29.800 personas que viv¨ªan en residencias han muerto por covid en Espa?a desde el inicio de la pandemia
Hay m¨¢s de 13.400 contagios activos. Los centros afrontan la tercera ola en alerta y, por primera vez desde el inicio de la epidemia, esperanzados por la vacuna
Dos procesos han discurrido de forma paralela desde final de 2020: la campa?a de vacunaci¨®n ha ido avanzando a medida que se disparaban los contagios. Esto ha hecho que las residencias, las m¨¢s golpeadas por el virus y las primeras en el orden de prioridades para inmunizarse, no se hayan librado de la tercera oleada de la pandemia. Desde que estall¨® la crisis sanitaria y hasta finales de enero, han muerto por covid o con sintomatolog¨ªa compatible 29.757 personas que viv¨ªan en centros de servicios sociales ¡ªno solo los de mayores, tambi¨¦n incluyen los de discapacidad¡ª, seg¨²n cifras de las comunidades aut¨®nomas. Un mes despu¨¦s de iniciarse la vacunaci¨®n, hay 13.484 contagios activos y las residencias, acostumbradas a convivir con el miedo, siguen en alerta. Pero por primera vez la esperanza se cuela en el discurso: a principios de marzo esperan ser ¡°los lugares m¨¢s seguros del pa¨ªs¡±. Est¨¢n contando los d¨ªas.
La cifra oficial de fallecimientos en residencias contin¨²a sin conocerse. Hasta ahora el Gobierno solo ha facilitado, en el informe del grupo de trabajo sobre la covid en estos centros, el dato hasta el 23 de junio: 20.268 muertes con covid confirmada o con s¨ªntomas compatibles. Si bien se desconoce cu¨¢ntas de ellas corresponden a mayores, sin duda son la mayor¨ªa, los geri¨¢tricos han sido uno de los grandes focos de la pandemia. Sin embargo, no hay m¨¢s informaci¨®n centralizada sobre los decesos, por lo que es preciso recurrir a las autonom¨ªas. Resulta dif¨ªcil comparar los datos. Asturias, Madrid y Castilla y Le¨®n, por ejemplo, no especifican cu¨¢ntos de los fallecidos viv¨ªan en geri¨¢tricos y cu¨¢ntos resid¨ªan en centros de discapacidad. Y en el caso de Madrid ni siquiera puede conocerse la cifra real de decesos porque en sus informes diarios solo recoge las muertes en los propios centros y no las de los usuarios que fallecen en el hospital. Sin embargo, el c¨®mputo global permite calibrar la evoluci¨®n. Desde mediados de noviembre, la ¨²ltima vez que este diario recab¨® cifras, en plena segunda oleada, hasta el 27 de enero ¡ªo la fecha m¨¢s pr¨®xima con cifras actualizadas¡ª, las comunidades han contabilizado 5.224 muertes de internos en residencias sociosanitarias: un 26% de las 19.834 notificadas en el conjunto de la poblaci¨®n.
¡°La Navidad ha pasado factura¡±, asegura Susana Ruiz, miembro de la junta directiva de la Federaci¨®n Lares, patronal que agrupa a unas mil residencias gestionadas por entidades sin ¨¢nimo de lucro. ¡°Pero lo estamos viviendo de forma m¨¢s leve que en la primera oleada, que nos pill¨® sin material de protecci¨®n, sin test y sin conocimiento de c¨®mo funcionaba el virus¡±, a?ade. Y con protocolos que en las comunidades m¨¢s tensionadas restringieron la derivaci¨®n hospitalaria de mayores de residencias. Pero ahora quienes precisan atenci¨®n m¨¦dica del sistema de salud la reciben, seg¨²n insisten en el sector, y se ha ganado en capacidad de diagn¨®stico y en aislamientos.
No hay datos para el conjunto del pa¨ªs, pero comunidades como Asturias plasman en cifras las diferencias entre las oleadas: en la primera, el 32% de los casos confirmados se diagnosticaron en centros sociosanitarios, el 67% de los fallecidos se dieron entre internos de esos centros, y el 34% de los usuarios contagiados fallecieron; en la tercera (del 1 al 25 de enero), son el 4,2% de las infecciones confirmadas, los decesos de residentes suponen el 40% del total, y el 8% de quienes contrajeron el virus murieron.
¡°En enero hemos tenido m¨¢s muertes que en diciembre, tambi¨¦n m¨¢s contagios¡±, explica Andr¨¦s Rueda, portavoz y coordinador del ¨¢mbito de residencias de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. ¡°Cuando el virus entra, sigue siendo demoledor¡±, sostiene. El contagio se expande f¨¢cilmente, contin¨²a, en centros en los que guardar la distancia de seguridad entre los trabajadores y los residentes es imposible. ¡°Aunque pongamos trabas para que el virus entre, una vez que lo hace, es donde va a causar m¨¢s da?o: es muy f¨¢cil que se transmita porque son instituciones cerradas donde viven las personas m¨¢s vulnerables¡±, explica el preventivista Jes¨²s Molina Cabrillana. Por ello preocupan los 13.484 contagios activos, especialmente en regiones como la Comunidad Valenciana, la autonom¨ªa con la mayor incidencia acumulada del pa¨ªs, que acumula casi un tercio de los mismos (4.636).
Los ¨²nicos datos centralizados que facilita el Ministerio de Sanidad corroboran el repunte de positivos en los centros. Cada viernes, el Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) informa sobre los nuevos casos diagnosticados relacionados con brotes. Aunque en las estad¨ªsticas de las autonom¨ªas constan m¨¢s contagios que los recogidos en los documentos del CCAES, estos ¨²ltimos permiten esbozar la evoluci¨®n en residencias de mayores: entre los casos del 18 de diciembre (740 positivos en 56 brotes) y los del pasado 29 de enero (1.735 en 128 brotes) hay un incremento del 134,5%.
¡°Me preocupa que en un nivel de contagio muy elevado, si la situaci¨®n es cr¨ªtica, pueda volver a haber discriminaciones por edad¡±, apunta Jos¨¦ Mar¨ªa Toro, secretario general de la patronal Ceaps, que aglutina a unas 2.000 residencias. Est¨¢ convencido de que la situaci¨®n ir¨¢ mejorando en los centros y de que esta estabilizaci¨®n redundar¨¢ tambi¨¦n en la del pa¨ªs en su conjunto, ya que las cifras de fallecidos bajar¨¢n. Pero a¨²n quedan d¨ªas por delante y cree que no hay tiempo que perder con la vacunaci¨®n.
El epidemi¨®logo Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria, incide tambi¨¦n en que la inmunizaci¨®n en estos es la ¡°clave¡± de esta tercera oleada, dado que la prioridad debe ser siempre proteger a los m¨¢s vulnerables. ¡°Cuando tienes una transmisi¨®n comunitaria tan grande, es muy f¨¢cil que el virus entre en cualquier ¨¢mbito: en casa, en el trabajo, en los colegios y, por lo tanto, en las residencias de ancianos, por mucho que se restrinjan las visitas y salidas¡±, lamenta. En Espa?a, la administraci¨®n de dosis avanzaba mientras repuntaban los contagios. ¡°Este es el desastre. Ten¨ªamos que haber salvado el plan de vacunaci¨®n, no la Navidad¡±, prosigue.
Hay residencias en las que la campa?a ni siquiera ha podido iniciarse porque se ha declarado un brote. En otros centros se han registrado casos tras haber recibido ya la primera inyecci¨®n. All¨ª donde hasta ahora no han tenido infecci¨®n y, por tanto, los residentes carecen de anticuerpos, tienen m¨¢s riesgo de que el virus se expanda. Ignacio Fern¨¢ndez, presidente de la FED, patronal que agrupa a unas 2.000 residencias, reconoce que el ¡°momento es peligroso¡± y que est¨¢n ¡°con el coraz¨®n encogido, para que pasen las semanas a toda velocidad¡± y llegue la segunda dosis.
La campa?a avanza, pero a diferente ritmo entre las comunidades. La mayor¨ªa ha inyectado ya la primera dosis. Madrid lo cifra en el ¡°99% de las residencias¡±. En Canarias y en Murcia explican que ya han administrado las dos dosis, en Extremadura esperan haber terminado el proceso esta semana. En Bizkaia conf¨ªan en que la vacuna est¨¦ generando todos sus efectos ya a finales de febrero, en Navarra terminar¨¢n de inocular la segunda dosis el 12 de febrero.
En esta comunidad informaron la semana pasada de que comienza a remitir el n¨²mero de positivos en los centros de mayores. Seg¨²n datos preliminares recabados en Israel, el primer pinchazo es capaz de bajar la transmisi¨®n del virus. La Generalitat de Catalu?a tambi¨¦n ha indicado que los primeros datos que manejan muestran que una sola dosis reduce a partir de los 10 d¨ªas el riesgo de enfermar y que est¨¢ percibiendo el impacto en las residencias. ¡°A¨²n son muy preliminares, hay que esperar porque no son fruto de una reflexi¨®n cient¨ªfica s¨®lida o ajustada al m¨¦todo¡±, apunta Am¨®s Garc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Vacunolog¨ªa, ¡°pero en principio son indicadores positivos¡±.
As¨ª que Garc¨ªa indica que previsiblemente, si no hay contratiempos y la campa?a avanza, podr¨¢ haber ¡°un peque?o porcentaje que no est¨¦n protegidos pese a la vacuna, pero es m¨ªnimo¡±. Por ello la situaci¨®n se vive ahora con m¨¢s tranquilidad que en los meses previos. Se ve la luz al final del t¨²nel. ¡°Debemos empezar a preparar el siguiente escenario, una vez que todos los centros est¨¦n vacunados y hayan pasado siete d¨ªas desde la segunda dosis¡±, sostiene Jes¨²s Cubero, secretario general de la patronal Aeste, con unos 400 centros. ¡°A partir de primeros de marzo quiz¨¢ ser¨¢n los ¨²nicos centros seguros que tengamos en Espa?a. Sin bajar la guardia, hay que primar el bienestar emocional de los mayores, deben ir abri¨¦ndose las residencias, facilitando visitas¡±, contin¨²a. Para que, por fin, llegue su desescalada.
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