Asturias: el oasis al que lleg¨® la segunda ola
La comunidad aplica restricciones con una tasa de incidencia muy inferior a la de otras regiones
Asturias convirti¨® el tsunami coronav¨ªrico de primavera en una ola controlable gracias a una receta de atenci¨®n primaria reforzada, multitud de PCR y rastreos eficaces. El aislamiento geogr¨¢fico colabor¨® para reducir el primer impacto de la pandemia que ahora, en oto?o, se ha colado en el Principado. Los 187 casos por 100.000 habitantes en 14 d¨ªas registrados el mi¨¦rcoles ¨Dque en d¨ªas posteriores pas¨® de 200¨D provocaron que el Gobierno regional decidiera restringir aforos y reuniones durante 15 d¨ªas. Son unas cifras lejanas de las de la media nacional ¨D280 el pasado viernes¨D, pero preocupantes en la poblaci¨®n m¨¢s envejecida de Espa?a. El objetivo de las medidas: intervenir r¨¢pido para evitar el descontrol visto en otros territorios, en un lugar que, hace solo unos meses, era un ejemplo a la hora de detectar y frenar los contagios.
Una visita al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, evidencia que las restricciones no responden a un colapso o a una presi¨®n excesiva de pacientes. El ambiente es todo lo distendido que puede ser en un centro sanitario. El gerente, Luis Hevia, agradece la prudencia auton¨®mica. La prevenci¨®n, alega, reducir¨¢ contagios y facilitar¨¢ compatibilizar la atenci¨®n ordinaria, pendiente tambi¨¦n de la gripe convencional, con el tratamiento de la covid-19: ¡°El argumentario es cient¨ªfico y no arbitrario¡±.
La relajaci¨®n social y el traicionero concepto de ¡°nueva normalidad¡± han provocado este repunte en Asturias, seg¨²n las autoridades sanitarias y pol¨ªticas. Se trata de un alza de casos asociada al ocio, pero los epidemi¨®logos conf¨ªan en que sea suficiente con emplazar a la ciudadan¨ªa a autoconfinarse y a respetar las restricciones sociales impuestas. Pero no descartan pedir el estado de alarma si fuera necesario.
Cerca del centro sanitario pasea Erika Cuervo, de 35 a?os, con su hija. Ve necesario que se tomen medidas ¡°antes de ir a peor¡±. ¡°Mejor prevenir que lamentar¡±, a?ade, consciente de la responsabilidad social: ¡°Los ciudadanos debemos concienciarnos y no echar toda la culpa a los pol¨ªticos¡±. Sonia Mu?oz, de 45, entiende lo ocurrido: ¡°Si por nosotros mismos no lo hacemos, que nos obliguen¡±. Hay que salir de esta, dice. Jos¨¦ Manuel Tamargo, de 68, denuncia tras su mascarilla azul actitudes inadecuadas como las ocurridas en el derbi entre el Real Oviedo y el Sporting de Gij¨®n, de victoria local, con bares llenos y pocas precauciones.
El ocio y la hosteler¨ªa son los principales afectados por la orden auton¨®mica. Las autoridades sanitarias de la regi¨®n han constatado que de ah¨ª proviene buena parte de los contagios, as¨ª que han ordenado cerrar barras y reducir aforos. Los universitarios Fernando Garc¨ªa y Diego Marcos hablan de ¡°dolor¡± respecto al cierre del ocio nocturno, pero admiten que tiene sentido: ¡°Las medidas son necesarias¡±. M¨¢s les costar¨¢ el autoconfinamiento, que aprovechar¨¢n para estudiar porque los ex¨¢menes se acercan. Los grupos sociales se reducir¨¢n a seis asistentes. El ¨¢mbito cultural mantendr¨¢ sus pautas, pues la distancia y las mascarillas han bastado.
Rafael Cofi?o, director de Salud P¨²blica, asegura que detr¨¢s de las medidas adoptadas est¨¢n los indicios de trasmisi¨®n comunitaria y el prop¨®sito de llegar a diciembre con menos de 100 casos por 100.000 habitantes. ¡°No consiste en elegir econom¨ªa o salud, van de la mano¡±, recuerda, sin miedo a endurecer la normativa si procede. Cofi?o achaca el repunte a una ¡°fatiga por la pandemia¡± y destaca la eficacia del sistema de rastreos, ¨¢gil para detectar infectados asintom¨¢ticos. El Ministerio de Sanidad, a?ade, ha valorado la ¡°intervenci¨®n y anticipaci¨®n¡±.
Todo con tal de contener los repuntes de la curva de contagios, algo que en abril y mayo se logr¨® gracias a registros como las 440,34 PCR realizadas por cada 100.000 personas, muy superior a la media nacional de 280,69, en una ¨¦poca en la que se hac¨ªan muchas menos pruebas de las deseables desde la perspectiva epidemiol¨®gica. Las cifras de la semana previa a estas nuevas restricciones alcanzaron las 2.379 PCR por 100.000 habitantes en Asturias, de nuevo mejores que el conjunto espa?ol, de 1.478. Los d¨ªas posteriores al anuncio de las ¨®rdenes auton¨®micas han tra¨ªdo n¨²meros preocupantes: cifras in¨¦ditas de hasta 200 casos diarios. Cofi?o expresa su preocupaci¨®n porque, por mucho que ahora se realicen m¨¢s tests que al inicio de la pandemia, hay un ciclo insalvable: a m¨¢s contagios, m¨¢s hospitalizaciones, m¨¢s camas UCI ocupadas y, poco despu¨¦s, m¨¢s muertes. Hab¨ªa que actuar.
El epidemi¨®logo Daniel L¨®pez-Acu?a, exdirectivo de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, se?ala que Asturias, como Espa?a o Europa, sufre una tendencia al alza, pero ¡°a a?os luz¡± de otras incidencias. ¡°La relajaci¨®n veraniega est¨¢ pasando factura¡±, sostiene, y provoca que los casos aislados se extiendan por la poblaci¨®n. Por eso cree esenciales las intervenciones ¡°tajantes¡±. L¨®pez-Acu?a piensa que el Principado ¡°no baj¨® la guardia¡± con la pandemia, actitud clave para controlar y detectar los rebrotes mediante rastreos meticulosos y PCR a mansalva.
El presidente asturiano, Adri¨¢n Barb¨®n (PSOE), incide en esa necesidad de actuar dr¨¢sticamente. Este ¡°cortafuegos¡± en forma de medidas llega tras un verano tranquilo en la comunidad, cuando se vivieron 25 d¨ªas sin contagios registrados. Sin embargo, en pocas semanas, los datos se volvieron preocupantes. La tasa de positividad super¨® el 5% en una poblaci¨®n envejecida y con muchas patolog¨ªas tras un pasado minero. Barb¨®n admite que uno de los errores de los pol¨ªticos radic¨® en mencionar una ¡°nueva normalidad¡±, que pudo desembocar en ¡°autoconfianza excesiva y relajaci¨®n¡±. A ¨¦l tambi¨¦n le molesta la mascarilla, confiesa en su despacho con su marcado acento, pero ¡°ye [es] lo que hay¡±. ¡°No habr¨¢ normalidad sin vacuna, prefiero pecar por exceso que por defecto¡±, reitera, y agradece el apoyo que siente de la ciudadan¨ªa: ¡°Un momento excepcional requiere decisiones excepcionales¡±.
Los jubilados Ana Paredes y Mustafa Zemani comparten la resignaci¨®n que se percibe entre quienes pasean por las calles de Oviedo: ¡°Es mejor tener precauci¨®n, es esto o algo m¨¢s duro¡±. Nunca un oto?o fue tan gris en una tierra que presume del verde de sus prados.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Desc¨¢rguese la aplicaci¨®n de rastreo para Espa?a
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
