Desconcierto total de los padres ante la vuelta al colegio
Las familias buscan opciones ante un curso semipresencial o una posible cuarentena de los escolares
A dos semanas de que empiece el curso, el desconcierto de los padres es may¨²sculo. No saben ni si comprar los libros y el uniforme, porque dudan de si los ni?os llegar¨¢n a ir a clase y, si lo hacen, cu¨¢nto tiempo asistir¨¢n antes de que los devuelvan a casa por una cuarentena o cierre. Tirar de los abuelos, pese al riesgo, teletrabajar, dejar el empleo unos d¨ªas, organizarse con otras familias para buscar una madre de d¨ªa son opciones que barajan muchas familias. ¡°Estamos muy agobiados, a la espera de c¨®mo se plantea el curso para poder organizarnos como familia¡±, explica ?ngeles Castellano, de 42 a?os, con un ni?o de tres a?os y mellizas nacidas en pleno confinamiento.
La incertidumbre en su casa es total. Se reincorpora en septiembre a su trabajo como secretaria general de Facua Madrid de forma presencial. Su marido, ingeniero industrial, se qued¨® en paro en junio, pero ni ha buscado empleo porque no saben qu¨¦ van a hacer. Tienen casi decidido no llevar a las mellizas a la escuela infantil p¨²blica en la que tienen plaza, al menos, hasta enero. ¡°El que va a ser su profesor nos llam¨® y nos dijo que estaban recomendando no llevar a los beb¨¦s a¨²n¡±, dice.
La gran duda es lo que har¨¢n con Alfonso, que empieza primero de infantil. ¡°Tenemos miedo al virus, pero tambi¨¦n a que no haya cole, es un ni contigo ni sin ti¡±, bromea. Ir a clase tres d¨ªas a la semana, u opciones parecidas que barajan estos d¨ªas las Administraciones, ¡°no tiene sentido¡±. ¡°Si hay un semicierre, o abren pero sin que lo veamos seguro, nos planteamos coger una madre de d¨ªa con otras familias que sepamos que no tienen conductas de riesgo¡±, explica. En junio y julio ya lo hicieron: contrataron a una maestra de la escuela infantil de Alfonso y de otro compa?ero, que iba a casa de este todas las ma?anas, y se ocupaba de los dos. Una opci¨®n a medio camino entre la guarder¨ªa y la cuidadora particular, que les permiti¨® formar su propio ¡°grupo burbuja¡±. ¡°Le vino muy bien, es un ni?o muy sociable, necesita a otros ni?os. Tambi¨¦n recuper¨® rutinas. Notamos mucho la diferencia con los meses de confinamiento, que adem¨¢s coincidieron con el nacimiento de las hermanas: fue un horror de rabietas, le afect¨® al sue?o, a la comida¡±, recuerda ?ngeles Castellano.
Elena Gavil¨¢n, de 38 a?os, est¨¢ tambi¨¦n preocupada. Su marido y ella tienen, con otros dos socios, un centro de entrenamiento personal en C¨®rdoba. Como aut¨®nomos, sufrieron econ¨®micamente durante el confinamiento, a lo que se sum¨® que su hijo, Oliver, de tres a?os, llev¨® fatal no poder salir ni ver a otros ni?os. ¡°Me encantar¨ªa que empezara el cole, por necesidad nuestra, para no tirar de la familia para cuidarlo, y del ni?o, para que se relacione. Pero lo veo muy negro¡±. Cuando reabrieron la empresa, en mayo, los abuelos y su cu?ada cuidaron de Oliver. Pero si le ponen en cuarentena, Gavil¨¢n cree que se quedar¨¢ aislada con ¨¦l, y que su marido, entrenador, se ir¨¢ fuera, para poder seguir trabajando. ¡°Me ocupo de la parte administrativa, as¨ª que me sacrificar¨¦ yo, porque mi puesto es m¨¢s prescindible¡±.
Juan Domingo Alonso, de 39 a?os, vive la incertidumbre desde los dos lados: como profesor de primaria y secundaria, est¨¢ adaptando el temario a tres escenarios: clases presenciales, semipresenciales y online. Como padre, no sabe qu¨¦ hacer: tiene una ni?a de 7 a?os, en primaria, y un ni?o de 5, en infantil. Y en Murcia, donde viven, se baraja que los alumnos vayan a clase d¨ªas distintos seg¨²n la etapa. ¡°Mi mujer y yo trabajamos en el mismo colegio al que van los ni?os. As¨ª que si abren para todos, bien, pero si cada etapa va d¨ªas distintos, solo se me ocurre llevarme al ni?o que no tenga clase y que me acompa?e mientras trabajo. Mi padre est¨¢ descartado porque tiene una enfermedad autoinmune, diabetes y problemas de coraz¨®n, y no podemos contratar una cuidadora¡±.
Es el caso opuesto al de Patricia ?lvarez, de 46 a?os, para quien sus padres son la pieza fundamental para poder teletrabajar y tener atendido a su hijo Pablo, de dos a?os y medio. ¡°Estoy sola con ¨¦l, y as¨ª es imposible teletrabajar, porque necesita mucha atenci¨®n¡±. As¨ª que se traslad¨® desde Madrid, donde trabaja en un gabinete de comunicaci¨®n, a Zamora, a casa de sus padres, donde pasaron juntos el confinamiento. ¡°Mi plan era volver en septiembre, Pablo est¨¢ matriculado en la guarde, pero no creo que vayamos¡±, explica. ¡°Me da miedo que se ponga malo y contagiarnos los dos¡±. As¨ª que prev¨¦ mantener la situaci¨®n de los ¨²ltimos meses, en la que los cuatro van ¡°en bloque, saliendo lo m¨ªnimo, sin hacer vida social, sin juntarnos con otros ni?os en el parque¡±. Aunque le gustar¨ªa que Pablo pudiese jugar con otros peque?os de su edad, asegura que ha aprendido mucho con los abuelos, sobre todo en el lenguaje. ¡°Ayuda a mi madre a cocinar y se entretiene. Lo mejor es que est¨¢n disfrutando mucho juntos, porque antes solo se ve¨ªan en vacaciones¡±, dice.
Soluciones colectivas
Pero aparte de estas soluciones (o parches) pensadas de forma individual, otras familias lo hacen de forma colectiva. ¡°Estoy en un grupo de crianza en el que se debate mucho sobre el homeschooling [educaci¨®n en el hogar] y las implicaciones legales¡±, dice Castellano. ¡°Ante las dudas, una familia que veranea en un pueblo peque?o incluso ha propuesto quedarse ah¨ª teletrabajando y que vayan otras familias y reactivar as¨ª la escuela del pueblo¡±, cuenta.
Otra experiencia colectiva es la que ha iniciado Luis Mateos Keim, fundador de la escuela de negocios Osmotic, que intenta trasladar la metodolog¨ªa que usa con sus alumnos ¡ªejecutivos y emprendedores¡ª a un grupo de padres del colegio de sus tres hijos para dar con ¡°ideas viables que se puedan poner sobre la mesa¡± y colaborar as¨ª con el centro. Aunque est¨¢n convocados para trabajar en ello en varias sesiones entre el 31 de agosto y el 4 de septiembre, los 20 padres y madres que forman el grupo, School Tank, ya est¨¢n aportando sus propuestas. ¡°Por ejemplo, recaudar dinero para c¨¢maras de alta definici¨®n para los profesores, buscar locales cerca del colegio para extender los espacios, o que los que puedan den clase online, de forma que los que no, puedan mandar a los ni?os al centro, donde ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil mantener las distancias¡±, enumera. ¡°Ahora mismo vemos que el colegio est¨¢ paralizado, en espera de lo que digan las Administraciones. Queremos ver c¨®mo podemos colaborar los padres como colectivo¡±, concluye.
Derechos de los padres
Si un ni?o da positivo en covid-19, los contactos estrechos tienen que guardar cuarentena y hacerse la PCR. Por tanto, lo m¨¢s normal es que los padres, si conviven con ¨¦l, tambi¨¦n tendr¨¢n que aislarse. En esta situaci¨®n, los padres trabajadores tienen derecho a una baja laboral por incapacidad temporal, asimilada a baja laboral por accidente de trabajo, por lo que se percibe la prestaci¨®n, el 75% de la base reguladora, desde el d¨ªa siguiente al de la baja. . Sin embargo, David Rodr¨ªguez, experto en Derecho Laboral, advierte de que en los centros de salud suelen ser reticentes e intentan que la baja sea el ¨²ltimo recurso.
Si cierra el colegio o las clases son en d¨ªas alternos, los padres tienen derecho a pedir la adaptaci¨®n de horario, la reducci¨®n de jornada (y de salario) o el teletrabajo (tambi¨¦n para el cuidado de otros familiares por raz¨®n de la pandemia). Han de hacer su petici¨®n (por ejemplo, cambiar de turno, tener un horario flexible o no ir los jueves) por escrito y con documentos que justifiquen la necesidad, aconseja Rodr¨ªguez, para que sea m¨¢s dif¨ªcil que se deniegue. La empresa ha de responder en 24 horas. Si no lo hace, o la respuesta es negativa, se puede interponer una demanda judicial en los 20 d¨ªas siguientes.
Estas medidas del Plan Mecuida del Ministerio de Trabajo est¨¢n en vigor hasta el 22 de septiembre, tres meses despu¨¦s de finalizar el estado de alarma, seg¨²n el Real Decreto-ley 15/2020. ¡°Mantenerlo, en la medida en que las dificultades persistan, es un objetivo prioritario, sin perjuicio de que puedan adoptarse otras medidas de acompa?amiento que puedan dise?arse de forma coordinada con otros ministerios, ya que la conciliaci¨®n no es materia exclusiva del Ministerio de Trabajo y Econom¨ªa Social sino que compete, adem¨¢s a otros ministerios y administraciones¡±, afirman fuentes del departamento que dirige Yolanda D¨ªaz.
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