La larga sombra de la industria tabacalera
Un estudio internacional denuncia las injerencias en las pol¨ªticas de control del tabaco. Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s permisivos con estas pr¨¢cticas
El tabaco mata. Mucho. A ocho millones de personas cada a?o, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Pero sigue siendo una droga legal y los pa¨ªses hacen malabares para convivir con la industria tabacalera y encajar, a su vez, las pol¨ªticas de salud p¨²blica para el control del tabaquismo. Una encuesta internacional sobre las injerencias del sector alerta de falta de transparencia en las interacciones de los gobiernos con esta industria, conflictos de int...
El tabaco mata. Mucho. A ocho millones de personas cada a?o, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Pero sigue siendo una droga legal y los pa¨ªses hacen malabares para convivir con la industria tabacalera y encajar, a su vez, las pol¨ªticas de salud p¨²blica para el control del tabaquismo. Una encuesta internacional sobre las injerencias del sector alerta de falta de transparencia en las interacciones de los gobiernos con esta industria, conflictos de inter¨¦s y apoyos gubernamentales a acciones ben¨¦ficas relacionadas con el tabaco. Espa?a est¨¢ entre los pa¨ªses m¨¢s permisivos con este tipo de intromisiones de la industria, en el n¨²mero 36 de 57, empatado con Malasia, Kazajist¨¢n y Alemania. Los expertos alertan de que el sector funciona como un lobby, sortea su mala prensa con contribuciones sociales y puede influir en la toma de decisiones de salud p¨²blica sobre el tabaco. El sector defiende su derecho a participar y ¡°ser escuchado¡± en la elaboraci¨®n de las normativas que le afecten.
Sobre el papel, el Convenio Marco de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, al que Espa?a se adhiri¨® en 2005, recalca que los Estados deben proteger sus pol¨ªticas antitabaco ¡°contra los intereses comerciales y otros intereses creados de la industria tabacalera¡±. En la pr¨¢ctica, sin embargo, cumplir esto, es dif¨ªcil. Seg¨²n recoge el ?ndice Global de Interferencia de la Industria del Tabaco, que es una revisi¨®n internacional sobre c¨®mo responden los gobiernos a la influencia de la industria, la tabacalera Philip Morris International (PMI) presion¨® en, al menos, 12 pa¨ªses ¡°de forma agresiva¡± para promocionar y vender su producto de tabaco calentado, el IQOS. El sector tambi¨¦n apret¨® en Colombia, entre otros pa¨ªses, para que no se subiesen los impuestos al tabaco.
La investigaci¨®n, que se base en informaci¨®n de acceso p¨²blico, est¨¢ coordinada por el Centro Global para la Buena Gobernanza en el Control del Tabaco (CGBGCT), una de las organizaciones que conforman la asociaci¨®n STOP (junto a The Union, el Grupo de Investigaci¨®n de Control del Tabaco de la Universidad de Bath y el apoyo de Bloomberg Philanthropies). El secretariado del Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco design¨® al CGBGCT como Centro de conocimiento para la implementaci¨®n del art¨ªculo 5.3 del convenio, que obliga a proteger contra la interferencia de la industria. Seg¨²n el ¨²ltimo estudio, el pa¨ªs peor parado en el r¨¢nking es Jap¨®n y los que mejor frenan las interferencias de la industria son Brun¨¦i y Francia.
Puertas giratorias
¡°La industria est¨¢ influyendo de manera directa o indirecta para poner zancadillas en las medidas de prevenci¨®n y control del tabaco¡±, sostiene Francisco Camarelles, del Comit¨¦ Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo. De los 32 pa¨ªses analizados, Espa?a se ha quedado, dentro del r¨¢nking, entre los m¨¢s permisivos con este tipo de interferencias de la industria, por delante de pa¨ªses como Egipto, India o Mozambique, y muy lejos de Francia, Nueva Zelanda o Reino Unido. Los encargados de analizar la situaci¨®n de Espa?a para el informe internacional han sido los investigadores del Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa (ICO), centro colaborador de la OMS para el control del tabaco. ¡°Es preocupante¡±, resume Esteve Fern¨¢ndez, director de Epidemiolog¨ªa y Prevenci¨®n del C¨¢ncer del ICO y autor del an¨¢lisis espa?ol.
Pese a las leyes antitabaco, que proh¨ªben la publicidad y el consumo en lugares p¨²blicos cerrados, por ejemplo, Espa?a no se libra de las ¡°interferencias¡±. La industria tabacalera no tiene una silla en los despachos donde se toman las decisiones sobre pol¨ªticas de salud p¨²blica y de control del tabaco, pero s¨ª tiene voz como parte del comit¨¦ consultivo de la Comisi¨®n del Mercado de Tabaco (TMC) del Ministerio de Hacienda, con labores de asesoramiento. ¡°Consideramos que su presencia en este comit¨¦ es un riesgo para la salud p¨²blica¡±, sostiene el informe. Aunque la industria se defiende: ¡°Tanto en la Uni¨®n Europea como en Espa?a, los procedimientos legislativos prev¨¦n la participaci¨®n p¨²blica de los ciudadanos y los sectores afectados en relaci¨®n a los proyectos regulatorios¡±, se?ala una portavoz de la Mesa del Tabaco, que aglutina a todo el sector.
Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, casi un tercio de la poblaci¨®n espa?ola entre 15 y 64 a?os fuma diariamente. El consumo est¨¢ estabilizado, pero en cifras demasiado altas, advierten los expertos, y crece el uso de otros productos, como el cigarrillo electr¨®nico (del 6,8 en 2015 al 10,5% en 2019 la prevalencia del consumo al menos una vez en la vida). Aunque Sanidad rechaz¨® valorar el contenido del estudio internacional, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, Joan Ramon Villalb¨ª, alert¨® el martes de las nuevas din¨¢micas de la industria para atraer m¨¢s consumidores. ¡°Ahora no estamos viendo una disminuci¨®n del consumo de tabaco porque los grupos de inter¨¦s que ganan dinero con el tabaco est¨¢n sacando nuevas estrategias para potenciarlo. Estrategias de promoci¨®n. No pueden hacer publicidad, pero pueden pagar a influencers para que salgan fumando. O lanzando productos electr¨®nicos que no est¨¢n regulados como el tabaco convencional y que les permite hacer publicidad. Son ¨¢mbitos dif¨ªciles de regular, que se nos escapan un poquito, pero sabemos que tienen cierta influencia en algunos partes de la poblaci¨®n¡±, avis¨®.
¡°La industria influye para poner zancadillas en las medidas de control del tabacoFrancisco Camarelles, m¨¦dico
En cualquier caso, el informe espa?ol destaca las ¡°interferencias¡± de la industria a trav¨¦s de relaciones ¡°innecesarias¡± de la Administraci¨®n con el sector y v¨ªa las actividades de responsabilidad social corporativa (RSC), que sirven, seg¨²n el estudio internacional, para ¡°atraer funcionarios de alto nivel¡±. ¡°Los funcionarios y departamentos que reciben o respaldan estas organizaciones ben¨¦ficas patrocinadas inevitablemente se convierten en portavoces de la industria¡±, avisa el estudio.
Fern¨¢ndez se?ala que estas acciones de RSC sirven como publicidad, promoci¨®n y patrocinio del tabaco, tres pr¨¢cticas prohibidas por la ley en Espa?a con excepciones muy limitadas (en el punto de venta, por ejemplo). ¡°Esto se hace como inversi¨®n a medio plazo. Es un lavado de imagen. No se puede aceptar dinero ni que la industria participe a estos niveles en la Administraci¨®n p¨²blica¡±, insiste. La Mesa del Tabaco recuerda que, en lo que respecta a la publicidad, ¡°Espa?a alcanza una puntuaci¨®n muy alta en el ranking de cumplimiento de las exigencias de la OMS¡±.
El informe recoge c¨®mo la Guardia Civil, encargada de combatir el tr¨¢fico il¨ªcito, firm¨® un acuerdo con Philip Morris para combatir el contrabando de tabaco. La compa?¨ªa entreg¨® al cuerpo policial ¡°c¨¢maras acu¨¢ticas, sistemas de visi¨®n nocturna, furgonetas con esc¨¢neres y dispositivos m¨®viles para el seguimiento de productos del tabaco¡±, reza el informe. En 2019, el cuerpo policial incluso entreg¨® la Cruz de la Orden del M¨¦rito al responsable de Prevenci¨®n del Comercio Il¨ªcito de Tabaco de Philip Morris Espa?a.
Menos impuestos en Canarias
Asimismo, el Gobierno de Extremadura tiene un acuerdo con la misma tabacalera para el cultivo sostenible de tabaco y la universidad de esta comunidad firm¨® otro con Altadis, una de las principales tabacaleras espa?olas, para desarrollar una l¨ªnea de investigaci¨®n sobre el reciclaje de filtros usados de cigarrillos como materiales ac¨²sticos. En 2018, el Gobierno de Canarias tambi¨¦n intervino en un acto en el que Philip Morris entregaba becas a los ganadores de su concurso de Emprendedores j¨®venes. En esta comunidad, el informe tambi¨¦n denuncia c¨®mo la reducci¨®n de impuestos respecto a la pen¨ªnsula afecta a los productos del tabaco, que son m¨¢s baratos. El incremento de los precios de los cigarrillos es una de las medidas antitabaco con m¨¢s impacto en la reducci¨®n del consumo.
Los ejemplos recopilados en el estudio se suceden en toda Espa?a. El Ayuntamiento de Santander, Altadis y los estancos de la ciudad pusieron en marcha una campa?a de sensibilizaci¨®n ciudadana para abordar el impacto de las colillas en el medio ambiente y la limpieza urbana. ¡°Se est¨¢ violando el tratado de la OMS. Ese binomio ayuntamiento-industria no tiene sentido. El Ayuntamiento se est¨¢ beneficiando de una relaci¨®n con la industria que no est¨¢ permitido. El problema es que se lo dices y te dicen que no lo sab¨ªan. Desconocer la ley no te exime de su cumplimiento¡±, zanja Fern¨¢ndez.
Los conflictos de inter¨¦s y las puertas giratorias tambi¨¦n est¨¢n a la orden del d¨ªa. Seg¨²n recoge el estudio, el expresidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (PP), fue asesor de Philip Morris para Am¨¦rica Latina en 2018 y ¡°promovi¨® los cigarrillos electr¨®nicos en Chile y Per¨²¡±; la exministra socialista Cristina Garmendia est¨¢ en el consejo de administraci¨®n de Logista, ¡°la mayor empresa de log¨ªstica y distribuidora de tabaco de Espa?a¡±; los exministros Eduardo Zaplana y Luis de Guindos ¡°tambi¨¦n formaban parte de Imperial Brands, la cuarta tabacalera m¨¢s grande del mundo¡±.
¡°La industria es un lobby que hace presi¨®n. Aqu¨ª perdimos una oportunidad muy grande de establecer el envasado gen¨¦rico. Y eso no es casual. Es una presi¨®n de la industria para parar esto. En 2010, cuando se aprob¨® la ley antitabaco, la hosteler¨ªa dijo que se perder¨ªan miles de millones. Pero detr¨¢s de ellos estaba la industria del tabaco influyendo¡±, valora Camarelles. Los expertos urgen a limitar las interacciones con la industria, penalizar las puertas giratorias y reforzar las medidas antitabaco, como subir el precio o el envasado gen¨¦rico. ¡°Entendemos que la legislaci¨®n actual garantiza el control sobre le tabaco, por lo que debe garantizarse su cumplimiento antes de abordar nuevas medidas¡±, tercia la Mesa del Tabaco.