Dos alumnos denuncian por abusos a un profesor de un colegio de los carmelitas descalzos de Valladolid

El colegio de los carmelitas descalzos de San Juan de la Cruz de Medina del Campo (Valladolid) ha recibido en menos de ocho meses dos denuncias contra el profesor laico A. F. H., de 32 a?os y director tambi¨¦n del coro del colegio, Escolan¨ªa Stella Maris, por abusar sexualmente de dos menores, uno a mediados de 2020 y otro entre 2014 y 2017, cuando era cuidador en el seminario del mismo centro. Las primeras acusaciones tuvieron lugar en julio del a?o pasado. El docente ya no da clase en el colegio. Los hechos, que A. F. H. niega haber cometido, est¨¢n en proceso de instrucci¨®n. Este nuevo caso de posibles abusos en la Iglesia eleva el total de los conocidos en Espa?a a 245, con cerca de 550 v¨ªctimas, seg¨²n la contabilidad que lleva EL PA?S, ante la ausencia de datos oficiales o de la Conferencia Episcopal.

En este caso, el primer menor manifest¨® que el profesor, su tutor e instructor en el coro, hab¨ªa abusado de ¨¦l hasta en dos ocasiones durante el confinamiento. Los padres acudieron al centro y este comunic¨® el caso a la Fiscal¨ªa. D¨ªas m¨¢s tarde, la polic¨ªa detuvo al acusado y lo puso a disposici¨®n judicial. Fue puesto en libertad. Despu¨¦s, el pasado mes de febrero, la polic¨ªa descubri¨® un segundo caso tras arrestar a un joven, precisamente por vender joyas del acusado, que luego denunci¨® haber sufrido abusos del mismo docente desde 2014 a 2017, cuando era alumno en el seminario del centro. Este diario ha contactado con el profesor, pero se ha negado a hacer declaraciones hasta que haya una sentencia.

Las agresiones sexuales que recoge la primera denuncia comenzaron en junio del a?o pasado en el pueblo donde residen los abuelos paternos del menor (El Campillo, Valladolid). El docente se desplaz¨® hasta all¨ª para darle un regalo de cumplea?os al peque?o, de 10 a?os, y presuntamente le convenci¨® para que subiera a su coche. Dentro del veh¨ªculo, A. F. H. supuestamente abus¨® de ¨¦l. El segundo episodio ocurri¨® el 22 de junio en la casa del acusado, durante un encuentro de fin de curso al que fueron varios alumnos con sus padres. El acusado presion¨®, seg¨²n la versi¨®n de la v¨ªctima, para que fuera una hora antes. En ese lapso, el docente condujo al menor a una habitaci¨®n y le agredi¨® sexualmente.

Los padres tambi¨¦n han denunciado a A. F. H. por un delito continuado de grooming infantil, t¨¦cnica de acoso y abuso por Internet com¨²nmente utilizada por pederastas. El acusado, cuando comenz¨® el estado de alarma, se escudaba en su trabajo como profesor para hablar con el alumno v¨ªa WhatsApp (y no por la plataforma oficial de la que dispon¨ªa el colegio). Poco despu¨¦s, los padres afirman que comenzaron a notar que su hijo se comportaba de una forma extra?a a la habitual, menos afectiva y m¨¢s introvertida. La madre pregunt¨® al acusado si ¨¦l apreciaba lo mismo y le confes¨® que estaba pensando en llevar a su hijo a un psic¨®logo. A F. H. se lo desaconsej¨® y se ofreci¨® a apoyar emocionalmente al peque?o. La madre accedi¨® y el profesor comenz¨® a hablar m¨¢s a menudo con el menor por tel¨¦fono.

Los padres, alarmados por las constantes llamadas y mensajes del profesor ¡ªalgunas a medianoche¡ª, le advirtieron de que se limitase a hablar con su hijo durante el horario escolar y por la plataforma de la que dispon¨ªa el colegio. El menor, seg¨²n se desprende de su declaraci¨®n, sufri¨® presiones de A. F. H. para que no contase nada de los abusos, para que siguiera en contacto con ¨¦l y para que evitase que sus padres fueran a hablar con el centro. El menor, arrinconado, comunic¨® a la pareja de su padre el acoso que sufr¨ªa y las agresiones sexuales.

Los padres visitaron al director del colegio, prior de los carmelitas en la localidad y presidente de la Conferencia Espa?ola de Religiosos de Valladolid, Francisco S¨¢nchez Oreja. En su despacho, aseveran los progenitores, les confes¨® que ya se hab¨ªa reunido con A. F. H. para ¡°darle un toque de atenci¨®n porque ten¨ªa un comportamiento demasiado afectuoso con los menores¡±. S¨¢nchez Oreja lo niega en declaraciones a este diario: ¡°Si yo hubiera tenido informaci¨®n de alg¨²n asunto serio, hubiera actuado del mismo modo que actu¨¦ [cuando recib¨ª la denuncia de abusos]¡±.

La contabilidad de casos en Espa?a de EL PA?S: 243 desde 1986

EL PA?S contabiliza por primera vez los casos de abusos conocidos, lo que incluye sentencias, investigaciones period¨ªsticas y denuncias p¨²blicas que hayan destapado los posibles delitos de un religioso espa?ol.

Tras la reuni¨®n con el colegio, los padres tambi¨¦n presentaron una denuncia contra A. F. H. y el colegio, este ¨²ltimo como responsable de los presuntos abusos. El 2? Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n de Medina del Campo abri¨® una investigaci¨®n. Durante las pesquisas, la Polic¨ªa registr¨® el domicilio del profesor y requis¨® cuatro m¨®viles, una tableta electr¨®nica y 21 memorias USB. El Grupo de Investigaci¨®n Tecnol¨®gica analiz¨® los dispositivos y contabiliz¨® que el acusado hab¨ªa realizado 143 videollamadas y 893 llamadas telef¨®nicas con el menor durante los meses del confinamiento. Tambi¨¦n encontr¨® una fotograf¨ªa de la v¨ªctima desnuda y numerosos mensajes donde se aprecia ¡°la obsesi¨®n que el adulto ten¨ªa por el menor¡±. Sobre el an¨¢lisis de los mensajes entre docente y alumno, las autoridades afirman que de ellos ¡°se desprende que el acusado tem¨ªa ser descubierto¡±, que utilizaba un lenguaje impropio y que, durante las semanas que los padres intentaron cortar la comunicaci¨®n, este le propon¨ªa al menor v¨ªas alternativas, como el uso de otras redes sociales (algunas referentes a chats de juegos o misivas que le escond¨ªa en lugares ocultos por varios puntos del pueblo y luego, tras leerlas, le ped¨ªa que las rompiera).

El informe pericial considera cre¨ªble el relato del menor

El informe pericial psicol¨®gico, encargado por la acusaci¨®n y realizado en septiembre de 2020, considera ¡°cre¨ªble¡± las declaraciones del menor y se?ala que la documentaci¨®n aportada (captura de las conversaciones y contenido de los mensajes entre docente y alumno) apoyan ¡°la solidez del relato emitido¡± por el ni?o. Del mismo modo, el documento se?ala que, durante las entrevistas psicol¨®gicas con el peque?o y sus padres, no se han detectado motivaciones ¡°para realizar una falsa acusaci¨®n, ni por parte del menor ni de sus allegados¡±.

Este diario ha contactado con el acusado para conocer su versi¨®n de los hechos, pero se ha negado a hacer declaraciones hasta que haya una sentencia judicial. Por otro lado, la direcci¨®n del centro ha justificado a este diario que han facilitado toda la informaci¨®n que las autoridades le han pedido y que no pueden hacer nada m¨¢s. ¡°Es un asunto ajeno al colegio lo que esta persona hiciera. Ojal¨¢ yo tuviera la soluci¨®n del problema y el poder de salvaguardar la dignidad del peque?o, que es lo que m¨¢s me importa a m¨ª en este momento¡±, ha dicho el director.

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El abogado de la familia ha pedido a la Fiscal¨ªa que llamase a declarar a compa?eros de trabajo del acusado, a la madre de otro alumno que presuntamente el docente intento abusar sin ¨¦xito y el secretario del colegio, pero la autoridad judicial se lo ha denegado. ¡°A nivel procesal, el ministerio fiscal est¨¢ actuando con una gran pasividad. Esto est¨¢ generando mucha tristeza en los familiares de la v¨ªctima¡±, declara el letrado de la acusaci¨®n, Enrique Vilella. La acusaci¨®n tambi¨¦n lamenta que la Fiscal¨ªa no haya acudido acudido a ninguna diligencia de investigaci¨®n, salvo a la prueba preconstituida del menor. Tambi¨¦n ha recurrido la decisi¨®n del juez de no incluir en el procedimiento la otra denuncia, que se present¨® a comienzos de este a?o, contra el acusado.

Invitaba a los internos a beber alcohol en su casa

Meses despu¨¦s de que esta primera familia denunciase a A. F. H., un antiguo alumno del centro fue detenido por la venta de unas joyas que pertenec¨ªan al acusado y que supuestamente le hab¨ªa robado. Durante el interrogatorio, el menor confes¨® que el docente le estaba chantajeando, con unas fotos que ten¨ªa de ¨¦l desnudo, que en realidad le hab¨ªa dado las joyas para que las vendiese y que le estaba inculpando falsamente. En su declaraci¨®n, al que ha tenido acceso este diario, hab¨ªa m¨¢s: aseguraba que entre 2014 y 2017 A. F. M. le hab¨ªa violado cuando estaba interno en el seminario del colegio, cerrado en 2017 y tambi¨¦n gestionado por los Padres Carmelitas Descalzos, donde el docente era, junto a Francisco S¨¢nchez Oreja, el ¨²nico cuidador. El director del colegio afirma que ¡°jam¨¢s¡± recibi¨® quejas sobre el comportamiento del ahora acusado con los menores a los que cuidaba. ¡°Es un profesor que ha sido muy valorado y muy querido por los padres, por la congregaci¨®n y por un servidor¡±, comenta a EL PA?S el prior carmelita.

La versi¨®n de los hechos de la supuesta v¨ªctima apunta a que A. F. H. le invitaba a ¨¦l y a otros internos a su domicilio los fines de semana, donde les ofrec¨ªa alcohol (limoncello y calimocho) y fumar en cachimba ¨Crelato que concuerda con las declaraciones que la Polic¨ªa realiz¨® tambi¨¦n a otros exalumnos que, en alguna ocasi¨®n, acompa?aron al denunciante a la casa del acusado¨C. En uno de estos encuentros, cuando el menor estaba solo, A. F. H. le viol¨®. Durante esos episodios y bajo los efectos del alcohol, siempre seg¨²n su versi¨®n, tambi¨¦n le realiz¨® fotograf¨ªas desnudo. Los abusos sexuales, seg¨²n la denuncia, volvieron a repetirse con una periodicidad de dos veces al mes hasta junio de 2017. El denunciante tambi¨¦n acusa al docente de haberle maltratado f¨ªsicamente durante las violaciones.

La polic¨ªa ha tenido acceso a varias de las conversaciones por WhatsApp entre ambos, seg¨²n aparece en la declaraci¨®n policial, y donde el acusado solicita al menor ¡°que le env¨ªe fotos desnudo tras ducharse, teniendo el denunciante en esa ¨¦poca 15 a?os¡±. En esa correspondencia, afirman las autoridades, el acusado tambi¨¦n le confiesa al joven ¡°que necesita sus besos, sus abrazos y sus masajes¡±.

Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es