Fronteras reabiertas, familias reunidas
Cientos de espa?oles afectados por el cierre de fronteras de China reciben con alegr¨ªa la noticia de que los extranjeros residentes podr¨¢n regresar al pa¨ªs
Varios centenares de familias recibieron este martes la feliz noticia que ansiaban: China comienza a reabrir sus fronteras. As¨ª lo anunciaron las embajadas del gigante asi¨¢tico, que a partir de ahora permitir¨¢ el regreso de extranjeros con permiso de residencia en vigor; una concesi¨®n limitada de momento a una lista de 36 pa¨ªses europeos entre los que se cuenta Espa?a. Desde esta semana, todo el que desee volver podr¨¢ tramitar su visado con normalidad, aunque todav¨ªa tendr¨¢ que bregar con la ardua tarea de encontrar billetes de avi¨®n y cumplir con un periodo de cuarentena en destino. De este modo, hasta 600 ciudadanos espa?oles afectados podr¨¢n reunirse con sus seres queridos, su hogar y su trabajo y retomar su vida habitual tras cuatro meses de bloqueo a causa de la pandemia.
Una de estas personas es Mar¨ªa Sales, valenciana residente en Shangh¨¢i desde hace tres a?os. ¡°El 24 de enero mi marido dijo que estaba pasando algo preocupante, por lo que optamos por dejar de salir a la calle y quedarnos en casa¡±, rememora. Un d¨ªa antes el Gobierno chino hab¨ªa cerrado la ciudad de Wuhan, foco original del virus. En aquel momento las cifras oficiales hablaban de 41 fallecidos y 1.330 infectados, junto a una veintena en otros pa¨ªses. A d¨ªa de hoy, 20 millones de casos por todo el planeta dejan m¨¢s de 700.000 muertos. ¡°Como tenemos una ni?a peque?a, el 30 decidimos regresar a Espa?a. Primero vol¨¦ yo con ella. Mi marido iba a venir m¨¢s tarde si las cosas empeoraban, pero al d¨ªa siguiente su empresa decret¨® que ning¨²n empleado pod¨ªa salir del pa¨ªs para evitar la propagaci¨®n del virus¡±. Desde entonces han estado separados.
Tras cumplir con dos semanas de cuarentena voluntaria nada m¨¢s poner pie en Espa?a, Mar¨ªa comenz¨® a buscar el modo de reencontrarse con su marido. Las autoridades chinas cerraron sus fronteras a los extranjeros el 28 de marzo, aunque m¨¢s adelante transigieron con el acceso de individuos en circunstancias excepcionales, lo que requer¨ªa de un complicado procedimiento. Por eso, a principios de mayo, Mar¨ªa cre¨® un chat grupal con varias amigas que tambi¨¦n quer¨ªan regresar. ¡°Pensamos que podr¨ªamos ayudarnos unas a otras y que si ten¨ªamos que hacer una segunda cuarentena, estar juntas la har¨ªa m¨¢s llevadera. Les dije que si conoc¨ªan a m¨¢s personas en una situaci¨®n similar pod¨ªan agregarlas¡±, apunta. As¨ª empez¨® todo.
¡°Al final del d¨ªa ya ¨¦ramos 100 miembros, al siguiente 200¡±. El grupo fue evolucionando hasta acabar convertido en una plataforma de afectados bajo el nombre China tambi¨¦n es mi casa. ¡°Hay much¨ªsimos casos, que yo sepa m¨¢s de 800 familias¡±, calcula Mar¨ªa. El foro sirve para resolver dudas y repartirse las tareas. Una de las primeras fue buscar el apoyo de las instituciones: consulados espa?oles en China, consulados chinos en Espa?a, Ministerio de Asuntos Exteriores, partidos pol¨ªticos. Una de ellas destaca en particular. ¡°La C¨¢mara de Comercio de Espa?a en China es quien m¨¢s nos ha ayudado, les estamos muy agradecidos¡±. Ahora, tras sacarse el visado, empezar¨¢ a buscar vuelos para volver a China.
¡°Nos hemos centrado en facilitar el retorno de los residentes espa?oles en China por medio de dos estrategias: por un lado gestionando las cartas de invitaci¨®n que eran necesarias hasta ahora, y por otro ofreciendo los medios de transporte¡±, explica Alberto Lebr¨®n, presidente de la C¨¢mara Oficial de Comercio de Espa?a en Pek¨ªn. Este ¨²ltimo punto es particularmente importante, dado que los vuelos comerciales son todav¨ªa escasos, con precios desorbitados y a menudo no cumplen las fechas programadas. Por eso, Lebr¨®n ha coordinado un programa de cooperaci¨®n con sus hom¨®logos alemanes para reservar una cuota de 10 asientos en cada uno de sus vuelos ch¨¢rteres. Gracias a ello, una treintena de ciudadanos espa?oles han logrado ya regresar a China.
Primer vuelo ch¨¢rter
El primer vuelo ch¨¢rter fletado de manera independiente por la C¨¢mara despegar¨¢ el pr¨®ximo 12 de septiembre de Madrid ¡ªa expensas de que se cubran las 325 plazas disponibles¡ª con destino a Hangzhou. Cada billete cuesta 2.100 euros, ¡°por debajo de los precios de mercado actuales, ya que la demanda excede con mucho a la oferta. Esperamos que el tr¨¢fico comercial recupere poco a poco la normalidad a medida que los Gobiernos vayan facilitando el movimiento de personas¡±, dice Lebr¨®n.
La C¨¢mara tambi¨¦n particip¨® de la compra de materiales m¨¦dicos en marzo, durante los peores d¨ªas de la pandemia. Su colaboraci¨®n con las administraciones locales consisti¨® en establecer contacto con distribuidores en China, comprobar los certificados de calidad de sus productos, garantizar un precio razonable y, por ¨²ltimo, gestionar el env¨ªo. ¡°Conseguimos que llegaran a Espa?a unos 25 aviones con respiradores y mascarillas¡±, detalla Lebr¨®n. Toda esta actividad se ha realizado de manera altruista. ¡°La C¨¢mara no recibe dinero p¨²blico, pero consideramos que ten¨ªamos que cumplir con nuestra responsabilidad institucional en una situaci¨®n extraordinaria¡±.
Para algunos residentes espa?oles, no obstante, este gesto ha llegado demasiado tarde. Es el caso de D¨¢cil S¨¢nchez, una de los 21 repatriados desde Wuhan el pasado 31 de enero, que debi¨® elegir entonces entre quedarse en la ciudad o abandonarla dejando atr¨¢s a su marido, de nacionalidad china. Ella acab¨® y¨¦ndose mientras ¨¦l permanec¨ªa all¨ª. ¡°Ha pasado m¨¢s de medio a?o desde entonces, no pensamos que fuera a ser tan largo¡±, confiesa. Despu¨¦s de meses buscando una manera de regresar, ambos se rindieron y dejar¨¢n el pa¨ªs. ¡°Ha sido duro, porque llevaba casi seis a?os viviendo all¨ª y tuve que irme de improvisto sin poder despedirme de nadie, pero siempre podemos volver¡±. En cuanto su marido pueda entrar en Espa?a se instalar¨¢n aqu¨ª. De momento, D¨¢cil ya ha encontrado trabajo en su ciudad de residencia, ¡°una enorme suerte tal y como est¨¢n las cosas¡±.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
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