?Qu¨¦ querr¨¢n ser de mayores los ni?os del confinamiento?
El concepto de h¨¦roe ha adquirido nuevos significados y, tras la cuarentena y los aplausos diarios de agradecimiento a sanitarios o fuerzas de seguridad, el psic¨®logo educativo Jos¨¦ Antonio Luengo considera que crecer¨¢n las vocaciones por oficios dedicados a la ayuda al pr¨®jimo
Las vocaciones existen, y la forma en la que se asientan en la infancia y te empujan a desear convertirte en un determinado tipo de adulto ¨Cestrella de la m¨²sica, futbolista, cardi¨®logo, profesor, veterinario¨C tiene una pizca de inspiraci¨®n m¨¢gica y mucho de observaci¨®n: ?qu¨¦ valores en el entorno del ni?o se consideran buenos y dignos de admiraci¨®n? Porque por ellos ser¨¢n por los que sienta predilecci¨®n.
Seg¨²n explica el psic¨®logo educativo y sanitario Jos¨¦ Antonio Luengo, la visi¨®n de m¨¦dicos y enfermeros salv¨¢ndonos en una circunstancia tan dif¨ªcil puede influir en su futuro. ¡°El aplauso inexcusable a las 20 horas a sanitarios, a las fuerzas de seguridad y a los que siguen en los supermercados dando la cara, ese rito que hemos creado para darnos aliento entre todos, puede provocar que asuman nuevos ¨ªdolos y sue?en con profesiones con algo en com¨²n: la ayuda al pr¨®jimo¡±, cuenta. Polic¨ªa o cuidador en una residencia de ancianos, cirujano o fisioterapeuta. Y para Luengo hay una clave educativa en esto: ¡°Podemos estar ayudando a cambiar la idea de lo que excelencia y ¨¦xito son por otra m¨¢s solidaria y menos competitiva¡±.
Este psic¨®logo especialista en infancia y adolescencia explica que, entre los 6 y los 11 o 12 a?os, los ¨ªdolos tienen sobre el menor la ascendencia casi de un hechizo; luego, de adolescentes, comienza la ¡°estructuraci¨®n cognitiva¡±, y con ella llegan las preguntas y las dudas: ?qu¨¦ pasos tendr¨ªa que dar para alcanzar esa meta?, ?ser¨¦ capaz? ¡°Ah¨ª empieza el sufrimiento¡±, puntualiza Luengo. Para ¨¦l, la repercusi¨®n de las gestas de sanitarios y gente corriente ocupa hoy el espacio que sol¨ªan copar los logros de deportistas, modelos o actores, todos ellos transmisores de la idea de competici¨®n, de destacar sobre el rival. ¡°Si el ¨¦xito fuera un objeto divisible en porciones, la parte dedicada al acompa?amiento ¨Cestar con quien lo necesita¨C o rescatar a quien se halla en peor situaci¨®n ocupar¨ªa, ahora mismo, mucho m¨¢s que la que tiene que ver con el ¨¦xito entendido como fama o dinero. Y esto es un fen¨®meno muy interesante. Un fen¨®meno que deber¨ªa ser reforzado durante lo que ya designan como nueva normalidad en casa y en los colegios¡±, explica Luengo.
¡°Es muy importante que seamos capaces de continuar transmitiendo esta lecci¨®n que nos ha dado la vida: no somos omnipotentes ni ajenos al planeta Tierra, cuanto m¨¢s nos apoyemos, m¨¢s fuertes somos; hemos de ser capaces de hablar sobre esto naturalmente con nuestros hijos y nuestros alumnos para reconfigurar lo que significa ser exitoso, m¨¢s all¨¢ de ser el m¨¢s r¨¢pido en una carrera o sacar todo dieces¡± defiende Luengo con convicci¨®n.
¡°Ya no necesitamos a Superman¡±
Tras el 11-S, en EE UU creci¨® sobremanera el n¨²mero de aspirantes a bombero. ¡°Aparec¨ªan continuamente por televisi¨®n sudorosos, cubiertos de polvo, subidos a una escalera o rescatando gente entre los escombros; ahora, ocurrir¨¢ un fen¨®meno parecido. Cambiar¨¢ lo que imaginamos al pensar en un h¨¦roe. ?Cu¨¢l es la diferencia?¡±. Luengo responde a su pregunta se?alando que, en este caso, no se trata de un suceso que sirve de epicentro del cambio y cuyas consecuencias pueden reverberar o no, extenderse o no en el tiempo. El cambio actual tiene muchos visos de ser duradero. ¡°Llevamos m¨¢s de mes y medio de confinamiento, haciendo predominante esta visi¨®n solidaria, y esta idea que tan honda ha calado no se va a marchar hasta despu¨¦s de que estemos todos vacunados y nos sintamos un poco m¨¢s a salvo¡±, dice, seguro de que va a marcar un antes y un despu¨¦s. ¡°Lo que mayoritariamente dibujan ahora los ni?os son m¨¦dicos salvando vidas¡±. En esta nueva sociedad, #seguimosconectados.