Esencias y novedades de la nueva edici¨®n del ¡®Libro de estilo¡¯ de EL PA?S
La vigesimotercera reimpresi¨®n, que entra en vigor este domingo, incluye normas sobre violencia machista y sexismo. Y fija que se escriban ¡°internet¡± y ¡°jueza¡±
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La vigesimotercera reimpresi¨®n del Libro de estilo de EL PA?S incorpora algunos cambios, pero tambi¨¦n mantiene los principios que alientan el trabajo del diario desde 1976. Esta actualizaci¨®n entra en vigor este domingo, si bien el libro impreso se distribuir¨¢ a los puntos de venta en primavera, editado por Aguilar. Como la edici¨®n anterior (2014), la obra recoge normas espec¨ªficas sobre v¨ªdeo y otros soportes digitales.
Las novedades son en s¨ªntesis las siguientes:
Violencia machista. El nuevo texto se?ala que ha de extremarse el cuidado en estas informaciones para no a?adir dolor innecesario a las v¨ªctimas (en el lenguaje t¨¦cnico, ¡°no revictimizarlas¡±). Esos hechos no se deben abordar como cualquier otro suceso, y su elaboraci¨®n requiere de contexto y datos que permitan pasar del caso concreto al problema general. La acci¨®n verbal debe recaer en el autor del crimen, no en la v¨ªctima (un var¨®n asesina a una mujer, y no una mujer es asesinada por un var¨®n); y no se consideran interesantes las opiniones de los vecinos y conocidos que, por falta de informaci¨®n, tienden a presentar la situaci¨®n previa como algo normal.
Adem¨¢s de otras cuestiones y consejos, se proh¨ªbe la expresi¨®n ¡°crimen pasional¡±, y los periodistas cuidar¨¢n asimismo de no esparcir sospechas sobre posibles detonantes de la agresi¨®n violenta que puedan tomarse como justificaci¨®n o disculpa: ¡°Hab¨ªa bebido¡±, ¡°iba sola¡±, ¡°llevaba una falda ajustada¡±¡ Tambi¨¦n se procurar¨¢ hacer un seguimiento de este tipo de asesinatos, a fin de no transmitir mediante el silencio una idea de impunidad.
Sexismo en el lenguaje. El manual recomienda revisar los textos con una perspectiva igualitaria, y marca una serie de criterios al respecto. Entre ellos figura que se habr¨¢n de evitar las asimetr¨ªas en el lenguaje y en los contenidos; as¨ª como describir la ropa que viste una mujer cuando en un contexto similar no se har¨ªa lo mismo con la de un hombre.
Aunque no se asumen las duplicaciones de g¨¦nero tan presentes en el lenguaje p¨²blico, se recomienda eludir el uso abusivo de la palabra ¡°hombre¡± (¡°el hombre llegar¨¢ alg¨²n d¨ªa a Marte¡±, ¡°los derechos del hombre¡±¡) para sustituirla por opciones como ¡°la humanidad¡±, ¡°la gente¡±, ¡°los seres humanos¡±, ¡°la persona¡±, ¡°las personas¡± y otras similares.
El vocabulario del manual recoge adem¨¢s algunos consejos sobre vocablos como ¡°gestaci¨®n subrogada¡±, ¡°vientre de alquiler¡±, ¡°l¨ªo de faldas¡±¡ y otros t¨¦rminos y locuciones con los que se puede incurrir en sexismo.
El g¨¦nero gramatical. Una novedad de esta edici¨®n consiste en que se usar¨¢n las formas ¡°jueza¡± y ¡°juezas¡±, ¡°concejala¡± y ¡°concejalas¡± para los femeninos de ¡°juez¡± y ¡°concejal¡±; si bien los colaboradores que publiquen art¨ªculos de opini¨®n quedan exentos de esta norma, pues las academias consideran igualmente v¨¢lidas las alternativas ¡°la juez¡± y ¡°las jueces¡±, que ofrecen la misma informaci¨®n que ¡°la jueza¡± y ¡°las juezas¡±.
Se trata, en cualquier caso, de dos excepciones. Esa adici¨®n de un morfema femenino en palabras que terminan en consonante y que tradicionalmente han carecido de ¨¦l en espa?ol no se extiende a otros vocablos (¡°corresponsal¡±, ¡°edil¡±, ¡°fiscal¡±, ¡°alf¨¦rez¡±, ¡°criminal¡±, ¡°m¨¢rtir¡±, ¡°joven¡±¡).
Sin embargo, s¨ª se dar¨¢ flexi¨®n en femenino a los empleos militares terminados en o: ¡°sargenta¡±, ¡°caba¡±, ¡°soldada¡±¡ Y lo mismo ocurrir¨¢ con ¡°capitana¡± (en el l¨¦xico militar se emplea ¡°la capit¨¢n¡±, pese a que en los deportes, por ejemplo, se habla de ¡°la capitana del equipo¡±).
EL PA?S no asume el gen¨¦rico formado sobre el morfema e (¡°ni?es¡±, ¡°periodistes¡±, ¡°amigues¡±¡), y tampoco las palabras formadas con la letra equis o con el s¨ªmbolo de la arroba: ¡°Lxs lectorxs¡±, ¡°l@s lector@s¡±.
Graf¨ªas. La escritura de algunas palabras se modifica. As¨ª, se leer¨¢ a partir de ahora ¡°internet¡±, con min¨²scula. Tambi¨¦n se escribir¨¢n con min¨²sculas los plurales de instituciones (¡°gobiernos¡±, ¡°diputaciones¡±, ¡°ayuntamientos¡±¡), pero no as¨ª su singular.
Adem¨¢s, se ha adoptado la forma ¡°wasap¡± cuando se refiere a un mensaje y no a la marca (WhatsApp).
Entre otros muchos cambios, el grupo neonazi griego que se ha venido denominando en EL PA?S ¡°Aurora Dorada¡± (traducci¨®n m¨¢s correcta del sustantivo griego ayg¨¦, por su referencia a la luz, no tanto al acto de que salga el Sol) pasar¨¢ a llamarse ¡°Amanecer Dorado¡±, opci¨®n que se ha impuesto en los medios en espa?ol. Y el nombre del pueblo musulm¨¢n que habita en Myanmar (antes Birmania) se escribir¨¢ ¡°rohiny¨¢¡±, y no ¡°rohinya¡± ni ¡°rohingya¡± ni ¡°ruaing¨¢¡± como en ocasiones ha aparecido en este y otros medios.
Principios. Igual que en ediciones anteriores, el Libro de estilo recoge los pilares ¨¦ticos de EL PA?S, diario que se define como medio independiente, con vocaci¨®n de europeo y especialmente latinoamericano, defensor de una sociedad igualitaria entre hombres y mujeres.
Se mantienen tambi¨¦n las normas sobre el contraste y la verificaci¨®n de las noticias, la necesaria fe de errores si se ha incurrido en un fallo, la obligaci¨®n de citar fuentes cuando el periodista no haya presenciado los hechos que cuenta, la ineludible consulta a la parte perjudicada por una informaci¨®n y la clara divisi¨®n de los g¨¦neros period¨ªsticos. Esta ¨²ltima idea se concibe como una garant¨ªa para el lector y ocupa un amplio espacio en el libro. Se pretende que EL PA?S se sirva de su tipograf¨ªa para diferenciar cada g¨¦nero y, con ello, la distinta presencia del yo del periodista en ellos: muy escasa en la noticia, pero m¨¢s notable progresivamente en la entrevista, la cr¨®nica, el reportaje, el an¨¢lisis, la cr¨ªtica, la columna, la tribuna y el editorial. El lector tiene derecho a saber ante qu¨¦ grado de subjetividad se halla en cada caso.
El Libro de estilo, que incluye el Estatuto de la Redacci¨®n, se actualiza cada cierto tiempo, pero mantiene las esencias que inspiraron a los fundadores del diario en 1976. En ¨¦l siguen con id¨¦ntica redacci¨®n muchas frases y muchos criterios que salieron de la pluma del primer responsable del manual, Julio Alonso. Lo principal de este contrato con los lectores sigue en vigor desde hace 45 a?os.
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