Las mujeres que reinventan el campo gallego
Una granja ecol¨®gica de vacas y una explotaci¨®n de plantas en ecol¨®gico se unen para crear unos cosm¨¦ticos innovadores
Mientras sus compa?eros de Empresariales so?aban con pisar el parquet de Wall Street o lanzar una startup tecnol¨®gica, Marta ?lvarez se dedicaba a todo lo contrario: guiar por la monta?a a las vacas de sus padres. Fue durante unas vacaciones en su casa familiar, en Monterroso (Lugo) hace 20 a?os. Pero la experiencia no qued¨® en cosa de un verano, a esta urbanita de Vigo que ahora tiene 49 a?os le pareci¨® tan f¨¢cil que decidi¨® que ese ser¨ªa su proyecto empresarial, una granja de vacas ecol¨®gica, la Granxa Maruxa.?
Ah¨ª se terminaron las facilidades y tambi¨¦n los conocimientos sobre ganader¨ªa de Marta:?¡°No sab¨ªa que ten¨ªan que quedar pre?adas para dar leche, no sab¨ªa andar con los tractores...¡± En una comunidad aut¨®noma en la que hay 30.000 granjas de vacas, los m¨¢s expertos de Monterroso no confiaban en su aventura. Los m¨¢s optimistas auguraban que la Granxa Maruxa durar¨ªa unas dos semanas.?
Mientras Marta ?lvarez empezaba su particular empresa, Chusa Exp¨®sito (53 a?os), farmac¨¦utica y Carmela Vali?o (52 a?os), bi¨®loga, se peleaban con el plan de empresa del curso de 500 horas para hacerse emprendedor que estudiaban en Santiago de Compostela. Luego, cuando quisieron ponerlo en pr¨¢ctica en una explotaci¨®n de plantas medicinales en ecol¨®gico en Palas de Rei (Lugo), se dieron cuenta de que hacerlo sobre el papel era mucho m¨¢s f¨¢cil que fundar Milhulloa:? "M¨¢s que un trabajo era una superaci¨®n de pruebas d¨ªa a d¨ªa", concreta Exp¨®sito. "Empezamos pele¨¢ndonos con la administraci¨®n, lo siguiente fue que todo que ten¨ªamos en el papel, nuestro proyecto de viabilidad, no se ajustaba con la metodolog¨ªa de trabajo que realmente requer¨ªa nuestra empresa".
Los perfiles de estas emprendedoras eran distintos, pero ten¨ªan varias cosas en com¨²n, que estaban decididas a apostar por el medio rural gallego y que eran mujeres. Seg¨²n el estudio Diagn¨®stico de la Igualdad de G¨¦nero en el Medio Rural del Ministerio de Agricultura, en el rural tambi¨¦n existe una discriminaci¨®n salarial de g¨¦nero. Las mujeres cobran entre 400 y 1.000 euros y los hombres entre 1.000 y 1.400. Adem¨¢s, ellas suelen ocupar posiciones inferiores en la jerarqu¨ªa laboral, mientras que los hombres ocupan los puestos de poder y responsabilidad. En los casos de estas emprendedoras gallegas es justo al rev¨¦s. Los empleados que hoy tiene Marta ?lvarez a su cargo con las vacas son dos hombres.
Durante estos 20 a?os han vivido muchos sinsabores que han ido superando con tenacidad y creatividad. En el caso de Milhulloa, se les ocurri¨®?deshidratar grelo, una de las verduras m¨¢s usadas en la gastronom¨ªa gallega. Con el m¨¦todo de Milhulloa, medio kilo de esta hortaliza ocupa unos 60 gramos en un envase. Marta pens¨® en?hacer galletas con la nata de la leche de sus vacas. Fueron un ¨¦xito, pero otra vez tuvo problemas con la socia con la que compart¨ªa aquella aventura: "Me qued¨¦ sin ellas, otro golpe y otra vez volver a empezar".
En ese punto, en 2015, Marta necesitaba una nueva idea que la hiciera diferente al resto de decenas de miles de granjas gallegas, Chusa y Carmela, a la que se hab¨ªa unido una nueva socia, Anxos Orgueira (50 a?os), algo que les diera un empuje m¨¢s all¨¢ del grelo deshidratado. Los 20 kil¨®metros que separaban ambos negocios no fueron obst¨¢culo para que se juntaran y con la mediaci¨®n de la hermana de Marta, Mar¨ªa ?lvarez (56 a?os), fundaron Muuhlloa, una empresa de cosm¨¦ticos especial, en lugar de usar prote¨ªna de leche en sus formulaciones emplear¨ªan la leche reci¨¦n orde?ada de las vacas de la Granxa Maruxa y los oleatos e ideas de Milhulloa.
Hoy es el proyecto que m¨¢s ilusi¨®n les hace, aunque tambi¨¦n requiri¨® de superar obst¨¢culos adicionales, como un crowdfunding al que tuvieron que acudir para recapitalizar la empresa el a?o pasado o un cr¨¦dito de 30.000 euros para poder iniciar su actividad. De hecho, su ¨²ltima lucha es la renovaci¨®n de este pr¨¦stamo, una negociaci¨®n en la que, como durante estas dos d¨¦cadas tienen que seguir peleando cada a?o.
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