Poner el foco en el agresor y otras reflexiones tras seis asesinatos machistas
En una semana, cinco mujeres y un ni?o perdieron la vida a manos de maltratadores. Se investiga otro caso de este s¨¢bado. Espa?a tiene una potente ley contra la violencia de g¨¦nero, pero hay herramientas infrautilizadas
Luc¨ªa Dotto lleva en la foto una chaqueta gris, cadena de oro, los labios discretamente pintados. ¡°Lujo es que regreses a un hotel y te reconozcan¡±, le dijo al redactor esta mujer, directora de una cadena de hoteles de lujo para Espa?a y Portugal nacida en Santos (Brasil). Fue el titular de la entrevista. En una imagen de la publicaci¨®n de Cinco D¨ªas en 2017, sonr¨ªe en un sof¨¢, mirando a c¨¢mara. Parec¨ªa satisfecha. El pasado martes 18 de mayo su hijo mayor, de 13 a?os, encontr¨® su cad¨¢ver en la casa al volver del instituto. Su marido la mat¨® y despu¨¦s se suicid¨®. Dotto, de 42 a?os, es una de las cinco mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en la semana del 17 al 23 de mayo. Uno de los agresores, que fue detenido, mat¨® tambi¨¦n al peque?o Mohamed, de solo siete a?os. Y se encendieron las alarmas. El Ministerio de Igualdad ha prometido hacer un diagn¨®stico de urgencia para ver qu¨¦ est¨¢ fallando: ¡°Aunque nuestro pa¨ªs cuenta con herramientas muy potentes y muy ¨²tiles, no hemos llegado a tiempo¡±, admiti¨® el jueves la ministra Irene Montero. Buscan detectar cu¨¢les son las lagunas que impiden frenar la lista de asesinadas en un pa¨ªs con una de las leyes contra la violencia de g¨¦nero m¨¢s avanzadas del mundo, aprobada hace ya 17 a?os. Lanzar un mensaje para que ellas conf¨ªen en el sistema aunque todav¨ªa muchas ni siquiera dan la voz de alarma.
Dotto, la directora de hoteles de lujo, nunca hab¨ªa denunciado. Tampoco Betty Arteaga, dependienta de 52 a?os, a la que encontraron en un piso en Creixell (Tarragona) donde su pareja la mat¨® para despu¨¦s suicidarse. Ni Mar¨ªa Teresa Aladro, de 48, que trabajaba en una residencia y se acababa de separar de su marido en Asturias. Ni, seg¨²n los primeros indicios, lo hab¨ªa hecho la mujer asesinada este s¨¢bado en Alovera (Guadalajara), un nuevo caso que se est¨¢ investigando como crimen machista. Puede sorprender que ninguna de ellas acudiera a la polic¨ªa o al juzgado, pero es algo ya conocido. El 80% de las asesinadas contabilizadas desde 2003 ¨D1092 mujeres¨D nunca lo hizo. Algunas lo evitan porque temen por ellas o por sus hijos, otras sienten que no tienen a donde ir, a veces no ven el riesgo. ¡°La clave sigue estando en la necesidad de detectar casos sin que la denuncia sea la primera opci¨®n¡±, dice el forense Miguel Lorente. Para evitarlo existen alternativas que ya preve¨ªa la ley contra la violencia de g¨¦nero de 2004 y que no siempre se usan, como que sea el m¨¦dico quien detecte el peligro.
Hay pacientes de Rosa Gonz¨¢lez que la consideran como su confesora, las conoce desde hace d¨¦cadas. Es m¨¢s f¨¢cil que le cuenten a ella, en la soledad de la consulta, lo que muchas no dir¨ªan nunca en una comisar¨ªa. Gonz¨¢lez es m¨¦dica de familia en un centro de salud de Valencia. All¨ª, en la Comunidad Valenciana, el llamado cribado sanitario se aplica desde hace m¨¢s de un lustro. A toda mujer que entra en la consulta se le pregunta si ha sido o es v¨ªctima de malos tratos y se hace un seguimiento espec¨ªfico sobre este asunto. Ya han analizado a m¨¢s de 100.000 mujeres. En marzo detectaron 32 casos entre 4.320 pacientes. ¡°El cribado funciona¡±, asegura al tel¨¦fono la doctora Gonz¨¢lez. ¡°Llegas antes de que la mujer tenga secuelas, una agresi¨®n que le cueste la vida o un suicidio. El objetivo no es denunciar, lo importante es llegar a ellas, que vean que pueden salir y ayudarles a encontrar sus recursos¡±. El Ministerio de Sanidad corrobora en una respuesta parlamentaria de febrero de 2020, publicada en el portal Consalud.es, que el cribado mejora la detecci¨®n de casos y que el ejemplo de la Comunidad Valenciana demuestra que es factible y eficaz. Eso ha llevado a que empiece ¡°a ser replicado a nivel piloto en otras comunidades aut¨®nomas¡±.
Solo la mitad de los adolescentes lo han tratado en clase
En una de las im¨¢genes del entierro de Mar¨ªa Teresa Aladro, junto a m¨¢s de una docena de centros y ramos de flores, se ve a su hijo abrazado al abuelo. Su exmarido la mat¨® la madrugada del 20 de mayo con una escopeta de caza. Tere, como la llamaban en Pola de Laviana (Asturias), se separ¨® y se march¨® de casa en noviembre. Casi 20 a?os de an¨¢lisis de casos y sentencias muestran que la separaci¨®n es uno de los momentos de m¨¢s riesgo. El exmarido, Sen¨¦n Fern¨¢ndez, hab¨ªa advertido p¨²blicamente que no se librar¨ªa de ¨¦l tan f¨¢cilmente, seg¨²n fuentes del caso. Pero nadie denunci¨®. El porcentaje de denuncias del entorno sigue siendo muy bajo: apenas ocurre en el 2% de los casos.
El bajo porcentaje de denuncias del entorno muestra que a¨²n falta mucho recorrido de concienciaci¨®n, alertan distintos especialistas. La clave, a?aden, es educar para prevenir. Los asesinatos son solo la punta m¨¢s visible y dolorosa de un iceberg enorme que empieza con conductas machistas de baja intensidad. La ley contra la violencia machista de 2004 recoge que hay que atajarlo desde edades tempranas y en la escuela: prev¨¦ incorporar la educaci¨®n contra la violencia de g¨¦nero como contenido curricular desde el instituto, algo que refleja la ¨²ltima ley de educaci¨®n aprobada el pasado noviembre. ?C¨®mo es la situaci¨®n ahora?
Casi la mitad de los adolescentes han abordado temas relacionados con la violencia machista en el aula, seg¨²n el informe La situaci¨®n de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en Espa?a, dirigido por la catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa de la Educaci¨®n Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz-Aguado. El trabajo, con encuestas a m¨¢s de 12.000 j¨®venes de 14 a 20 a?os en 2020, constata que tratar este asunto en la escuela reduce el riesgo de ejercer y sufrir violencia de g¨¦nero. ¡°Nos debe alegrar llegar a la mitad de los alumnos pero no tenemos perd¨®n si no accedemos a todos con algo que est¨¢ al alcance del sistema educativo¡±, se?ala D¨ªaz-Aguado a este peri¨®dico. ¡°?C¨®mo vamos a privar a esos adolescentes de algo que funciona como una vacuna y que sabemos que reduce el riesgo aunque no baste por s¨ª sola?¡±.
El agresor, el ¨¢ngulo ciego
Warda Ouchene estaba embarazada de tres meses: su segundo hijo ten¨ªa que haber nacido despu¨¦s del verano. Su pareja, Ali, mat¨® a esta mujer de 28 a?os y a su ni?o, el peque?o Mohamed, de siete a?os, en Sa Pobla (Mallorca) el 17 de mayo. Ella le hab¨ªa denunciado dos veces, en 2012 y en 2018. Lleg¨® a tener una orden de alejamiento que ya no estaba en vigor. ¡°Dej¨® de recibir amenazas y no constaban indicios de que estas continuasen¡±, explic¨® la delegada del Gobierno en las islas, Aina Calvo.
Todos los asesinatos suponen un fracaso del sistema pero los que m¨¢s encienden las alarmas son justo estos: los pocos en los que ellas s¨ª se atrevieron a denunciar. Es el caso de Katia Carolina, de 35 a?os y asesinada en la madrugada del 23 de mayo en Zaragoza. La orden de alejamiento estaba en vigor cuando su expareja la mat¨®. Hab¨ªa acudido al piso de ¨¦l para ayudarle a dejar las drogas. El Peri¨®dico de Arag¨®n recoge que lo hizo pese a las advertencias del suegro, al que Katia le dijo en un mensaje antes de morir: ¡°No creo que me haga da?o, hace mucho que no me lastima¡±.
Las mujeres no siempre son conscientes del riesgo que corren, eso est¨¢ constatado. Por eso tambi¨¦n se sabe a estas alturas que su protecci¨®n no debe depender solo de ellas. La dificultad con las ¨®rdenes de alejamiento dictadas por los jueces es que el sistema no se puede permitir poner un polic¨ªa detr¨¢s de cada mujer. Pero existe una alternativa que tambi¨¦n prev¨¦ la ley de 2004: las pulseras telem¨¢ticas. Es un dispositivo que ellos se colocan en el tobillo conectado a otro aparato que se entrega a las mujeres. Si se acercan a menos de la distancia fijada por el juzgado, se activa la alerta. No ha habido ni un solo asesinato en el que un agresor llevara la pulsera puesta, confirman desde la Delegaci¨®n del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero. Es una de las herramientas ¡°m¨¢s eficaces que existen¡±, subraya ?ngeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial: ¡°Estoy segura de que se han salvado un mont¨®n de vidas¡±.
A pesar de ser un ¨¦xito copiado por otros pa¨ªses, su uso a¨²n no est¨¢ generalizado. En estos momentos, hay 2.266 pulseras activas, seg¨²n los datos oficiales. Pero existen m¨¢s de 3.000, confirma ?ngeles Carmona. Eso significa que quedan sin usar m¨¢s de 700. El sistema de alerta policial Viogen establece que hay casi 7.000 casos considerados de riesgo medio, alto o extremo. La previsi¨®n del Ministerio de Igualdad es llegar a 8.000 dispositivos en 2023, con un aumento de 2.000 unidades m¨¢s ya este a?o. ¡°Muchas veces no se usan por falta de formaci¨®n de los jueces, que son quienes dictan las medidas, o de los fiscales y abogados, que son quienes las piden¡±, admite Carmona.
Los maltratadores con pulsera est¨¢n vigilados 24 horas al d¨ªa. La delegada del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, Victoria Rosell, ha reclamado justo poner el foco sobre ellos tras seis asesinatos en una sola semana ¨Dm¨¢s una mujer que se suicid¨® en Le¨®n tras separarse de su pareja que ten¨ªa una orden de alejamiento en vigor y el nuevo caso de este s¨¢bado, que est¨¢ en investigaci¨®n¨D. ¡°Es el momento de controlar m¨¢s a los agresores¡±, ha dicho Rosell.
Los maltratadores son el gran ¨¢ngulo ciego para el sistema. Una de las herramientas para arrojar luz y poder detectar la intensidad del riesgo que suponen son las unidades de valoraci¨®n forense de los juzgados que, tambi¨¦n en este caso, recoge la ley de 2004 y se pidi¨® reforzar en el pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero, aprobado en 2017. En ellas trabajan forenses, psic¨®logos o trabajadores sociales para reforzar la labor de los jueces y fiscales. Entre otras misiones, pueden ayudar a valorar el riesgo analizando a los agresores que normalmente no declaran ante los polic¨ªas cuando son detenidos y piden hablar solo ante el juez. Carmona explica que, ya en un protocolo de 2011, se incluy¨® esa opci¨®n de hacer valoraciones urgentes de riesgo que los revisen tambi¨¦n a ellos. ¡°No se ha puesto en marcha en muchos sitios por falta de medios¡±, asegura. El Ministerio de Justicia reconoce en un informe reciente, el Plan de mejora para las UVFI, publicado en 2020 , que Espa?a cuenta solo con 24 de estas unidades, que dan cobertura a 8,3 millones de habitantes.
El Ministerio de Igualdad prepara de urgencia con comunidades y organizaciones un diagn¨®stico para ver las lagunas del sistema que espera tener listo en los pr¨®ximos d¨ªas. Existen herramientas ¡°muy potentes y muy ¨²tiles¡±, dijo el jueves la ministra Montero. Algunas, sin embargo, tan potentes como infrautilizadas.
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