El mundo consolida el primer retroceso del coronavirus desde que comenz¨® la pandemia
Los diagn¨®sticos se encaminan a la sexta semana de bajada y las muertes a la tercera en lo que ya es una tendencia clara. Los expertos lo achacan a las medidas y la estacionalidad
Hasta hace solo unas semanas la curva del coronavirus en el mundo no paraba de ascender. Con alg¨²n peque?o altibajo, los casos nuevos diarios de abril subieron con respecto a los de marzo; los del verano superaron a los de la primavera y el invierno ha batido todos los r¨¦cords. Pero la direcci¨®n de la curva ha cambiado. Se encamina hacia seis semanas consecutivas de bajada en diagn¨®sticos y tres en muertes en lo que ya no puede considerarse un artefacto estad¨ªstico: se trata de una tendencia clara.
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Hasta hace solo unas semanas la curva del coronavirus en el mundo no paraba de ascender. Con alg¨²n peque?o altibajo, los casos nuevos diarios de abril subieron con respecto a los de marzo; los del verano superaron a los de la primavera y el invierno ha batido todos los r¨¦cords. Pero la direcci¨®n de la curva ha cambiado. Se encamina hacia seis semanas consecutivas de bajada en diagn¨®sticos y tres en muertes en lo que ya no puede considerarse un artefacto estad¨ªstico: se trata de una tendencia clara.
La mala noticia es que, como hemos visto con las curvas en cada pa¨ªs, las ca¨ªdas no son definitivas. Hasta esta ¨²ltima ola, hablando del virus, todo lo que baja acaba subiendo. Y esto, en opini¨®n de los expertos consultados, es lo que le pasar¨¢ probablemente al mundo tras la bajada de lo que, sumando todos los datos globales, podr¨ªa parecer una ¨²nica ola enorme de lento avance que ahora se retira r¨¢pidamente.
Pero referirse a olas cuando se habla de las tendencias globales no tiene mucho sentido, como apunta Daniel L¨®pez Acu?a, que fue director de emergencias de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). ¡°Cuando sumas las oscilaciones de muchos pa¨ªses, las bajadas de unos se solapan con las subidas de otros y en el sumatorio, en un gr¨¢fico, se aplanan las tendencias. El virus se mueve por ondas, como hemos visto en todos los pa¨ªses, que suben y bajan en funci¨®n sobre todo de las medidas que estamos aplicando¡±, se?ala.
Lo que es indiscutible es que este sumatorio es cada vez menor. Seg¨²n las cifras de la OMS, la pandemia toc¨® techo la semana del 4 de enero, con m¨¢s de cinco millones de positivos nuevos. La semana pasada, la ¨²ltima para la que hay datos consolidados, esta cifra baj¨® a casi la mitad: 2,7 millones de los 110 millones de diagn¨®sticos que suma ya la pandemia. Y esta seguir¨¢ bajando, a buen seguro. La tendencia de las muertes es similar, pero va con retraso: se instal¨® en una meseta en abril de 2020, que se mantuvo m¨¢s o menos estable hasta octubre. Con el invierno del norte se dispararon los fallecimientos, que alcanzaron su m¨¢ximo en la ¨²ltima semana de enero: m¨¢s de 98.000 nuevos. La semana pasada fueron 82.538 y suman casi 2,5 millones desde el inicio de la crisis.
Las razones para esta bajada pueden ser varias. Una de ellas es que en esta representaci¨®n tienen m¨¢s peso los pa¨ªses que m¨¢s test hacen: poco se sabe de la verdadera magnitud de la covid en ?frica, por ejemplo. Todos los datos expuestos, siempre de la OMS, son de los diagn¨®sticos confirmados, que no de los contagios reales, que est¨¢n muy por encima incluso en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, sobre todo en los primeros compases, cuando no hab¨ªa pruebas suficientes. Y en los Estados con m¨¢s capacidad diagn¨®stica la epidemia est¨¢ en una fase de bajada tras las Navidades. De entre ellos, dos de los que tienen m¨¢s volumen total de casos, Estados Unidos y el Reino Unido, est¨¢n teniendo notables ca¨ªdas. ¡°Est¨¢n tirando muy fuertemente hacia abajo en las estad¨ªsticas mundiales¡±, apunta Elvis Garc¨ªa, doctor en epidemiolog¨ªa por la Universidad de Harvard. Esto, sumado a la fuerte bajada en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, se refleja claramente en la curva global. La tendencia en Latinoam¨¦rica, ?frica y Asia tambi¨¦n es bajista, pero con una ca¨ªda mucho m¨¢s suave y sin aportar nunca tantos positivos. En el caso de este ¨²ltimo continente el descenso comenz¨® a principios de diciembre.
Aunque los dos pa¨ªses de m¨¢s bajada (Estados Unidos y el Reino Unido) son tambi¨¦n dos de los m¨¢s aventajados en la vacunaci¨®n de su poblaci¨®n, los expertos creen que su efecto es todav¨ªa marginal en la ca¨ªda de la pandemia. Antonio Trujillo, profesor de Salud P¨²blica en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, explica que puede haber un componente estacional: ¡°Esper¨¢bamos que cuando llegara el invierno en el norte los casos subir¨ªan. No solo porque hay m¨¢s reuniones en interiores, donde se pueden producir m¨¢s contagios, sino por la naturaleza del virus y la experiencia que hemos tenido con ¨¦l despu¨¦s de un a?o¡±.
Teniendo en cuenta que la bajada en Estados Unidos, en t¨¦rminos absolutos, es la mayor del mundo, Trujillo pone ¨¦nfasis en los cambios que ha habido en este pa¨ªs en las ¨²ltimas semanas: ¡°Las nuevas variantes est¨¢n haciendo que la gente tome m¨¢s conciencia y se proteja m¨¢s. El uso de las mascarillas ha subido y el crecimiento tan potente de casos entre finales de oto?o y principios del invierno sirvi¨® para que la sociedad se tomara m¨¢s en serio las medidas. Todo esto puede verse adem¨¢s influido por un cambio pol¨ªtico que ha puesto m¨¢s ¨¦nfasis en la lucha contra el virus¡±. Por ¨²ltimo, este experto suma otro componente que puede estar empezando a notarse: la inmunidad de la poblaci¨®n adquirida por los contagios.
El ¡®incendio¡¯ sigue
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, considera que la ca¨ªda mundial ¡°demuestra que las sencillas medidas de salud p¨²blica funcionan, incluso en presencia de variantes¡±. En una comparecencia el pasado 15 de febrero, se?al¨® que lo importante ahora es mantener la tendencia: ¡°El incendio no est¨¢ apagado, pero hemos reducido su tama?o. Si lo abandonamos en alg¨²n frente, se reavivar¨¢ con furia. Cada d¨ªa que pasa con menos infecciones significa vidas salvadas, sufrimientos evitados y el aligeramiento, tan solo un poco, de la carga sobre los sistemas de salud. Y hoy tenemos a¨²n m¨¢s razones para tener la esperanza de poder controlar la pandemia¡±.
La curva puede cambiar de direcci¨®n en cualquier momento. ¡°Estamos en un momento en el que tenemos que aprovechar para prepararnos para siguientes olas¡±, se?ala L¨®pez Acu?a, quien incide en mantener las medidas que hay para retrasar en todo lo posible la subida, que en Espa?a ser¨ªa la cuarta ola. Cuanto m¨¢s se demore, m¨¢s poblaci¨®n vulnerable habr¨¢ vacunada y menos vidas se cobrar¨¢. Es dif¨ªcil que esto se produzca a tiempo a los pa¨ªses de ingresos medios o bajos. Incluso entre los m¨¢s ricos de Latinoam¨¦rica, como Argentina y Chile, el invierno que llega puede hacer todav¨ªa mucho da?o, en opini¨®n de Trujillo.
Las nuevas variantes del coronavirus, adem¨¢s, aconsejan prudencia. ¡°Si levantamos el pie con las restricciones se pueden propagar r¨¢pidamente¡±, advierte Elvis Garc¨ªa. Las evidencias actuales muestran que la variante brit¨¢nica es m¨¢s contagiosa que las dem¨¢s y que la sudafricana y la brasile?a pueden responder peor a las vacunas. Todo esto, a?adido a la incertidumbre en otras zonas del mundo, impide cantar victoria. La pandemia, en mayor o menor medida, nos acompa?ar¨¢ a buen seguro durante todo este a?o.
El reto de la vacunaci¨®n global y los an¨¢lisis gen¨¦ticos
Quien tuviera dudas sobre el tino de la frase de ¡°hasta que no estemos todos a salvo, nadie estar¨¢ a salvo¡±, probablemente las habr¨¢ disipado con la aparici¨®n de nuevas variantes. Por mucho que los habitantes de un pa¨ªs o una regi¨®n est¨¦n vacunados, si el coronavirus sigue expandi¨¦ndose aumentan las probabilidades de que una mutaci¨®n ponga en peligro la inmunidad o agrave la covid. Las siguientes olas de la pandemia en el mundo desarrollado probablemente no ser¨¢n tan dolorosas como las previas gracias a las vacunas, pero su eficacia corre peligro. Antonio Trujillo, de la Johns Hopkins, insiste en que los pa¨ªses desarrollados deber¨ªan tener su mirada puesta en garantizar el acceso a las inmunizaciones en todo el mundo y a mejorar la capacidad del an¨¢lisis gen¨¦tico. ¡°Como el virus muta r¨¢pidamente, solo vamos a poder controlarlo si fortalecemos los sistemas de epidemiolog¨ªa gen¨¦tica y analizamos un buen n¨²mero de muestras como para saber hacia d¨®nde evoluciona¡±, subraya.
En la primera reuni¨®n de los l¨ªderes del G7 con el presidente estadounidense, Joe Biden, el pasado viernes, los pa¨ªses ricos se comprometieron a duplicar los fondos destinados a la vacunaci¨®n en los de ingresos bajos y medios hasta un total de 7.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 6.189 millones de euros). Pero lo cierto es que las dosis no llegar¨¢n de forma masiva a los pa¨ªses m¨¢s pobres hasta que la mayor¨ªa de los ciudadanos de los ricos se hayan inmunizado.