Los epidemi¨®logos, a favor del toque de queda si va acompa?ado de otras restricciones
La medida ayuda a restringir la movilidad y la interacci¨®n social, seg¨²n los expertos
Resuenan con fuerza los tambores de toque de queda para combatir la covid-19. Al menos, en Madrid. Con una incidencia acumulada de 448,72 por cada 100.000 habitantes en 14 d¨ªas y casi dos semanas de cierre perimetral en la capital y otras ciudades de la comunidad, el Ejecutivo regional ha admitido este martes que estudia pedir al Gobierno central que declare el toque de queda tras el estado de alarma, que decae el s¨¢bado en la regi¨®n. Se tratar¨ªa de prohibir las salidas a la calle a partir de las doce de la noche y hasta la ma?ana siguiente ¡ªen Par¨ªs y otras ciudades francesas se hace desde las nueve hasta las seis¡ª para reducir la interacci¨®n social. Lo que falta por saber es de qu¨¦ instrumento jur¨ªdico se servir¨¢n para restringir un derecho fundamental como es la libre circulaci¨®n y si esta medida ir¨¢ acompa?ada de m¨¢s directrices para frenar la curva epid¨¦mica. Los epidemi¨®logos aseguran que el toque de queda ayudar¨¢ a restringir la movilidad y la interacci¨®n social, pero no deja de ser una medida m¨¢s. Hay que acompa?arla, agregan, de m¨¢s restricciones e incluso endurecer ese toque de queda para bajar una curva tan alta como la de Madrid.
¡°En el fondo, todas las medidas tienen el mismo sentido, aunque se haga de distintas maneras: reducir la interacci¨®n social y preservar la actividad productiva y escolar. Con el toque de queda, evitas reuniones y botellones. Cortas reuniones sociales en jardines o en la playa. Y lo pones a las 12 de la noche para dejar que los restaurantes sirvan cenas¡±, se?ala Salvador Peir¨®, epidemi¨®logo de la Fundaci¨®n para el Fomento de la Investigaci¨®n Sanitaria y Biom¨¦dica de la Comunidad Valenciana. Aunque el uso del toque de queda siempre se hab¨ªa limitado a contextos o situaciones puntuales de guerra o violencia en un territorio, la pandemia ha dado un nuevo motivo para emplearlo: cortar la interacci¨®n social, el principal factor de riesgo para infectarse. ¡°En este caso no es un toque de queda militar. Es como un confinamiento a partir de las 12 de la noche¡±, matiza Peir¨®. Francia lo decret¨® la semana pasada en Par¨ªs y la regi¨®n capitalina de ?le-de-France, Grenoble, Lille, Lyon, la metr¨®polis de Marsella y Aix-en-Provence, Rouen, Saint-?tienne, Toulouse y Montpellier. B¨¦lgica tambi¨¦n tiene un toque de queda entre la medianoche y las cinco de la madrugada. El Gobierno y los alcaldes de Lombard¨ªa han pedido al Ejecutivo italiano que lo imponga en toda la regi¨®n entre las once de la noche y las cinco de la madrugada.
Los expertos consultados coinciden en que un toque de queda ayudar¨ªa a limitar los contactos sociales. ¡°La noche es el momento m¨¢s dif¨ªcil para ver si la gente cumple o no las medidas. Adem¨¢s, estamos m¨¢s cansados y estamos menos en alerta para cumplir nuestras obligaciones. Tambi¨¦n es m¨¢s frecuente el consumo de alcohol y eso nos puede despistar respecto al cumplimiento de las medidas de protecci¨®n. Estar a favor del toque de queda depender¨¢ de los indicadores epidemiol¨®gicos. En el caso de Madrid, con esas cifras, por supuesto que es bueno. Todo lo que podamos a?adir para reducir las interacciones sociales y los contactos, es bueno¡±, valora Juli¨¢n Dom¨ªnguez, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Medicina Preventiva, Salud P¨²blica e Higiene (Sempsph). Peir¨® a?ade, adem¨¢s, que un toque de queda ¡°facilita la actividad de los que tienen que vigilar¡± el cumplimiento de las medidas, como la polic¨ªa o incluso, los padres, que saben que sus hijos se tendr¨¢n que quedar en casa.
Medir la efectividad de la medida, no obstante, es complejo. ¡°Es dif¨ªcil porque hay muchos factores que pueden influir. Aunque est¨¢ claro que cuando se producen restricciones de movilidad, se reducen las infecciones. Como ocurre con el resto de restricciones¡±, apunta Dom¨ªnguez. En cualquier caso, coinciden los epidemi¨®logos, el toque de queda tiene que ir acompa?ado de otras medidas restrictivas para que tenga un impacto importante sobre la curva epid¨¦mica. ¡°La estrategia es reducir contactos entre personas. Todo el d¨ªa, a todas horas, en todo momento. Las medidas tienen que ser complementarias. El toque de queda es una m¨¢s, pero hacer solo esto, igual que pensar que el coronavirus solo sale por la noche, no tiene sentido. Es el momento para que se reduzca todo un poco¡±, zanja Peir¨®. ¡°Hay una combinaci¨®n de medidas que tienen que ser tomadas. Lo fundamental es reducir espacios donde convive gente con baja protecci¨®n y para esto puede servir el toque de queda, que tambi¨¦n implicar¨¢ el cierre de la hosteler¨ªa. La otra v¨ªa es volver a la fase 1 de la desescalada [con franjas horarias para salir, reducciones de aforo al 30% en locales comerciales, bares al 50% con servicio solo en terrazas y prohibici¨®n de salir de la provincia, entre otras medidas] en Madrid y propiciar un semiconfinamiento. Y todo ello ser¨ªa complementario a un confinamiento perimetral en la capital¡±, valora Daniel L¨®pez-Acu?a, exdirector de emergencias de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).
En el caso de Madrid, insiste Dom¨ªnguez, el toque de queda deber¨ªa empezar antes incluso. ¡°Con estas cifras tan elevadas, tendr¨ªa que restringirse lo m¨¢s posible. Que se aumente el horario del toque de queda porque de medianoche a seis de la ma?ana ser¨ªa bastante limitado. Me sigue pareciendo poco. Con estas cifras, los niveles de rastreo ya est¨¢n bloqueados o sobrepasados. Cerrar quiz¨¢s a las once, adapt¨¢ndose a los horarios europeos, podr¨ªa ser mejor¡±, apunta el experto. Coincide L¨®pez-Acu?a: ¡°Yo optar¨ªa por un horario m¨¢s temprano, toque de queda a partir de las diez de la noche. De lo que se trata es de reducir estos momentos de interacci¨®n social y la gente tendr¨ªa que adaptarse¡±. El portavoz de la Sempsph agrega, adem¨¢s, que hay que potenciar la actividad al aire libre, dar m¨¢s informaci¨®n y educaci¨®n sanitaria y mejorar la agilidad administrativa y normativa.
Lo que no acaban de ver claro los epidemi¨®logos, sin embargo, es volver al cierre perimetral por ¨¢reas sanitarias dentro de la ciudad de Madrid. ¡°Yo no le veo sentido porque la interacci¨®n y la movilidad entre zonas es absoluta. La gente se mueve y trabaja a distancias enormes en Madrid¡±, sostiene Dom¨ªnguez. ¡°Si Madrid piensa volver a las restricciones por ¨¢reas sanitarias, segregando unas s¨ª y otras no, se equivocar¨¢ una vez m¨¢s. Hay que reducir la interacci¨®n en toda la comunidad y tiene que haber medidas uniformes en toda la capital. Lo central es restringir la interacci¨®n dentro de Madrid¡±, concluye L¨®pez-Acu?a.
Interrogantes jur¨ªdicos
Pese a sus beneficios sanitarios, la aplicaci¨®n del toque de queda tiene delante un muro jur¨ªdico importante. El propio consejero de Sanidad madrile?o, Enrique Ruiz Escudero, admite que para aplicar esta medida "hay que tener una cobertura legal que no tiene la Comunidad de Madrid y tendr¨ªa que ser una decisi¨®n del Gobierno de Espa?a¡±. Los expertos consultados admiten que la falta de una normativa adaptada a la realidad de la pandemia complica la puesta en marcha de este tipo de medidas sin pasar por el estado de alarma. ¡°El toque de queda es una medida propia de estados excepcionales, como el de alarma o el de sitio. Sin aplicar el estado de alarma, se est¨¢ forzando la legislaci¨®n ordinaria hasta hacer que sirva para lo que quieras¡±, advierte Alberto L¨®pez-Basaguren, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
El jurista avisa de los riesgos de recortar derechos fundamentales, como ya ha sucedido con los cierres perimetrales, bas¨¢ndose en una ley ordinaria (la de Salud P¨²blica, por ejemplo) que no est¨¢ preparada para ello. ¡°Estamos cayendo en una aberraci¨®n que es que las comunidades adopten medidas que se han restringido a situaciones de estados excepcionales. No se ha hecho una reforma de la legislaci¨®n y el coste en seguridad jur¨ªdica es muy grande¡±, lamenta. L¨®pez-Basaguren insiste en que recurrir a jueces ordinarios para aprobar la restricci¨®n de derechos fundamentales bas¨¢ndose en leyes ordinarias "era comprensible al inicio de la pandemia, pero no siete meses despu¨¦s¡±.
La falta de una normativa adecuada, coincide Peir¨®, puede poner en riesgo la lucha contra el virus. ¡°La Ley de Salud P¨²blica es una ley que se pens¨® para confinar individuos, casos sueltos, no para la situaci¨®n que tenemos ahora. Y esto crea muchos problemas seg¨²n la interpretaci¨®n de cada juez. Esto te obliga a ir por detr¨¢s del virus muchas veces y no te permite poner medidas¡±, se?ala. La Comunidad de Madrid tampoco ha explicado qu¨¦ f¨®rmula jur¨ªdica distinta del estado de alarma podr¨ªa usar el Gobierno regional o el Ejecutivo central para activar el toque de queda.
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