Una demanda colectiva resucita el esc¨¢ndalo de NXIVM en los tribunales
Un grupo de 80 denunciantes rompe el silencio y por primera vez cuatro mexicanas de la secta de Keith Raniere enfrentan cargos en EE UU
Juana Nadie ten¨ªa apenas 16 a?os cuando tom¨® en M¨¦xico su primer curso intensivo de NXIVM (Nexium), una estafa piramidal con la fachada de una serie de cursos de superaci¨®n personal. Qued¨® enganchada al momento. Rechaz¨® una beca en una prestigiada academia en Suiza y viaj¨® a Estados Unidos para recibir atenci¨®n personalizada de Keith Raniere, el fundador del grupo. En un abrir y cerrar de ojos pas¨® de ni?a prodigio a asistente personal del autoproclamado gur¨² y durante dos a?os la c¨²pula de la secta la prepar¨® para aceptar que ten¨ªa que tener sexo con Raniere si quer¨ªa que su vida evolucionara al "siguiente nivel". Hab¨ªa casi 30 a?os de diferencia entre ambos y cuando ella le dijo que se hab¨ªa enamorado de alguien m¨¢s, el gur¨² explot¨®. La encerr¨® en un cuarto durante dos a?os y oblig¨® a todos los miembros de la secta a ignorarla, incluso a su propia familia, que acept¨® sin chistar. Eventualmente, la chica fue enviada de vuelta a su pa¨ªs: sin dinero, sin su pasaporte y sin ning¨²n familiar cercano a quien acudir.
Este es el primer testimonio que aparece en la primera demanda colectiva contra NXIVM, seis meses despu¨¦s de que Vanguardia, el seud¨®nimo de Raniere dentro del grupo, fuera declarado culpable en una corte de Nueva York por cargos como trata de personas, explotaci¨®n sexual, posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil y extorsi¨®n. La demanda abre un nuevo cap¨ªtulo en la trama legal del grupo, notorio por crear un c¨ªrculo secreto de esclavas sexuales conocido como DOS, en el que las mujeres eran seleccionadas para complacer a Raniere y marcadas en la zona p¨²bica con las iniciales del l¨ªder. El litigio civil no solo lleva a Vanguardia una vez m¨¢s ante la justicia. Por primera vez desde que estall¨® el esc¨¢ndalo hace dos a?os, cuatro mexicanas de la c¨²pula de la secta han sido acusadas por su participaci¨®n en el c¨ªrculo de "esclavas" de Raniere. Tambi¨¦n enfrentan cargos Allison Mack, actriz de la serie Smallville; Nancy Salzman, cofundadora de la secta, y las hermanas Clare y Sara Bronfman, herederas de la destiler¨ªa Seagram y benefactoras financieras del culto, entre otras.
"Los acusados conspiraron y participaron en una 'empresa' para cometer tr¨¢fico sexual, esclavitud, trabajos forzados y trata de personas", se lee en la demanda, presentada la semana pasada ante la misma corte que conden¨® a Raniere por 80 desertores de M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢. "Cada acusado desempe?¨® un papel cr¨ªtico en la conspiraci¨®n y la organizaci¨®n no hubiera podido funcionar sin ellos", reza el escrito. Las mexicanas se?aladas son Daniela Padilla, M¨®nica Dur¨¢n, Loreta Garza y Rosa Laura Junco. Las dos ¨²ltimas son las acusadas de m¨¢s alto perfil. Garza dirig¨ªa Rainbow Cultural Gardens, una red mundial de jardines de ni?os auspiciada por la secta y es familiar pol¨ªtica de los l¨ªderes de la franquicia de NXIVM en Monterrey, en el norte de M¨¦xico. Junco, hija del due?o del peri¨®dico mexicano Reforma, era parte de The Knife, se?alado en los documentos legales como el instrumento propagand¨ªstico de la secta.
"Presentar una demanda civil es importante porque la causa penal contra Raniere fue muy estrecha, se presentaron pocos cargos contra pocas personas y hubo m¨¢s v¨ªctimas y m¨¢s delitos", se?ala Neil Glazer, abogado de los demandantes. A diferencia de un juicio penal, en el que se juzgan cr¨ªmenes por romper la ley, un litigio civil resuelve disputas entre particulares y negocios, sobre todo cuando vulneran los derechos de los afectados o cuando las acciones de los acusados contradicen principios legales consagrados en la Constituci¨®n de EE UU. Entre el grupo de 80 demandantes hay al menos cinco mexicanos, cuatro mujeres y un hombre, que han adoptado los seud¨®nimos Juan y Juana Nadie (John Doe y Jane Doe, en ingl¨¦s) para proteger su identidad.
Tres de las demandantes mexicanas fueron "esclavas" de DOS, en donde Padilla, Dur¨¢n, Garza y Junco son acusadas de ser "amas de primera l¨ªnea" y de organizar y dirigir la sociedad secreta bajo las instrucciones de Raniere. DOS funcionaba tambi¨¦n bajo un esquema piramidal: Raniere estaba a la cabeza y ten¨ªa un grupo de esclavas de primer nivel que, a su vez, reclutaban a nuevas esclavas, que deb¨ªan conseguir a m¨¢s mujeres. Se vend¨ªa como una sororidad exclusiva para mujeres que quer¨ªan ascender en el grupo, pero en realidad era una cadena de sumisi¨®n que pend¨ªa de los caprichos del gur¨².
Una de las denunciantes fue reclutada por Padilla para DOS. Raniere le dijo que estaba enamorado de ella y que quer¨ªa que tuvieran un hijo juntos, pero condicion¨® cualquier relaci¨®n con ¨¦l a que fuera su esclava y obedeciera a su ama, se lee en la denuncia. Las participantes hac¨ªan todo tipo de mandados las 24 horas, usaban cadenas o pulseras que simbolizaban su sometimiento y enviaban cada mes "colaterales": fotos comprometedoras o secretos inconfesables sobre ellas o sus seres queridos como garant¨ªa de que no abandonar¨ªan ni revelar¨ªan la existencia del grupo.
Otro de los actos denunciados eran experimentos humanos. Seg¨²n la demanda, NXIVM seleccion¨® a 40 personas para participar en un "experimento sobre miedo". Los participantes cre¨ªan que iban a ver un v¨ªdeo con ense?anzas de Raniere, pero en realidad se les aplicaba un encefalograma para que midiera su actividad cerebral mientras presenciaban una grabaci¨®n de cinco mujeres que eran brutalmente decapitadas y desmembradas por un grupo criminal en M¨¦xico. ?Por qu¨¦ los miembros de NXIVM no abandonaban la secta? Los demandantes mencionan el miedo, la coerci¨®n, las grandes sumas de dinero que invirtieron y el temor de ser aislados de sus amigos y familiares dentro del grupo. La secta tambi¨¦n aplica t¨¦cnicas de "terrorismo legal", utilizando ej¨¦rcitos de abogados y moviendo influencias para presentar denuncias por cargos falsos en tribunales de M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢, seg¨²n el escrito.
La mayor¨ªa de los denunciantes acusa da?os emocionales, f¨ªsicos y econ¨®micos por la estafa. La demanda calcula que m¨¢s de 16.000 personas tomaron los cursos, pero solo unos 100 ganaron ingresos y apenas 25 obtuvieron ganancias sustanciales de los costosos materiales de la secta, asequibles solo para miembros de las ¨¦lites de Norteam¨¦rica por oscilar en varios miles de d¨®lares. Glazer explica que a¨²n es posible que m¨¢s personas se sumen a la demanda civil y que el proceso est¨¢ apenas en sus etapas iniciales, por lo que a¨²n no se sabe si llegara a los tribunales ni el monto de las compensaciones que pagar¨ªan los acusados si son declarados culpables. Est¨¢ previsto que Raniere, detenido en M¨¦xico en 2018, sea sentenciado en abril pr¨®ximo, con una pena que podr¨ªa alcanzar la cadena perpetua. No se conoce ninguna denuncia contra la secta en M¨¦xico. Con la nueva demanda colectiva, cinco mexicanos buscar¨¢n justicia en Estados Unidos.
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