Brasil supera las 150.000 muertes por covid-19

Brasil ha superado las 150.000 muertes por coronavirus en un momento en que celebra peque?as victorias por la ralentizaci¨®n de la pandemia, aunque sigue inmerso en un escenario grave y sin una pol¨ªtica nacional eficaz contra la crisis. Un tercio de los decesos por covid-19 en el pa¨ªs se han registrado en los dos ¨²ltimos meses. Esto significa que al menos 50.000 personas fallecieron por la enfermedad precisamente en el per¨ªodo en que las cifras oficiales de propagaci¨®n del virus empezaban a mostrar signos de contenci¨®n de la crisis sanitaria.

A partir de agosto, justo despu¨¦s de que el pa¨ªs alcanzara las 100.000 muertes, la tasa de contagio comenz¨® a disminuir e incluso estuvo en algunos momentos por debajo de 1, considerado el umbral del descontrol. El promedio de m¨¢s de 1.000 muertes diarias registradas hasta entonces tambi¨¦n ha bajado. Los datos m¨¢s recientes parecen prometedores: el Imperial College ha informado esta semana de que Brasil ha mantenido la tasa de transmisi¨®n del virus por debajo de 1 durante dos semanas consecutivas por primera vez desde abril. Y el promedio diario de muertes en la semana del 27 de septiembre al 3 de octubre cay¨® hasta 654, lo que representa una reducci¨®n del 5%. Brasil es el segundo pa¨ªs con mayor n¨²mero de muertos, despu¨¦s de Estados Unidos. Cuando se calculan las muertes proporcionales a la poblaci¨®n, el pa¨ªs se encuentra en tercera posici¨®n, con 695 muertes por mill¨®n de habitantes. Por delante est¨¢n Per¨², con 989, y B¨¦lgica, con 867. Espa?a, que enfrenta una segunda ola, tiene 686 muertes por mill¨®n de habitantes.

Pero estos avances no son suficientes para sacar al pa¨ªs de la fase preocupante, aunque dan a la poblaci¨®n una sensaci¨®n de mayor seguridad para reanudar algunas actividades. Solo 33,8 millones de brasile?os (el 16% de la poblaci¨®n) siguen un aislamiento riguroso, seg¨²n los datos de la Encuesta Nacional por Muestreo de Domicilios (PNAD) del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica. Este n¨²mero se redujo en 1,6 millones entre la segunda y la tercera semana de septiembre, seg¨²n una encuesta publicada este viernes.

En cualquier caso, no se puede pasar por alto el hecho de que en Brasil se registran diariamente m¨¢s de 600 muertes por coronavirus. ¡°Es una p¨¦rdida brutal¡±, cuenta Gabriel Erick dos Santos, que perdi¨® a su hermana, Erika Regina Leandro dos Santos, una actriz que viv¨ªa ¡°como si nunca fuera a morir¡±. Con diabetes, hipertensi¨®n y sobrepeso, sol¨ªa tener problemas de salud, pero siempre se recuperaba. Hasta que se infect¨® de coronavirus. Erika falleci¨® a los 39 a?os sin que su hermano pudiera devolverle los cuidados que ella le hab¨ªa brindado hace un a?o durante una convalecencia. ¡°Lo que m¨¢s me duele es que no pude estar a su lado ni despedirme¡±, se lamenta Gabriel. La pandemia ni siquiera le permiti¨® rendirle el homenaje que Erika se merec¨ªa, especialmente por haberlo criado despu¨¦s de que murieran sus padres, cuando eran peque?os. ¡°Era una persona muy abierta, era muy f¨¢cil acercarse a ella y tenerle cari?o¡±, cuenta. Gabriel recuerda que lo m¨¢s terrible fue el funeral, en el que ¨²nicamente estaban seis personas (casi toda la familia), que solo pudieron dirigir una breve oraci¨®n mientras los trabajadores del cementerio se apresuraban al entierro. ¡°Ni siquiera pude colgar en el ata¨²d una cinta con su nombre grabado, un recuerdo de familia¡±.

Un pa¨ªs con contagios y acciones pol¨ªticas diferentes

Cada Estado brasile?o enfrenta la pandemia a diferentes velocidades y con distinta intensidad. Algunos Estados del noreste que fueron brutalmente afectados en los primeros meses de la crisis, como Cear¨¢, parecen, de hecho, haber frenado la transmisi¨®n. Pero no se puede bajar la guardia, como revela el caso de Amazonas: el Estado alcanz¨® un violento pico de infecciones entre abril y mayo y, tras un per¨ªodo con una tasa de transmisiones m¨ªnima, los casos han vuelto a aumentar. Por ahora, los expertos evitan hablar de una segunda ola, pero piden la atenci¨®n de las autoridades pol¨ªticas y sanitarias.

Por otro lado, S?o Paulo, la ciudad que fue la puerta de entrada del virus en el pa¨ªs, ha concentrado el mayor n¨²mero de casos y muertes desde el comienzo de la crisis. Fue una de las primeras capitales en implementar el confinamiento parcial para tener tiempo de preparar su sistema sanitario. La demanda de camas en los hospitales se redujo a lo largo de los meses, e incluso se desactivaron los hospitales de campa?a. Pero, actualmente, la populosa megal¨®polis todav¨ªa registra m¨¢s de 100 muertes por covid-19 al d¨ªa. Y se est¨¢ preparando para entrar en una fase a¨²n menos restrictiva con relaci¨®n a las medidas para evitar el contagio: a partir de este s¨¢bado S?o Paulo permitir¨¢ la reapertura de espacios culturales, como cines y museos. Los impactos de las nuevas medidas deber¨¢n analizarse a lo largo de las pr¨®ximas semanas.

¡°El nivel de contagio en Brasil todav¨ªa es preocupante, tanto nacionalmente como en determinados lugares. Nunca hemos implementado medidas que prevengan el contagio en s¨ª. Lo que hemos hecho es tomar medidas de distanciamiento mitigadoras y costosas, como permanecer en cuarentena¡±, considera Rafael Lopes, investigador del Observatorio Covid-19. Lopes afirma que los gestores p¨²blicos brasile?os se centran en manejar el contagio para poder reactivar la econom¨ªa, pero el pa¨ªs no tiene una estrategia para controlar realmente la pandemia. ¡°Brasil es un pa¨ªs continental, tenemos realidades y epidemias diversas, el d¨¦ficit de pruebas todav¨ªa es muy grande. No podemos utilizar las pruebas que tenemos para descubrir nuevos casos, las utilizamos solo para confirmarlos. Ser¨ªa muy importante que hici¨¦ramos pruebas de manera amplia para identificar las cadenas de contagio y romperlas¡±, defiende.

Ausencia de coordinaci¨®n nacional

Tras m¨¢s de siete meses de crisis, Brasil no tiene una pol¨ªtica nacional s¨®lida para controlar la pandemia. Las decisiones importantes, como la desescalada de la cuarentena, las siguen adoptando los administradores locales ¡ªseg¨²n decidi¨® el Supremo Tribunal Federal¡ª, pero sin que haya ninguna orientaci¨®n nacional expl¨ªcita. En general, los gobernantes locales se basan en datos como la tasa de ocupaci¨®n de las UCI, la velocidad de transmisi¨®n del virus y la tasa de positividad en las pruebas para determinar la reapertura de la actividad econ¨®mica, con sus propios criterios. Toda esta situaci¨®n se someter¨¢ a una prueba adicional a principios de noviembre, cuando se celebrar¨¢n las elecciones municipales de forma presencial en los m¨¢s de 5.000 municipios del pa¨ªs. En muchas ciudades, los actos de campa?a simplemente han ignorado los protocolos de seguridad. El Ministerio de Sanidad, tradicionalmente responsable de coordinar y transmitir las pol¨ªticas sanitarias a otras entidades federativas, se ha centrado en distribuir materiales y realizar acciones que corroboren las ideas del presidente Jair Bolsonaro, un negacionista que contrajo la enfermedad pero que sigue minimizando la gravedad de la pandemia.

Recientemente, el Ministerio suspendi¨® una acci¨®n llamada D¨ªa D para estimular el tratamiento precoz en pacientes con s¨ªntomas de covid-19. Todav¨ªa no existe ning¨²n medicamento o tratamiento capaz de curar la enfermedad y la comunidad cient¨ªfica lo interpret¨® como una acci¨®n para estimular el uso de cloroquina, un medicamento ampliamente defendido por Bolsonaro aunque la ciencia haya demostrado que es ineficaz contra la covid-19. En respuesta al supuesto d¨ªa D de la cloroquina, investigadores y exministros de Sanidad llegaron incluso a realizar un evento en defensa de la ciencia.

Y es que se hab¨ªa divulgado en todo el pa¨ªs un protocolo con directrices sobre el uso de la cloroquina para tratar la covid-19 por orden del ministro Eduardo Pazuello, un militar que recientemente admiti¨® haber asumido el cargo m¨¢s delicado en la lucha contra la pandemia sin conocer siquiera el Sistema ?nico de Salud (SUS) de Brasil, el mayor sistema sanitario p¨²blico del mundo. ¡°Ni siquiera sab¨ªa qu¨¦ era el SUS. Toda la vida me he tratado en instituciones p¨²blicas del Ej¨¦rcito, solo he conocido el SUS ahora y he comprendido la magnitud de esta herramienta que Brasil nos ha dado¡±, afirm¨® durante un evento sobre el c¨¢ncer de mama la semana pasada.

Las apuestas del Ministerio de Sanidad para superar la pandemia parecen centrarse ahora en las vacunas para el coronavirus, que est¨¢n en fase de ensayos cl¨ªnicos. Brasil ¡ªque ya hab¨ªa firmado un contrato con Aztrazeneca para comprar dosis y los derechos para producir el f¨¢rmaco en el pa¨ªs¡ª se uni¨® recientemente a un consorcio mundial para adquirir otras siete posibles vacunas. El secretario ejecutivo del Ministerio de Sanidad, Elcio Franco, afirma que el pa¨ªs espera empezar la campa?a de vacunaci¨®n el primer trimestre del a?o que viene y que ha desarrollado una estrategia para garantizar 140 millones de dosis de vacunas hasta mediados de 2021.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasile?a (Anvisa) ya ha adaptado los procedimientos necesarios para intentar acelerar el registro de las vacunas tan pronto como los ensayos revelen que son seguras y eficaces, analizando parte del proceso antes de que termine la investigaci¨®n. Tambi¨¦n admite que puede reducir de un 70% a un 50% la tasa de eficacia exigida, porque entiende que, en una pandemia de esta gravedad, este nivel de inmunizaci¨®n ya surtir¨ªa efectos importantes en la salud p¨²blica. ¡°Flexibilizar los criterios de eficacia de las vacunas no significa renunciar a la seguridad. Esta es la prioridad que le damos¡±, destac¨® Gustavo Mendes, director general de Medicamentos y Productos Biol¨®gicos de Anvisa. Un grupo de especialistas trabaja con el Ministerio para dise?ar un programa de inmunizaci¨®n. Las estrategias parecen prometedoras. Veremos si la ciencia consigue, de hecho, desarrollar una vacuna segura.

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