¡°La Legi¨®n de Cristo ha hecho una infinidad de da?o¡±
La acad¨¦mica mexicana Elena Sada publica ¡®Ave Negra¡¯, una novela en la que relata las casi dos d¨¦cadas que pas¨® en la congregaci¨®n religiosa fundada por Marcial Maciel

Irse de la Legi¨®n de Cristo para Elena Sada se planteaba como una decisi¨®n de vida o muerte. No tanto en un sentido literal, sino en uno espiritual. Ten¨ªa una carrera prominente dentro de una de las congregaciones m¨¢s importantes del cristianismo romano, en la que estuvo casi dos d¨¦cadas y lleg¨® a ser parte de las altas esferas, pero sent¨ªa que si se quedaba iba a ¡°dejarse morir lentamente", recuerda. Ya no estaba dispuesta a vivir en un entorno ¡°tan opresivo¡±, a ¡°renunciar a su propio juicio¡± o acatar "¨®rdenes inhumanas¡±. Cuando finalmente decidi¨® marcharse, una madrugada de noviembre de 2001, llevaba semanas sinti¨¦ndose completamente aislada de sus compa?eros, estaba mucho m¨¢s delgada de lo normal y hab¨ªa sido medicada por depresi¨®n. ¡°Ese fue el momento en el que dije me estoy muriendo aqu¨ª dentro, yo tengo que vivir. Escog¨ª vivir y me fui, herida pero viva¡±.
Sada (56 a?os, Monterrey) form¨® parte de las Consagradas, la rama femenina de los Legionarios de Cristo, durante 18 a?os, en los que lleg¨® a ocupar el puesto de directora vocacional para Norteam¨¦rica, Australia y Nueva Zelanda. ¡°A m¨ª me toco ser la primera en llegar a Estados Unidos a reclutar. Mi trabajo era buscar gente que quisiera entrar, entrenar a las reclutadoras para conseguir la mayor cantidad de personas¡±, dice por tel¨¦fono desde EE UU la socioling¨¹ista, que actualmente trabaja como profesora de la Universidad Estatal del Este de Connecticut. Tras su salida en 2001, le tom¨® otros 18 a?os reconstruir su historia y armarse de valor para contarla. La exconsagrada publica ahora en Espa?a Ave Negra (Madre Editorial), una novela en la que repasa su experiencia, pero con ¡°una mente liberada de la estructura manipulativa¡± de la orden.
El da?o que le provoc¨® su paso por la instituci¨®n fundada por el sacerdote mexicano Marcial Maciel, acusado de abusar de al menos 60 menores, ha dejado heridas que lleg¨® a pensar que nunca iba a poder curar. ¡°Tard¨¦ mucho tiempo en recuperarme. Cuando entras en la Legi¨®n, hay un proceso de quitarle credibilidad a tu propio juicio, poner a tus pensamientos como inferiores. Entr¨¢bamos muy j¨®venes, y le cre¨ªmos a Maciel, en virtud de la confianza que le ten¨ªamos a la sociedad, porque era la sociedad la que lo patrocinaba, y en virtud de la confianza que le ten¨ªamos a nuestros padres y al Papa, que tambi¨¦n lo patrocinaba¡±.
Su primer contacto con la congregaci¨®n fue a trav¨¦s de sus padres, cuando ella era apenas una ni?a. Su familia, miembro hist¨®rico de la elite econ¨®mica mexicana, form¨® parte de un grupo de empresarios que fundaron varias instituciones, entre ellas, el Tecnol¨®gico de Monterrey, una de las universidades privadas m¨¢s importantes del pa¨ªs. ¡°Uno de los sacerdotes que llegaron a Monterrey a principios de los sesenta a abrir brecha toc¨® un d¨ªa la puerta de casa pidiendo ayuda porque supuestamente hab¨ªa tenido una falla t¨¦cnica con el auto. Se qued¨® horas hablando con mam¨¢ hasta que lleg¨® pap¨¢. Y ah¨ª fue cuando tuvo la oportunidad de explicar qui¨¦n era y hablar de los colegios que quer¨ªan montar".
Sada, que por su profesi¨®n se toma el trabajo de elegir sus palabras con precisi¨®n, inunda ese recuerdo de ¡°supuestos¡±. Tras convertirse en una de las principales reclutadoras, pensar en ese momento le desata una risa desconfiada. ¡°Quiz¨¢s no se le descompuso el auto. Ellos sab¨ªan que mi pap¨¢ era una figura p¨²blica y que, junto con otros familiares, estaban muy interesados en la educaci¨®n. La Legi¨®n usaba artima?as para conseguir sus fines¡±. La poderosa estructura econ¨®mica de la orden se basa en la extensa red de escuelas que comenz¨® a formarse a finales de los sesenta y que actualmente llega a 19 pa¨ªses.
La pr¨¢ctica del ¡®blackbirding¡¯
El nombre del libro, Ave Negra, abri¨® una disputa que llev¨® a algunos fan¨¢ticos de la orden a acusarle de hacer referencia a la ant¨ªtesis del esp¨ªritu santo, representado por una paloma blanca. Sada explica que es una referencia al blackbirding, una pr¨¢ctica del siglo XIX en la que se recog¨ªa a gente en las costas para usar como mano de obra esclava. ¡°Yo en la Legi¨®n hice esa trata, atraje a muchas personas, fui esa ave negra y, a la vez, muchos de nosotros fuimos recogidos bajo la excusa de una vida mejor, cuando en realidad fue una vida de muchas limitaciones y trastornos¡±.
El reclutamiento era una labor ¡°horrible¡±, asegura. ¡°La idea era que hici¨¦ramos lo posible para que esa gente llegara a nuestros centros y una vez dentro empezaba el lavado de cerebro¡±. Despu¨¦s de un tiempo como directora vocacional, empezaron a llegar las ¡°¨®rdenes inhumanas¡± por parte de sus superiores, que la forzaban a rechazar a personas porque ¡°estaban muy gordas¡± o porque ¡°hab¨ªan tenido una experiencia homosexual¡±.
A Maciel lo describe como un ¡°narcisista abusivo¡± y ¡°un psic¨®pata que se cre¨® su propia realidad en la que se permiti¨® toda tipo de perversidad¡±. Sada recuerda cuando las primeras denuncias p¨²blicas por abuso contra el fundador empezaron a trascender. ¡°?l dec¨ªa que ten¨ªa muchos enemigos dentro de la Iglesia". En una ocasi¨®n, Maciel, que acababa de librarse de una investigaci¨®n interna, los cit¨®. ¡°Nos dijo que el esp¨ªritu santo le inspir¨® para adelantarse a una carta difamatoria que hab¨ªa enviado un sacerdote que le ten¨ªa mucha envidia, ¨¦l fue a la oficina de correos y convenci¨® a alguien para recuperar la carta y que no llegara al Vaticano. Ahora veo que lo que hizo es un delito. Esa carta pudo haber salvado a muchos, pero nunca lleg¨®¡±.

Los Legionarios de Cristo admitieron en diciembre de 2019 tener registro de 175 casos de abuso a menores dentro de la congregaci¨®n. Unas semanas despu¨¦s, en una junta de Gobierno que se celebra cada seis a?os, eligieron a un nuevo director y emitieron un comunicado en el que afirmaban que quer¨ªan ¡°convertirse¡± y resarcir a las v¨ªctimas, algo que para Sada no es m¨¢s que un lavado de cara. ¡°La Legi¨®n ha hecho una infinidad de da?o, no solamente mientras Maciel estaba vivo. Siguen desacreditando a las v¨ªctimas y minimizando las faltas, al no llamar las cosas por su nombre¡±.
La escritora saca su lado m¨¢s acad¨¦mico y analiza el discurso de la congregaci¨®n. ¡°Yo detecto su lenguaje porque se me educ¨® para usarlo. Las palabras que escogen son ambiguas, no mencionan que las v¨ªctimas son menores de edad o hablan de violaci¨®n de l¨ªmites pero no dicen que ese l¨ªmite es sexual¡±. Para Sada, el da?o m¨¢s grave es el que provoca ¡°la traici¨®n institucional¡±. ¡°Cuando las v¨ªctimas se acercan a la instituci¨®n que le prometi¨® protegerlas y esta responde con aparente caridad, porque en el primer momento las escuchan, pero no lo hacen con la intenci¨®n de cambiar algo, eso provoca una herida muy dif¨ªcil de sanar¡±.
Tras la publicaci¨®n de la versi¨®n del libro en ingl¨¦s en 2018, al menos seis v¨ªctimas se han acercado a contarle sus experiencias. Ave Negra es para la autora un grito de alerta a quienes ¡°todav¨ªa puedan estar sufriendo¡± y no se animen a marcharse, como lo hizo ella aquel 2001. ¡°Maciel nos dec¨ªa que ¨ªbamos a enfrentar una gran prueba despu¨¦s de su muerte y que solo los fieles iban a permanecer en la Legi¨®n, esto sigue afectando a muchos que optan por quedarse¡±.
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