¡°Muchos ni?os con c¨¢ncer lo llevan mejor que sus padres¡±

Esther Coronado, de 25 a?os, investiga c¨®mo mejorar el tratamiento de los tumores infantiles m¨¢s dif¨ªciles de combatir del Hospital La Fe de Valencia. No ten¨ªa relaci¨®n directa con los pacientes, porque las muestras llegan al laboratorio a trav¨¦s de los pediatras, y entonces se hizo voluntaria de la planta de ni?os con c¨¢ncer. Ahora esta especialista en biomedicina ha reafirmado el sentido de su trabajo y tiene una visi¨®n m¨¢s amplia de una enfermedad a la que se acerc¨® por su gran impacto social. Los recursos para su investigaci¨®n, no obstante, siempre se quedan cortos. Coronado ya estaba pensando en marcharse al extranjero, como muchos de sus compa?eros de Biotecnolog¨ªa ¡ªque estudi¨® en la Universidad Polit¨¦cnica de su ciudad¡ª, cuando estaba a punto de espirar su contrato. Pero al recibir una de las cinco becas predoctorales que concede la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer (AECC) de Valencia y que se entregan este viernes, podr¨¢ continuar con su trabajo cient¨ªfico. La beca est¨¢ dotada con 66.000 euros para un periodo de unos tres a?os, renovable por un ejercicio m¨¢s.

Pregunta. ?C¨®mo lleg¨® desde la biotecnolog¨ªa a interesarse por el c¨¢ncer?

Respuesta. El c¨¢ncer es un reto y, desde un punto de vista cient¨ªfico, es una maquinaria muy compleja. Me atrae comprobar c¨®mo se desarrolla el tumor y desentra?ar todos esos mecanismos para poder trasladarlo a los tratamientos para los pacientes. Siempre me ha interesado el ¨¢mbito de la salud y el c¨¢ncer tiene un impacto social muy grande. Afecta a todos, est¨¢ muy presente, en nuestros familiares, amigos¡­

P. ?Fue bien recibida cuando sali¨® de la universidad?

R. Por parte de la comunidad cient¨ªfica, s¨ª. Est¨¢n encantados de poder incorporar a gente nueva y formarla. Pero es muy dif¨ªcil obtener financiaci¨®n en general y tambi¨¦n para el c¨¢ncer. Estamos perdiendo personas por falta de estabilidad y financiaci¨®n.

P. ?Y tambi¨¦n para el c¨¢ncer infantil es dif¨ªcil?

R. Tambi¨¦n es dif¨ªcil. La particularidad del c¨¢ncer infantil es que es una enfermedad rara por poco frecuente. Por un lado, no interesa a las farmac¨¦uticas, porque se obtienen menos beneficios, y por otro, al haber menos pacientes, cuesta m¨¢s investigar y organizar un ensayo cl¨ªnico.

P. ?Ha encontrado reticencias o problemas por ser joven y mujer?

R. Es cierto que la experiencia se valora, pero no he tenido esas trabas, aunque soy consciente de que existen. De hecho, la mayor parte del alumnado que cursa carreras cient¨ªficas es mujer y sin embargo, no ocupan los puestos de poder. En mi clase, hab¨ªa m¨¢s chicas que chicos y m¨¢s profesores que profesoras.

P. ?Cu¨¢l es el objeto de su proyecto dentro del laboratorio cuyo responsable es el investigador Jaime Font de Mora?

R. Los organoides. El objetivo es desarrollar e implementar una nueva terapia dirigida hacia una diana molecular que hemos identificado en varios subgrupos de c¨¢ncer pedi¨¢trico y que est¨¢n asociados a un mal pron¨®stico, es decir, no responden a los tratamientos actuales. Y lo que pretendemos es generar modelos tumorales derivados del paciente, lo que se llama organoides, que son como minitumores. Lo bueno que tienen es que retienen las caracter¨ªsticas biol¨®gicas del paciente y esto nos permite simular su respuesta al tratamiento. Esa respuesta, si la unimos al an¨¢lisis de las caracter¨ªsticas gen¨¦ticas tumor, nos permite determinar qu¨¦ pacientes y qu¨¦ caracter¨ªsticas predicen la sensibilidad al tratamiento.

P. ?C¨®mo es trabajar con ni?os?

R. En el laboratorio, solo nos llegan las muestras a trav¨¦s del pediatra. Somos un equipo multidisciplinar y no tratamos directamente con los ni?os. Como voluntaria s¨ª que los trato, y es duro a veces, claro. Como voluntaria eres consciente de hasta d¨®nde puedes llegar y qu¨¦ puedes hacer por ellos.

P. ?Los ni?os asumen la gravedad de su enfermedad o se les a¨ªsla de la misma?

R. Se sorprender¨ªa de la madurez que tienen esos ni?os. Han tenido que madurar mucho m¨¢s r¨¢pido que cualquiera. Son conscientes de la gravedad de su enfermedad y no creo que sea bueno aislarlos de ella. Muchos lo llevan mejor que sus padres o que la gente que les rodea. Se acostumbran.

P. Una actividad muy diferente de la que desarrolla como cient¨ªfica...

R. Con los ni?os, me cambio la bata de laboratorio y me pongo la de voluntaria; simplemente juego, a la consola, a pintar¡­ Algunos, los m¨¢s mayores, te cuentan sus inquietudes. Hay ni?os que est¨¢n muy cansados, a otros se les suele aislar en sus habitaciones porque no pueden exponerse a los agentes que hay en un hospital. Pero a veces se juntan casi todos. Oncolog¨ªa pedi¨¢trica de La Fe lo tiene muy bien organizado, la verdad.

P. ?Tambi¨¦n hay beb¨¦s?

R. S¨ª. Los padres necesitan un respiro, hacer una gesti¨®n y se van a veces, y t¨² te quedas observando, cuid¨¢ndolos, por si pasa algo y tienes que avisar. Un ni?o me dec¨ªa que ten¨ªa mucho sue?o y solo quer¨ªa que le cogiera la mano. Hubo un beb¨¦ con leucemia que no hab¨ªa salido del hospital, que est¨¢bamos toda la semana con ¨¦l y que finalmente muri¨®. Fue muy duro.

P. ?Le ayuda en su trabajo como investigadora?

R. Encuentras el sentido de la investigaci¨®n. Te refuerza. Es como tener los pies en el suelo. A veces nos preocupamos por tonter¨ªas y lo que realmente importa lo pasamos por alto.