La mortalidad crece por la alta incidencia del virus entre los mayores de 80 a?os

Acaba la semana con mayor mortalidad de la segunda ola de la epidemia de covid y los datos no auguran mejor¨ªa pronto. Aunque la incidencia se ha reducido ligeramente en los ¨²ltimos d¨ªas, lo previsible es que a¨²n tarde en traducirse en una bajada de fallecimientos, si es que contin¨²a la tendencia positiva. Las muertes que refleja ahora la estad¨ªstica son las de personas que se infectaron hace, al menos, entre dos y tres semanas. Desde entonces, el virus se est¨¢ propagando con fuerza entre los mayores de 80 a?os, los m¨¢s vulnerables a la covid-19.

Este grupo de edad ya es el segundo en incidencia (296,5 casos por 100.000 habitantes en 14 d¨ªas, seg¨²n los ¨²ltimos datos por consolidar del Instituto de Salud Carlos III), solo por detr¨¢s del de los que est¨¢n entre 15 y 29 a?os (316,6). Es una tendencia que se ha agudizado en las ¨²ltimas semanas y que, junto al crecimiento de casos en general, en toda la poblaci¨®n, explican por qu¨¦ est¨¢n subiendo las muertes en Espa?a. Sanidad ha notificado esta semana una media de 232 fallecimientos nuevos al d¨ªa, a niveles de principios de mayo.

Lo que est¨¢ sucediendo, seg¨²n explica Jos¨¦ Augusto Garc¨ªa Navarro, presidente de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa, es que al inicio de la segunda ola, cuando los casos incipientes eran mayoritariamente en j¨®venes, los mayores estaban m¨¢s protegidos. Pero conforme ha aumentado la transmisi¨®n comunitaria es muy dif¨ªcil frenarlo y acaba entrando en entornos donde viven los ancianos, incluidas residencias que son, en sus palabras, ¡°el caldo de cultivo perfecto para la propagaci¨®n del virus¡±.

Seg¨²n los datos del propio Ministerio de Sanidad, esta semana se produjeron 137 brotes en residencias, un 9% del total, cuando quienes viven en ellas suponen a penas un 0,8% de la poblaci¨®n. Esto quiere decir que hay una afectaci¨®n 10 veces superior. Conviene matizar que estos centros est¨¢n m¨¢s vigilados y que para que se considere brote basta un caso en una residencia, mientras que son necesarios tres fuera de un mismo domicilio en otros ¨¢mbitos. Pero si se mira el tama?o de los brotes, el n¨²mero de casos medio es de siete, mientras en las residencias asciende al doble. ¡°Una vez que el virus entra, ya sea a trav¨¦s de una visita o de un trabajador, se propaga muy r¨¢pidamente, especialmente en aquellas en las que no hubo afecci¨®n en la primera ola y no hay generados anticuerpos que sirvan de protecci¨®n para esta segunda¡±, explica Garc¨ªa Navarro.

La edad es con diferencia el mayor factor de riesgo de muerte por coronavirus que, aun as¨ª, est¨¢ lejos de ser una sentencia, incluso para los m¨¢s mayores. Nueve de cada 10 infectados mayor de 80 a?os en la segunda ola se ha recuperado; o, lo que es lo mismo, la letalidad se sit¨²a en el 9,4%, un nivel en el que lleva estable varias semanas una vez que comenzase a asacender desde julio por el efecto de retraso que las muertes tienen con respecto a los contagios.

El porcentaje se reduce dr¨¢sticamente entre los de 70 a 79 (2,8% de letalidad, m¨¢s de tres veces menos, y suponen un 18,5% de los fallecidos) y lo sigue haciendo a medida que baja la edad: en los que est¨¢n en la sesentena la letalidad es del 0,8% y representan un 3,7% de los difuntos. En los de menos de 60 el virus mata a menos del 0,2% de los infectados y entre todos suman poco m¨¢s de un 10% de las muertes.

El grueso de la mortalidad se concentra en este grupo de los muy mayores. En la segunda ola, el 67,5% de los fallecidos ten¨ªan m¨¢s de 80 a?os. Esto es m¨¢s incluso que en la primera, cuando esta franja representaba el 62,3%. Fernando Sim¨®n, director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha explicado en las ¨²ltimas ruedas de prensa que la edad mediana de los fallecidos ha crecido de los 83 a?os de la primera ola a los 86 de la segunda.

La posible explicaci¨®n de que crezca la mortalidad (en t¨¦rminos relativos) entre los m¨¢s mayores puede deberse realmente a que baja entre los m¨¢s j¨®venes. Es la hip¨®tesis de Joan Ram¨®n Villalb¨ª, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica (Sespas): ¡°Ahora hay mejores tratamientos hospitalarios y en las UCI, la gente que ingresa ah¨ª tiene m¨¢s probabilidad de sobrevivir que en la primera ola. Por eso, en t¨¦rminos relativos, puede estar teniendo m¨¢s peso a¨²n la mortalidad entre los m¨¢s fr¨¢giles, los que ni siquiera pasan por el hospital cuando su condici¨®n se agrava porque ya se puede hacer poco por ellos¡±.

En cualquier caso, la diferencia no es grande. El epidemi¨®logo Javier del ?guila se?ala que lo que demuestran estos datos es que la letalidad del virus ya est¨¢ muy consolidada y que viene repitiendo un patr¨®n similar al de la primera ola. ¡°Los esfuerzos de contenerlo cuando a¨²n no est¨¢ en transmisi¨®n comunitaria deben ir enfocados a evitar que alcance a los mayores¡±, apunta.

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