La f¨®rmula valenciana para el bajo riesgo de contagio: las restricciones, el rastreo y el miedo

La Comunidad Valenciana lleva desde el pasado 15 de marzo con la incidencia m¨¢s baja del coronavirus en Espa?a. Este viernes, con 32 casos por 100.000 habitantes en los ¨²ltimos 14 d¨ªas (la media nacional es de 166), y 15 hospitales p¨²blicos con una o ninguna persona en estado cr¨ªtico, es uno de los territorios con menos afectados de Europa. Trat¨¢ndose de una autonom¨ªa tur¨ªstica y con ¨¢reas metropolitanas densamente pobladas en torno a Valencia y Alicante-Elche, se podr¨ªa emplear la socorrida expresi¨®n del milagro valenciano. Sobre todo si se recuerda que, entre enero y febrero, era el territorio m¨¢s afectado por la covid-19 de toda Espa?a a pesar de haber cerrado sus fronteras. M¨¢s de la mitad de sus 7.352 muertes acumuladas desde el estallido de la pandemia se produjeron en las funestas semanas posteriores a unas Navidades negras, en las que los contactos sociales en interiores se multiplicaron y descontrolaron.

Adem¨¢s, el bajo n¨²mero de inmunizados por no haber pasado la enfermedad (las vacunas a¨²n no hab¨ªan hecho efecto) actu¨® como combustible para la extensi¨®n del virus. Los d¨ªas 25 y 31 de enero est¨¢n marcados en negro en el calendario de la subdirectora de Epidemiolog¨ªa de la Generalitat, Hermelinda Vanaclocha. Sumaron el mayor n¨²mero de ingresos hospitalarios de agudos y cr¨ªticos. Lleg¨® a haber 670 enfermos en las UCI, hoy son 35.

No hay milagro, sino una combinaci¨®n de factores muy terrenales. Y el miedo es uno de ellos, seg¨²n los expertos consultados. La tercera ola que golpe¨® brutalmente a los valencianos es muy reciente. La gente la tiene muy presente. ¡°Se ha generado una cultura del riesgo. La enfermedad se hizo real. Muri¨® un vecino del pueblo, alguien cercano estuvo meses en un hospital¡­ Y la gente tom¨® medidas¡±, se?ala Salvador Peir¨®, epidemi¨®logo y jefe de Investigaci¨®n de Fisabio (Fundaci¨®n para el Fomento de la Investigaci¨®n Sanitaria y Biom¨¦dica) de la Generalitat. Tambi¨¦n el jefe de enfermedades infecciosas del Hospital de Vall d¡¯Hebr¨®n de Barcelona, Benito Almirante, incide en la importancia de esa ¡°mentalizaci¨®n¡± de las personas ante ¡°el peligro evidente¡± de la enfermedad. ¡°Hemos aprendido mucho de lo sucedido en enero y febrero porque todo el mundo ten¨ªa cerca o conoc¨ªa a alguien hospitalizado con covid¡±, confirma Vanaclocha.

Otro factor clave han sido las restricciones. El 20 de enero, la Comunidad Valenciana promulg¨® las medidas m¨¢s estrictas del Estado. Los bares y restaurantes permanecieron 40 d¨ªas cerrados y solo empezaron a abrir el 1 de marzo hasta las seis de la tarde para atender al 70% de sus terrazas. ¡°El shock que produjeron las Navidades en la poblaci¨®n y en las autoridades pol¨ªticas ha tenido sus efectos. Y es fundamental la desescalada muy lenta que se est¨¢ realizando, paso a paso, despu¨¦s de un an¨¢lisis epidemiol¨®gico serio, y con un objetivo a largo plazo¡±, apunta Ildefonso Hern¨¢ndez, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche y miembro del comit¨¦ de expertos que asesora a la Generalitat, al igual que Peir¨®.

¡°Adoptamos severas restricciones, sobre todo en bares y restaurantes, donde est¨¢ demostrado cient¨ªficamente que es donde nos juntamos y nos relacionamos sin estar protegidos permanentemente con la mascarilla¡±, comenta Vanaclocha. Ella considera que esta es la diferencia fundamental con la gesti¨®n en otros territorios. ¡°Hemos estado mucho tiempo en el que, excepto ir a trabajar o al colegio, no se pod¨ªa hacer nada m¨¢s¡±, concluye. A¨²n hoy se mantiene el toque de queda desde la medianoche a las seis de la ma?ana.

¡°La Comunidad Valenciana lo est¨¢ haciendo muy bien en t¨¦rminos de restricciones y ha aguantado las tensiones l¨®gicas de determinados sectores. Parte de una buena situaci¨®n, pero hay que ser prudentes ahora al ser receptora de turismo masivo tanto espa?ol como potencialmente extranjero¡±, afirma Alberto Lafuente, gerente del Servicio Riojano de Salud. ¡°Cabe preguntarse cu¨¢nto tiempo las personas pueden seguir estas medidas restrictivas. Me sorprende que contin¨²e el toque de queda donde menos se justifica en Espa?a. Se pueden evitar las aglomeraciones de la noche de otra manera¡±, a?ade Almirante.

Salvador Peir¨® incide en un tercer factor clave: los rastreadores. Una vez superado el contagio comunitario masivo de las Navidades, cuando el trabajo era pr¨¢cticamente en balde, los 2.093 rastreadores de la Generalitat (el mayor contingente de Espa?a) han vuelto a poder localizar y aislar r¨¢pidamente los brotes en una estrategia que prima el rastreo y las pruebas selectivas sobre los test masivos.

Las autoridades y las campa?as tambi¨¦n han hecho mucho hincapi¨¦ en la importancia de la ventilaci¨®n natural y cruzada. Una medida fundamental ahora que empiezan a llegar a partir de este fin de semana turistas y propietarios de segundas residencias. Los expertos consideran que la vacunaci¨®n (2.144.330 dosis administradas y m¨¢s de 680.000 pautas completas) supondr¨¢ un freno crucial para la transmisi¨®n y no habr¨¢ tantos casos graves, al ser la mayor¨ªa de los contagiados m¨¢s j¨®venes, pero todos, sin excepci¨®n, llaman a la prudencia.

El presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, se reuni¨® esta semana con alcaldes de municipios tur¨ªsticos y asegur¨® que todos son bienvenidos, pero se han de cumplir las restricciones decretadas. Se ha activado un fuerte despliegue policial por todo el territorio para el fin de semana. Diana Morant, alcaldesa de Gandia, poblaci¨®n del litoral valenciano muy visitada por madrile?os, vascos y castellano-manchegos, lanza un mensaje de serenidad. ¡°Somos una de las regiones europeas con una incidencia m¨¢s baja y sostenida en el tiempo porque hemos tomado decisiones dif¨ªciles y nos hemos sacrificado ciudadanos y sectores productivos. Y el turismo busca muchas veces d¨®nde ir de vacaciones en funci¨®n del mapa sanitario y de la seguridad, as¨ª que hay que seguir haciendo bien las cosas¡±, concluye.