Dami¨¢n Montes: ¡°El pecado de la Iglesia ha sido unir sexo y pecado¡±
El sacerdote, cantante y misionero redentorista en un barrio trabajador de Madrid, triunfa con sus v¨ªdeos en TikTok, donde intenta atraer a los j¨®venes al catolicismo usando sus c¨®digos y su lenguaje
El padre Dami¨¢n lleva gafas rollo Harry Potter y flequillo esculpido al bies por la tijera de Widda, una peluquera ¨¢rabe del barrio, que se lo repasa cada dos meses para conservarlo en su justa medida. Nos vemos en su parroquia, la de San Gerardo Mayela, en Aluche, un distrito de emigrantes de ayer y de hoy donde la Iglesia es mucho m¨¢s que un templo. Es media tarde y el colegio, el Gamo Diana, concertado, ha cerrado ya hasta ma?ana. En la oficina parroquial, voluntarios de C¨¢ritas reparten bolsas de alimentos a los m¨¢s necesitados, con cita previa para evitar aglomeraciones: han pasado de atender 43 a 250 familias durante el a?o del virus. En el altar, el padre Mariano, uno de los tres octogenarios con los que vive Dami¨¢n, medio siglo m¨¢s joven, en la vivienda religiosa comunitaria, se prepara para cantar la misa de siete. Mientras, el cura artista atiende a la visita.
?Qu¨¦ hace un chico como usted en un sitio como este?
Tristemente, sigue sorprendiendo en el siglo XXI, que, teni¨¦ndolo todo, un joven decida dedicar su vida a Dios. Pero, en realidad, soy cura por Dios. A los 16 a?os tuve una experiencia muy fuerte. Quise confirmarme y lo que vi en el santuario del Perpetuo Socorro de Granada me ray¨®. Si pensaba que Dios es juez, que castiga, que te manda al infierno, all¨ª encontr¨¦ el del amor, de la misericordia, el que acoge. De los 16 a los 18 fui necesitando m¨¢s de Dios y menos del resto, segu¨ª su camino y aqu¨ª sigo.
?No le llamaron friki sus amigos?
No, pero s¨ª he notado frialdad y falta de comprensi¨®n. Al querer so?ar con una Iglesia diferente, soy criticado desde fuera y desde dentro de la Iglesia. Hay quien no comprende lo que hago, que haya ido a cantar a La Voz, por ejemplo, pero yo tengo la imagen de Jes¨²s comiendo con Zaqueo, o Levi, presuntos pecadores de la ¨¦poca, y yo lo que quiero es parecerme a ¨¦l.
?Huele usted a oveja, como recomendaba el papa Francisco?
Espero que no tan fuerte, en fin, pero ojal¨¢ huela a reba?o, a la gente y a los problemas reales reales de la gente.
?Qu¨¦ atormenta a la gente que escucha en el confesionario?
Te voy a ser sincero. El 75% de personas que viene a la confesi¨®n, vienen con problemas morales.
?Dilemas de conciencia?
Los que m¨¢s me sorprenden son quienes confiesan supuestos pecados de tipo afectivo y sexual. Es incre¨ªble: tantas personas adultas arrastrando ese peso. Y esa es una cr¨ªtica que me hago a m¨ª y a la instituci¨®n: ?qu¨¦ conciencia hemos generado para que a la gente le genere arrepentimiento eso, y no el robar o el mentir o abusar?
Algo habr¨¢n hecho ustedes.
Creo que unir sexo y pecado ha sido el pecado de la Iglesia. El sexo necesita sentido, estoy convencido, pero no puede ser algo que nos encierre en un tormento constante.
Igual tendr¨ªa que confesarse tambi¨¦n el obispo de Alcal¨¢, que insinu¨® un Viernes Santo que los gais hallar¨¢n el infierno.
Bueno, la confesi¨®n nos pilla a todos. El Papa tambi¨¦n se confiesa, todos somos limitados. A veces, el silencio en algunos temas construye m¨¢s que separa.
?Bendecir¨ªa una uni¨®n de personas del mismo sexo?
Yo les dir¨ªa que Dios les bendice. Que Dios bendice su vida y que les sigue amando. Por supuesto, a cada uno de ellos o de ellas les bendecir¨ªa.
Hablo de su uni¨®n. El Vaticano ha dictaminado que no puede bendecir una uni¨®n que ¡°es pecado¡±.
Estas palabras han sorprendido mucho a personas homosexuales creyentes. De nuevo se les vuelve a llamar pecadores y se les coloca en una situaci¨®n de pecado objetiva. Hay debates muy intensos en el seno de la Iglesia. Un cardenal redentorista junto a unos 20 obispos han elaborado un documento diciendo expl¨ªcitamente ¡°Dios est¨¢ con vosotros¡± a las personas LGTBI. Esto est¨¢ pasando tambi¨¦n en la Iglesia de hoy. Creo que Dios y el Esp¨ªritu Santo saben c¨®mo ir renovando su Iglesia sin generar cismas.
?A?adir¨ªa pecados a la lista?
La lista de pecados es tan amplia y est¨¢n tan bien recogidos que quiero que desaparezcan, no que sigamos a?adiendo.
?Y usted, cu¨¢les confiesa?
Me confieso cada dos meses, hago mi examen de conciencia, pero lo que s¨ª tengo claro es que no me centro en los pecados que antes he mencionado.
Claro: usted es casto y c¨¦libe.
Bueno, se supone. Pero el ser humano es sexuado, y yo, como var¨®n, soy sexuado y vivo mi sexualidad dentro de mi vocaci¨®n religiosa en castidad y celibato. Tengo que lidiar con eso.
?La castidad es una c¨¢rcel?
No. S¨¦ que es dif¨ªcil de comprender. Pero en mi caso, ha sido acogida libremente y me ha descubierto miles de puertas. Vivir en comunidad, por ejemplo. Que lo que poseo sea de todos. Eso es un trabajo interior de a?os. Con el voto de castidad, que hice a los 21 a?os, decid¨ª no amar a una persona para intentar amar a todas.
?Le averg¨¹enza la pederastia?
Much¨ªsimo. Es una raz¨®n objetiva de alejamiento de muchos en su fe. Se han sentido defraudados, maltratados, por su madre, que era la Iglesia. En esto estoy con el Papa, tolerancia cero.
?Le gusta Taburete? Lo digo por su flequillaco.
Pues mira, mi anterior destino fue el barrio de Chamber¨ª, y ah¨ª aprend¨ª a escuchar Taburete. Y ahora, en Aluche, me toca aprender a escuchar bachata. Es parte de la pluralidad del mundo y me puede enriquecer como persona.
?Apoya que la asociaci¨®n de Abogados Cristianos se querellara contra Willy Toledo por cagarse en Dios en su Facebook?
Para m¨ª una blasfemia es meter a Dios donde no le corresponde. Pero, sin d¨¢rmelas de santo, intento parecerme a Jes¨²s. Y Jes¨²s nunca se escandalizaba. Su acercamiento, si cree que debe cambiar el coraz¨®n de otro, lo hace tocando, acariciando, escuchando a la gente. Yo quiero ser esa persona, no s¨¦ si me explico.
?TikTok es tierra de misi¨®n y usted su profeta?
Tierra de misi¨®n es todo espacio que se haya olvidado de Dios, o que no lo conozca, entonces, trato de estar presente en medio del mundo, y TikTok es el mundo.
?Lleva siempre alzacuellos?
Solo cuando salgo en los medios, o en las redes. Es una forma sana de provocaci¨®n: si ves a un cura, te entra curiosidad, y, si me escuchas, igual te atrae lo que oyes y quieres conocer m¨¢s.
?Se puede repescar un alma?
No me gusta el concepto de pescar almas. He o¨ªdo tanto lo de captar a gente para el seminario... Yo no me sent¨ª pescado, quise entrar en la red. Creo que la Iglesia crecer¨¢ por atracci¨®n, no por proselitismo. Por decir: me gusta lo que hace este t¨ªo, est¨¢ religiosa. Le veo sentido, quiero pertenecer a eso.
?Ha tenido crisis de fe?
No s¨¦ si llamarlo as¨ª. Pero he tenido momentos de tener que parar y dejarme acompa?ar por personas con fe s¨®lida y preguntarme ?por qu¨¦ estoy aqu¨ª? Entonces me acuerdo de por qu¨¦ entr¨¦ aqu¨ª, repaso mis diarios de entonces, de mi estancia en la India, de lo que he visto y he sentido, y aqu¨ª sigo. Soy muy feliz.
?Tiene plan B?
No, me dejo llevar por la vida y dejarme sorprender por Dios.
TIKTOK Y AM?N
Dami¨¢n Montes (Granada, 34 a?os) quer¨ªa ser cantante y actor, pero se le apareci¨® Dios siendo adolescente y decidi¨® servirle sirviendo al pr¨®jimo. Hijo de su tiempo, considera la tele y las redes tierra de misi¨®n. Por eso, y porque la vocaci¨®n art¨ªstica sigue latiendo en su seno, se present¨® al concurso 'La Voz' y en su cuenta de TikTok, seguida por miles de personas, canta y predica sin predicar usando los c¨®digos juveniles que conoce de cerca, dada su condici¨®n de profesor de Religi¨®n de ni?os y j¨®venes en un colegio de su congregaci¨®n, los Misioneros Redentoristas. Los "700 y pico" euros que ingresa como religioso y los "300" que le reporta su faceta de docente a tiempo parcial van directos a su comunidad, una "comuna de curas", como ¨¦l mismo califica a su convivencia con otros tres misioneros octogenarios. ?Qu¨¦ hace cuando se agobia, porque se agobiar¨¢ alguna vez?, le pregunto. "Bajo al sal¨®n de actos y canto a gritos", responde. Bendito sea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.