La falta de vacunas enfrenta a la UE con uno de sus sectores estrat¨¦gicos
La Comisi¨®n tropieza con las pr¨¢cticas de las farmac¨¦uticas mientras defiende sus intereses en foros internacionales. Bruselas promete mayor control sobre la producci¨®n
La Uni¨®n Europea vive una crisis sin precedentes con una de sus industrias m¨¢s preciadas. La innovaci¨®n, el valor a?adido y el peso econ¨®mico que aporta el sector farmac¨¦utico han llevado a Bruselas a dispensarle siempre el trato de estrat¨¦gico. Es habitual, por ejemplo, que la UE defienda en los foros internacionales posiciones coincidentes con las del sector. La ¨²ltima vez, el pasado jueves, cuando Bruselas se aline¨® en la Organizaci¨®...
La Uni¨®n Europea vive una crisis sin precedentes con una de sus industrias m¨¢s preciadas. La innovaci¨®n, el valor a?adido y el peso econ¨®mico que aporta el sector farmac¨¦utico han llevado a Bruselas a dispensarle siempre el trato de estrat¨¦gico. Es habitual, por ejemplo, que la UE defienda en los foros internacionales posiciones coincidentes con las del sector. La ¨²ltima vez, el pasado jueves, cuando Bruselas se aline¨® en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) con Estados Unidos y el Reino Unido contra la petici¨®n de la India y Sud¨¢frica de suspender las patentes vinculadas al coronavirus. El argumento es que hacerlo ¡°desincentivar¨ªa las inversiones y la innovaci¨®n¡±.
Los recientes anuncios de Pfizer y AstraZeneca de retrasar y reducir las entregas de vacunas cayeron as¨ª como un oc¨¦ano de agua fr¨ªa sobre los l¨ªderes europeos. Tras d¨¦cadas de colaboraci¨®n, cientos de millones de euros adelantados y compromisos de compra por m¨¢s de 1.300 millones de dosis, el sentimiento era de enfado, pero tambi¨¦n ten¨ªa un regusto amargo de traici¨®n.
¡°La UE est¨¢ experimentando de primera mano el error de confiar en las farmac¨¦uticas el desarrollo de las vacunas¡±, sostiene Zain Rizvi, investigador de Public Citizen, organizaci¨®n especializada en derechos de los ciudadanos. ¡°Estas son las consecuencias de los monopolios que dan las patentes en plena pandemia, cuando lo necesario es compartir conocimiento y producir al m¨¢ximo¡±.
Las patentes, el derecho de las farmac¨¦uticas de vender sus productos en exclusiva durante a?os ¡ªde 10 a 20, seg¨²n el caso¡ª, han sido motivo de controversia desde el desarrollo de los antirretrovirales. Vistas por algunos como un obst¨¢culo para que los f¨¢rmacos lleguen a quien los necesita, para otros son motor de progreso. ¡°No es factible un mundo sin ellas. El incentivo para innovar te lo da la patente¡±, defiende Guillem L¨®pez-Casasnovas, director del Centro de Investigaci¨®n en Econom¨ªa y Salud de la Universidad Pompeu Fabra. Este experto aboga por f¨®rmulas como las subastas de patentes, que permitan al sector p¨²blico adquirir aquellas que considere de inter¨¦s.
Beatriz Gonz¨¢lez L¨®pez-Valc¨¢rcel, catedr¨¢tica de Econom¨ªa, ve el sistema ¡°imperfecto, con sus parches, pero el ser humano no ha descubierto nada mejor que haga compatible incentivar la innovaci¨®n, la inversi¨®n en I+D y conseguir bienes globales, que es lo que ocurre cuando expiran y cualquiera puede fabricar el medicamento a precios muy bajos¡±.
Las licencias obligatorias son uno de estos parches. Es un mecanismo regulado y com¨²n, que permite a un pa¨ªs saltarse una patente ¡ªindemnizando al titular¡ª si se enfrenta a una crisis grave. La exenci¨®n de patentes solicitada por la India y Sud¨¢frica supone un escal¨®n m¨¢s. ¡°Lo que argumentan es que hay problemas de acceso a vacunas, tratamientos, pruebas diagn¨®sticas... En esta situaci¨®n, no es viable hacer licencias obligatorias caso a caso, as¨ª que es necesaria una exenci¨®n hasta que acabe la pandemia¡±, expone Irene Bernal, investigadora de No Es Sano, que aboga por el acceso universal a los f¨¢rmacos.
Un tercer nivel ser¨ªa la plataforma internacional Covax, impulsada entre otros por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), que suministrar¨¢ 337 millones de dosis a 140 pa¨ªses, gran parte de ellas a bajo coste.
Lo novedoso de la situaci¨®n actual es que los problemas de acceso han llegado a una Europa acostumbrada a mirar de lejos estas carencias y que cre¨ªa asegurado el suministro, lo que explica la virulenta reacci¨®n de la UE. El 29 de enero, la Comisi¨®n aprob¨® un mecanismo para vetar la exportaci¨®n de vacunas y evitar su venta en mercados m¨¢s lucrativos. Italia amenaz¨® con llevar a AstraZeneca y a Pfizer a los tribunales, pero el reproche de mayor calado fue el del ministro alem¨¢n de Econom¨ªa, Peter Altmaier, que amenaz¨® al sector con ¡°medidas coercitivas¡± si no aumentaba la producci¨®n. Un aviso de que ni las patentes est¨¢n a salvo, seg¨²n los analistas.
Para Bernal, estas amenazas ayudan a entender algunos de los movimientos de los ¨²ltimos d¨ªas, como los acuerdos de Novartis y Sanofi para producir vacunas para Pfizer: ¡°Son jugadas defensivas, para cubrirse entre las compa?¨ªas del sector, antes de que puedan tomarse decisiones que vayan contra sus intereses¡±.
En una respuesta por escrito, la Comisi¨®n asegura que est¨¢ ¡°en proceso de identificar los cuellos de botella que sufre la industria¡± y que participa activamente en buscar soluciones ¡°a corto y medio plazo¡±. Tambi¨¦n dice que explora incluso ¡°el uso de instalaciones de producci¨®n veterinaria debidamente acondicionadas¡±.
Sobre el sistema de patentes, la Comisi¨®n considera que ¡°con sus controles y contrapesos, no se interpone sino que forma parte de la soluci¨®n¡± para alcanzar el ¡°acceso universal a vacunas, tratamientos y pruebas diagn¨®sticas¡±. Las negociaciones en la OMC siguen abiertas, recuerda la Comisi¨®n, que ve en las reglas de este organismo la flexibilidad necesaria para solventar problemas con la subcontrataci¨®n de la producci¨®n y las licencias obligatorias.
Los expertos consultados se muestran esc¨¦pticos con las explicaciones de la Comisi¨®n y ven dif¨ªcil compatibilizar un control de producci¨®n con ¡°unas estructuras de costes tan opacas que ni siquiera permiten descifrar a qu¨¦ se deben las diferencias de precio entre las vacunas¡±.
Esta opacidad, que contrasta con los miles de millones de fondos p¨²blicos recibidos por la industria, ha hecho chirriar el reparto de poderes en la UE. ¡°Las cl¨¢usulas secretas en los contratos han minado el papel del Parlamento Europeo, que tiene la responsabilidad del control presupuestario de la UE. No estamos hablando de contratos peque?os, sino de miles de millones¡±, alerta Ernest Urtasun, eurodiputado por el grupo de Los Verdes. Seg¨²n las informaciones disponibles, la Comisi¨®n se ha gastado ya cerca de 10.000 millones en vacunas.
Urtasun lamenta que ¡°solo ha sido tras el esc¨¢ndalo con AstraZeneca que hemos tenido la capacidad de empezar a fiscalizar lo hecho por la Comisi¨®n¡±. Las condiciones para hacerlo, una sala de lectura confidencial en la que los eurodiputados entran sin tel¨¦fonos m¨®viles ni bol¨ªgrafos, no tienen parang¨®n con las de ning¨²n otro sector econ¨®mico en las democracias occidentales.
Cl¨¢usulas secretas
L¨®pez-Valc¨¢rcel ve contraproducente que las Administraciones acepten mantener cl¨¢usulas secretas en los contratos: ¡°Con los precios, no tiene sentido. Es falaz pensar que te va bien porque consigues mejores precios que los dem¨¢s. Pero ellos tambi¨¦n lo tienen opaco, as¨ª que no lo puedes saber y el ¨²nico que tiene todas las cartas es la compa?¨ªa, la ¨²nica beneficiada¡±.
Una de las lecciones m¨¢s ilustrativas que ha dejado la crisis es que, tras la escalada de amenazas y medidas adoptadas, la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, acabara por aceptar un recorte del 50% en las entregas de AstraZeneca. Un porcentaje algo superior a la propuesta inicial de la compa?¨ªa, pero muy por debajo de las pretensiones de la UE. ¡°La Comisi¨®n quiz¨¢ pec¨® de ingenua. Estos contratos son muy complejos y si la UE esperaba que la industria cumpliera lo acordado en dosis, como en un pacto de caballeros, ha descubierto que en realidad tiene m¨¢s de Dr. Jeckyl y Mr. Hyde¡±, concluye Gonz¨¢lez L¨®pez-Valc¨¢rcel.
AstraZeneca asegura ¡°compartir la urgencia de poner a disposici¨®n de las autoridades el mayor n¨²mero¡± de dosis, pero defiende que produce ¡°sin af¨¢n de lucro¡± la vacuna para los pa¨ªses ricos hasta que acabe la pandemia y ¡°a perpetuidad¡± para aquellos en desarrollo. Entidades como No Es Sano, sin embargo, alertan de que la opacidad en la estructura de costes impide evaluar estas afirmaciones ante la disparidad de precios con los que AstraZeneca vende la vacuna: menos de tres euros en Europa, cinco en Sud¨¢frica, casi seis en Uganda...
Pfizer, por su parte, asegura que ¡°muchos gobiernos han pedido que los acuerdos sean confidenciales¡± y recuerda que las patentes ¡°han permitido la colaboraci¨®n entre compa?¨ªas innovadoras, gobiernos, universidades y otros socios para acelerar el progreso en nuestras necesidades m¨¦dicas m¨¢s urgentes¡±.
El precedente de la vacuna rVSV-ZEBOV contra el ¨¦bola
Matthew Herder, director del Instituto de Derecho en la Salud de la Universidad de Dalhousie (Canad¨¢), considera que ¡°el sector p¨²blico ha asumido que el desarrollo de los f¨¢rmacos y vacunas solo es cosa del sector privado, y esto es algo que deber¨ªamos estar cuestion¨¢ndonos por el bien de la salud global¡±. Herder investig¨® el azaroso desarrollo de la vacuna contra el ¨¦bola rVSV-ZEBOV, descubierta en laboratorios p¨²blicos canadienses y que a partir de 2010 qued¨® empantanada durante a?os tras ser patentada por una empresa biotecnol¨®gica de EE UU que, pese a los cuantiosos fondos p¨²blicos recibidos, fue incapaz de sacarla adelante hasta que la OMS la rescat¨®. ¡°Los Gobiernos deben apostar por el desarrollo de f¨¢rmacos importantes¡±, concluye.
El economista Guillem L¨®pez-Casasnovas considera sin embargo, que ¡°al sector p¨²blico le falta m¨²sculo para desarrollar ensayos cl¨ªnicos, que hoy suponen buena parte del gasto en el desarrollo de un f¨¢rmaco¡±. Las razones son varias, empezando por la voluntad pol¨ªtica. ¡°Hay pa¨ªses que lo ver¨ªan bien, pero otros piensan que ese no es el papel del sector p¨²blico¡±, dice. Esto impedir¨ªa el acuerdo global necesario para acometer la complejidad del proyecto. ¡°Un ensayo debe cubrir poblaciones distintas y representativas. Las farmac¨¦uticas pueden hacerlos en varios pa¨ªses a la vez, pero desde lo p¨²blico necesitar¨ªas una agencia internacional con poderes para dirigir proyectos en varios pa¨ªses, lo que generar¨ªa recelos. Es muy complejo t¨¦cnica y pol¨ªticamente¡±, a?ade.
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