De los chamizos y merenderos al l¨ªmite del sistema sanitario en La Rioja
La ¡°relajaci¨®n excesiva¡± de los riojanos provoca un repunte de positivos covid que pone en jaque a los hospitales de la comunidad
En la calle del Laurel se puede andar. No es como los fines de semana, pero aut¨®ctonos, peregrinos del Camino de Santiago y el personal de los restaurantes, se arreglan bien en un ecosistema de pintxos, men¨²s y vinos en el que la gran mayor¨ªa usa la mascarilla y guarda las distancias. La mayor¨ªa. Siempre hay algunos que llaman la atenci¨®n. Un grupo de j¨®venes picotea en torno a una barrica con la mascarilla de codera. Comparten un metro cuadrado, la comida, la jarra de cerveza y el aire que respiran.
Y eso el primer d¨ªa de las nuevas restricciones en La Rioja, debido al severo repunte de casos positivos de coronavirus. El Gobierno auton¨®mico anunci¨® el mi¨¦rcoles que prohib¨ªa las reuniones de m¨¢s de seis personas en todos los ¨¢mbitos, p¨²blicos y privados, debido al severo incremento de casos en la segunda ola. Un total de 29 de las 32 camas de cuidados intensivos del Hospital San Pedro de Logro?o est¨¢n ocupadas. De ellas, 22 son de enfermos de covid. La incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes en las ¨²ltimas dos semanas asciende a 410 en La Rioja, muy por encima de la media nacional (260), seg¨²n los registros del Ministerio de Sanidad de este jueves.
La presidenta de la comunidad, la socialista Concha Andreu, culpa del severo repunte de casos a ¡°la relajaci¨®n generalizada¡±. ¡°Si ahora estamos as¨ª ?qu¨¦ va a pasar en San Mateo?¡±, se pregunta Mar, una de las trabajadoras del restaurante El Muro, en la principal zona gastron¨®mica de Logro?o. Las no fiestas patronales comenzar¨¢n este fin de semana y no solo Mar sino muchas otras personas creen que el problema est¨¢ en que los riojanos son asiduos de los ¡°chamizos¡±, lonjas o merenderos, como se les llame en cada comunidad, a los que acuden en cuadrilla y donde se relajan todas las normas de seguridad contra el virus. ¡°El pecado est¨¢ en que se vive en cuadrilla y se vive en los chamizos. Y una vez que est¨¢s con tus amigos ah¨ª ya no hay mascarilla que valga, no hay distancia que valga, y eso no puede ser. A este paso nos vuelven a confinar¡±, teme Mar.
¡°El panorama no pinta nada bien¡±, confirma la secretaria auton¨®mica del sindicato de enfermer¨ªa Satse, Marta S¨¢enz Torre. ¡°El personal est¨¢ crispado porque hay una sobrecarga laboral, han dejado que otras Administraciones hayan contratado a enfermeras y enfermeros que necesit¨¢bamos aqu¨ª, y tenemos la sensaci¨®n de que la Administraci¨®n no cuenta con nosotros¡±, critica. El cansancio y el hartazgo son una mala compa?¨ªa para quienes han sido ejemplares durante la primera ola de la expasi¨®n de la covid.
En las ¨²ltimas semanas han sido una constante los focos en Alfaro, un pueblo confinado, en Rinc¨®n de Soto o Calahorra. Y eso se nota en el t¨²nel de Urgencias del Hospital San Pedro de Logro?o. ¡°Estamos al l¨ªmite del colapso y no paran de llegar cada vez m¨¢s casos¡±, asegura un m¨¦dico de Urgencias un tanto desesperado por la falta de personal para hacer frente a la avalancha. ¡°Ayer [por el mi¨¦rcoles] nos juntamos aqu¨ª seis ambulancias esperando m¨¢s de dos horas para que atendieran a los pacientes, porque esto estaba saturado¡±, confirma Imanol, el conductor de una ambulancia del Servicio Vasco de Salud que acud¨ªa desde la localidad alavesa de Laguardia.
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