar a ello. De media, son 176 fallecimientos al d¨ªa ¡°en el laberinto burocr¨¢tico de la ley¡±, seg¨²n la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que analiza datos oficiales del Ministerio de Derechos Sociales. No quiere decir que fallecieran por no haber sido atendidos, pero s¨ª que muchos lo hicieron sin recibir una asistencia a la que ten¨ªan derecho.

Actualmente hay 392.526 personas a la espera de alg¨²n procedimiento de esta ley. La asociaci¨®n critica que est¨¢n ¡°abandonadas¡± y considera que el ¡°escudo social¡± del Gobierno ¡°no protege¡± a quienes est¨¢n en situaci¨®n de dependencia. Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez, su presidente, reprocha que el Ministerio de Derechos Sociales no haya ¡°incrementado ni en un solo euro¡± la financiaci¨®n en este ¨¢mbito y reclama ¡°medidas urgentes¡± al Ejecutivo y una agilizaci¨®n y simplificaci¨®n de los tr¨¢mites a las comunidades aut¨®nomas, competentes en la gesti¨®n de la dependencia.

La asociaci¨®n analiza, por un lado, los datos oficiales del sistema de la dependencia de enero a junio. M¨¢s de 1,1 millones de ciudadanos est¨¢n atendidos. Reciben una prestaci¨®n o servicio porque, en mayor o menor grado, necesitan asistencia en las labores de su vida diaria. La gran mayor¨ªa ha superado los 65 a?os. La mitad es ya octogenario.

En estos seis meses han fallecido en Espa?a cerca de 130.000 personas beneficiarias o a la espera de alg¨²n tr¨¢mite de la ley. De ellas, 97.944 s¨ª estaban atendidas con alguna prestaci¨®n econ¨®mica o servicio, como un centro de d¨ªa o ayuda a domicilio, por ejemplo. La organizaci¨®n estima que cerca de la mitad (m¨¢s de 46.500) viv¨ªa en residencias, bien en una plaza p¨²blica o a trav¨¦s de lo que se conoce como prestaci¨®n econ¨®mica vinculada al servicio (el dependiente recibe un dinero con el que paga parte de la plaza y el resto la abona de su bolsillo).

Sobremortalidad

Por otro lado, la asociaci¨®n se hace eco del estudio de sobremortalidad en la dependencia que realiza el Ministerio de Derechos Sociales para marzo, abril y mayo, a partir del cruce de los datos del propio sistema con los del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y el Ministerio de Justicia. Son los tres meses en los que la pandemia golpe¨® m¨¢s duro. En este tiempo, las 29.795 personas que murieron en una residencia por cualquier causa (o en una plaza p¨²blica o con prestaci¨®n vinculada al servicio) suponen una sobremortalidad del 151%. Es decir, que fallecieron 17.922 personas m¨¢s de lo esperado para ese periodo, seg¨²n la media desde 2017.

Se desconoce cu¨¢ntas de estas muertes estaban directa o indirectamente asociadas a la covid-19, pero los datos constatan la vulnerabilidad de esta poblaci¨®n. De todas las personas que recib¨ªan alguna prestaci¨®n o servicio a trav¨¦s de esta ley y fallecieron durante estos tres meses (57.469), quienes viv¨ªan en residencias eran m¨¢s de la mitad.

El estudio analiza la sobremortalidad en la dependencia a trav¨¦s de dos par¨¢metros. Por un lado, calcula el exceso de muertes de las personas que estaban siendo atendidas. En este caso, fue m¨¢s de 25.000 decesos m¨¢s de lo esperado para estos tres meses. Un aumento del 80%. Por otro lado, calcula el exceso de fallecimientos respecto a quienes hab¨ªan solicitado una ayuda (tambi¨¦n incluye a los que estaban en lista de espera): la cifra de decesos fue de m¨¢s de 81.000 y la sobremortalidad, de m¨¢s de 31.000 personas respecto a lo esperado para este periodo. Representa un incremento del 61%. Por ponerlo en contexto, el exceso de muertes para el conjunto del pa¨ªs entre el 13 de marzo y el 22 de mayo fue de 43.938, seg¨²n el ¨²ltimo estudio de sobremortalidad del Sistema de Monitorizaci¨®n de Muertes, del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

La Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes calcula que el 4,4% de todos los solicitantes de la ley fallecieron en estos tres meses; un porcentaje que sube al 5,2% si se tiene en cuenta solo a los que s¨ª estaban siendo atendidos, y que escala al 12,3% entre aquellas personas reconocidas como dependientes y que viv¨ªan en una residencia gracias a alguna prestaci¨®n obtenida a trav¨¦s de la ley (en Madrid fueron un 22%, frente al 4,3% de La Rioja).

El exceso de mortalidad entre los beneficiarios fue mucho mayor en abril (137%) que en marzo (68%) y en mayo (37%). Y hay una gran diferencia entre comunidades. La mayor tasa se registr¨® en Madrid (196%, con 7.307 fallecidos m¨¢s de lo esperado), seguida de Castilla-La Mancha (174%, con 3.060 muertes m¨¢s) y Catalu?a (119%, con 6.162 decesos m¨¢s de los previstos). Las autonom¨ªas con menores tasas fueron Murcia (16%, con 150 muertes m¨¢s), Andaluc¨ªa (21%, 1.186 fallecidos m¨¢s) y Asturias (26%, con 2017 decesos m¨¢s).

¡°Lejos de nuevos discursos, fotos e intenciones, son precisas medidas urgentes para evitar el sufrimiento y abandono de las personas m¨¢s vulnerables de nuestro pa¨ªs¡±, considera Ram¨ªrez, quien reclama que, ¡°sin esperar¡± a los Presupuestos, el Gobierno inyecte financiaci¨®n a la dependencia. Adem¨¢s reclama a las autonom¨ªas que apliquen medidas para ¡°suspender y flexibilizar el servicio¡± sin necesidad de que se inicie un nuevo procedimiento.

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