Boris Johnson endurece las medidas de distancia social y refuerza el poder de la polic¨ªa para aplicarlas
Las reuniones en interiores o exteriores no podr¨¢n ser de m¨¢s de seis personas en Inglaterra
La aversi¨®n natural de Boris Johnson a imponer medidas que restrinjan libertades individuales ¨Cy, sobre todo, que pongan a la opini¨®n p¨²blica en su contra¨C hizo que las reglas de distanciamiento social del primer confinamiento resultaran ambiguas, y que la cifra total de multas impuestas por la polic¨ªa (a finales de mayo apenas sumaban 15.000) haya sido muy inferior a la de otros pa¨ªses europeos.
El temor fundado a una segunda ola del virus a medida que se adentre el oto?o ha arrebatado al primer ministro la mayor¨ªa de sus prejuicios. A partir del pr¨®ximo lunes, cualquier reuni¨®n de m¨¢s de seis personas en Inglaterra (no en el resto del Reino Unido), en interiores o al aire libre, podr¨¢ ser disuelta por la polic¨ªa y tendr¨¢ una multa de 110 euros, que podr¨¢ alcanzar los 3.500 en el caso de reincidencia. El criterio que reg¨ªa la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad hasta ahora (la mayor¨ªa de las medidas eran ¡°recomendaciones¡±, y su aplicaci¨®n se realizaba ¡°por consentimiento¡±; es decir, la polic¨ªa intentaba explicar y convencer antes de sancionar) ha supuesto un quebradero de cabeza para los agentes. Por ejemplo, no estaban permitidas las reuniones de m¨¢s de seis personas en exteriores si formaban parte de m¨¢s de dos n¨²cleos familiares. Pero la polic¨ªa no dispon¨ªa de poderes para evitarlas. Solo los ten¨ªa para los casos de m¨¢s de 30 personas.
Todo cambiar¨¢ a partir de ahora. El ¨ªndice de transmisi¨®n del virus se ha disparado entre la poblaci¨®n joven ¨Cla principal causa del rebrote¨C y el temor del Gobierno es que, m¨¢s pronto que tarde, acaben infectando a las personas mayores. Si la cifra semanal media actual es de 10,5 infectados por cada 100.000 habitantes en la franja de poblaci¨®n con edades entre los 60 y los 70 a?os, el n¨²mero se dispara hasta 48,1 entre los 17 y 18 a?os y hasta 54 entre los 19 y los 21. Este mi¨¦rcoles, el Reino Unido ha registrado 2.659 contagios, el cuarto d¨ªa consecutivo en que la cifra supera los 2.000 casos. ¡°Se trata simplemente de simplificar las reglas y de reforzar su cumplimiento, y sobre todo que resulten m¨¢s sencillas de entender y aplicar para la polic¨ªa¡±, ha dicho Johnson, que ha prometido tener lista cuanto antes la ley que respalde estas nuevas medidas. Junto a los nuevos poderes, el Gobierno se compromete a dotar a las ciudades de m¨¢s agentes, a los que ha bautizado como covid-secure marshals (agentes de seguridad para la covid-19), para patrullar el centro y las zonas de mayor tr¨¢nsito.
El primer ministro ha contado desde el primer minuto con el respaldo del l¨ªder de oposici¨®n laborista, Keir Starmer, que se ha mostrado comprensivo con el endurecimiento de las reglas, a pesar de seguir prefiriendo, ha dicho, que la polic¨ªa actuara con m¨¦todos de consentimiento.
Los restaurantes y bares ser¨¢n obligados a registrar detalles de contacto de todos sus clientes, y deber¨¢n preservarlos durante 21 d¨ªas as¨ª como entregarlos al Servicio Nacional de Salud cuando se les requieran. Se enfrentan a multas de hasta 1.100 euros si no cumplen con las nuevas obligaciones.
Las nuevas reglas de distancia social tendr¨¢n excepciones. No se aplicar¨¢n ni a los lugares de trabajo ni a los centros escolares ¨Clos dos principales objetivos de vuelta a la normalidad establecidos por Johnson¨C. Y se permitir¨¢ la celebraci¨®n de bodas, funerales y actividades deportivas de equipo. ¡°Quiero que quede absolutamente claro¡±, ha dicho, ¡°estas nuevas medidas no suponen otro confinamiento nacional. Su prop¨®sito ¨²ltimo es precisamente evitar que sea necesario¡±.
Johnson asegura que el Reino Unido tendr¨¢ capacidad para realizar hasta 500.000 test diarios a finales de octubre, y que prepara ya ¡°para el futuro cercano¡± el uso masivo de test r¨¢pidos que ayuden a identificar a las personas no infecciosas, para regresar a un tipo de vida ¡°m¨¢s normal¡±. Sin embargo, los retrasos y dificultades que tiene actualmente la poblaci¨®n para hacerse pruebas en la sanidad p¨²blica se han convertido en el principal tema de enfrentamiento entre el Gobierno y los laboristas, y Downing Street ha vuelto a dar explicaciones confusas. Si el pasado martes atribu¨ªa los problemas al cuello de botella que se genera en los laboratorios, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, culpaba este mi¨¦rcoles a los ciudadanos que acuden a hacerse el test sin presentar s¨ªntomas de la covid-19.
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