Catalu?a se pone a la cabeza de las restricciones en Europa
Solo los Pa¨ªses Bajos y la Rep¨²blica Checa han impuesto el cierre de la hosteler¨ªa a una poblaci¨®n tan extensa
El cierre de la hosteler¨ªa en Catalu?a la sit¨²a entre las regiones europeas con medidas m¨¢s f¨¦rreas para frenar al coronavirus. Son muchos los pa¨ªses que han impuesto restricciones a bares y restaurantes, y abundan zonas m¨¢s peque?as en las que se ha decretado alg¨²n tipo de confinamiento, pero solo Pa¨ªses Bajos y la Rep¨²blica Checa han impuesto limitaciones tan severas como las que ha anunciado la Generalitat este mi¨¦rcoles.
Tanto en la Rep¨²blica Checa (10,6 millones de habitantes) como en los Pa¨ªses Bajos (17,2 millones), las medidas entran en vigor este mismo mi¨¦rcoles. Pero en ambos, la incidencia supera con creces la de Catalu?a, donde seg¨²n el ¨²ltimo informe del Ministerio de Sanidad hab¨ªa 263 casos por cada 100.000 habitantes en los 14 d¨ªas previos. El pa¨ªs centroeuropeo sumaba 581 mientras en los Pa¨ªses Bajos la incidencia estaba en 412, seg¨²n datos del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en ingl¨¦s).
En los Pa¨ªses Bajos la medida durar¨¢ un m¨ªnimo de cuatro semanas y ser¨¢ revisada dentro de 15 d¨ªas. Forma parte del confinamiento parcial decretado por el Ejecutivo, que ha prohibido a su vez la venta de alcohol entre las ocho de la tarde y las siete de la ma?ana. Se intenta evitar as¨ª que el p¨²blico de los bares se traslade a las casas particulares. Las ¨²nicas excepciones son los hoteles, que pueden servir a sus clientes, los aeropuertos una vez pasado el control de seguridad, y el refrigerio ofrecido en los funerales. El servicio de comidas a domicilio se mantiene por ahora. La asociaci¨®n que re¨²ne al sector de la restauraci¨®n ha pedido a las autoridades que compensen a los due?os de los establecimientos afectados, ¡°por todos los gastos que afrontar¨¢n, ya sean fijos o salarios¡±, derivados de la clausura.
En la Rep¨²blica Checa el cierre de la hosteler¨ªa durar¨¢ hasta primeros de noviembre. La medida llega algo m¨¢s de una semana despu¨¦s de que el Gobierno decretara el estado de alarma ante la vertiginosa subida de casos, que le han situado ya a la cabeza de la Uni¨®n Europea. Como sucede en Catalu?a, se podr¨¢ recoger comida en los restaurantes, pero solamente hasta las ocho de la tarde. En el pa¨ªs centroeuropeo, el cierre de bares y restaurantes viene acompa?ado de un paquete de medidas que incluye la cancelaci¨®n de clases en los colegios, despu¨¦s ser uno de los pa¨ªses del continente que mejor capearon la primera ola de la pandemia.
En Marsella y Guadalupe (Francia), el 27 de septiembre se tom¨® la misma medida: cierre de bares y restaurantes durante 15 d¨ªas. Una semana despu¨¦s levant¨® el veto a estos ¨²ltimos tras fuertes protestas del sector y al aprobar Par¨ªs una norma que afectaba solo a bares. De esta forma, Marsella tambi¨¦n pudo reabrir sus restaurantes el 5 de octubre, aunque bajo un supuestamente estricto protocolo sanitario (el mismo de Par¨ªs): seis comensales m¨¢ximo, un metro de distancia entre mesas y sillas, recoger datos de clientes por si hay que contactarlos, publicar el aforo m¨¢ximo y no atender en barra, solo a comensales sentados.
En esta l¨ªnea van las medidas de pa¨ªses donde la incidencia sube, pero que no quieren tomar decisiones tan radicales como la de parar la hosteler¨ªa. Ya lo hizo Irlanda, que cerr¨® todos sus pubs en verano. Y, adem¨¢s de Francia, se est¨¢ imponiendo en otros lugares de Europa como B¨¦lgica (469 casos por 100.000 habitantes) o Liverpool y su ¨¢rea metropolitana (la media de incidencia en el Reino Unido es de 282 casos), donde la medida tambi¨¦n ha comenzado este mi¨¦rcoles y durar¨¢ cuatro semanas prorrogables. Corresponde al nivel muy alto, dentro de los tres grados de alerta que ha aprobado el Gobierno de Boris Johnson. En la zona afectada, los restaurantes, y aquellos pubs que puedan funcionar como restaurantes (con servicio de mesa), junto a la comida podr¨¢ servirse alcohol hasta el cierre a las diez de la noche.
Estas excepciones hacen la norma mucho m¨¢s flexible. No solo porque permite abrir a todos los restaurantes, sino que la excusa de servir comida ha valido para que muchos locales abran aunque esta no sea la base del negocio. En Par¨ªs, con tener una plancha para calentar s¨¢ndwiches ya pueden estar abiertos, as¨ª que la norma ha afectado solo a un peque?o n¨²mero de locales que las autoridades no saben precisar.
Con informaci¨®n de Isabel Ferrer, Silvia Ayuso, Mar¨ªa Herv¨¢s, Rafa de Miguel, Llu¨ªs Pellicer, Ana Carbajosa, Bel¨¦n Dom¨ªnguez, Felipe S¨¢nchez y Pablo Linde.
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